Esta instrucción de la Secretaría de Estado de Seguridad reforzará los medios disponibles de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para la prevención y respuesta frente a “conductas y actitudes de racismo, xenofobia y, en general, cualquier expresión de discriminación o intolerancia en los espectáculos deportivos”.

En concreto, será el Coordinador de Seguridad quien podrá proponer al árbitro la suspensión o la paralización del evento o el desalojo de parte o todo el recinto para que no se sigan sucediendo los incidentes. 

Vinicius Jr. después de recibir insultos racistas en Mestalla.

Los comportamientos que pueden dar lugar a la suspensión de un partido o al desalojo del público incluyen gestos, declaraciones o insultos proferidos en los mismos espacios, así como la entonación de cánticos, sonidos o consignas con mensajes vejatorios, ya sea por razón del origen racial, geográfico, social o étnico, así como por motivos religiosos, identidad sexual y orientación, características sexuales o expresión de género.

Elcierredigital.com ha contactado con Emilio Abejón, presidente de la Federación de Accionistas y Socios del Fútbol Español (FASFE), que señala que “esta medida es algo positivo, pero el racismo no va a acabar porque se prohíba proliferar insultos racistas en los estadios. El racismo de los aficionados no nace ni desaparece en los estadios, pero entendemos que por la gran capacidad que tiene el fútbol de movilizar masas podría ayudar a lograr soluciones de una manera inteligente. Es decir, sancionando sólo a quien comete los actos y no a una grada completa o a todo un estadio, en cuyo caso se estarían introduciendo soluciones contraproducentes”. 

"Es un problema social, no del fútbol"


Abejón añade que “toda mejora significa un avance para paliar esta situación, pero no hay que olvidar que en parte la Policía Nacional ya cuenta con esas competencias, ya que pueden desalojar el estadio si lo consideran necesario. La cosa es como las use, ya que a día de hoy solo se ha desalojado un estadio español una vez”.

Abejón se refiere a cuando se desalojó el estadio de Vallecas durante un partido entre el Rayo y el Albacete, donde se calificó a Román Zozulya, jugador del Albacete, de nazi y fue la Coordinadora de Seguridad del estadio quien consideró que no se iba a garantizar la seguridad y solicitó al árbitro que no continuase el partido.

“La utilización del fútbol para la erradicación del racismo requeriría que todos los clubes importantes tuvieran departamentos de trabajo social, como los hay en Alemania, para que no se inserten grupos peligrosos que propaguen el odio. Esto requiere un trabajo extenso y complicado, donde se establezca una lucha conjunta. También habría que ver hasta qué punto la Policía es lo más adecuado para reprimir este tipo de cosas”, explica el presidente de la FASFE. 

Momento en el que Iñaki Williams recibió insultos racistas

Momento en el que Iñaki Williams recibió insultos racistas en un partido frente al Espanyol.

Emilio Abejón opina que “en los últimos años España como sociedad ha avanzado mucho, pero las manifestaciones que ocurren de racismo y homofobia ocurren tanto dentro como fuera de los estadios. Para erradicar el racismo en la sociedad hay que sancionar de manera inteligente y ejemplar estas manifestaciones, pero también es importante educar a los ciudadanos para establecer una cultura de respeto. Lo que es un error es cerrar un estadio de fútbol porque varios aficionados realicen manifestaciones racistas”. 

El racismo se debe eliminar en la sociedad no solo en el fútbol y para eso es necesaria una gran productividad entre todos los medios, personas e instituciones. La persona que es racista en los estadios también lo será a la hora de contratar empleados en su empresa, por ejemplo, lo hará con sesgo racista y eso es mucho más grave que el hecho de que un jugador reciba un insulto”, sostiene el presidente de la FASFE. 

“Es verdad que nos enteramos de las manifestaciones racistas en el fútbol, pero no nos enteramos cuando a un magrebí no le dejan alquilar una casa por su nacionalidad, esto va mucho más allá del fútbol. Ampliar las sanciones y las competencias de la Policía puede ser útil, pero hay que sancionar y las sanciones deben ser duras. Eliminar el racismo requiere un nuevo planteamiento con inversiones y cultura. Hacer spots y pancartas está muy bien pero creemos que la radicación de esta problemática se encuentra en otro punto, hay que tener a otros países como referentes por su éxito y no pensar que con un par de iniciativas se va a solucionar todo”, concluye Emilio Abejón.