Llevaba desaparecida desde el pasado 29 de agosto, cuando su familia dejó de tener noticias de Anna Marín Sánchez. La joven de 21 años de Elche (Alicante) fue vista por última vez en Lima, ciudad en la que fue encontrada el 14 de septiembre, según ha informado a través de una nota de prensa SOSDesaparecidos.

El organismo que se encarga de ayudar a encontrar a personas desaparecidas ha agradecido en el escrito a los medios de comunicación y a la asociación C.H.S., que, incluida en el mercado de la Red Internacional de Asociaciones de Personas Desaparecidas (RIAPD) difundió la alerta en Perú. Una alerta que fue calificada, como ya informamos desde elcierredigital.com, de “alta vulnerabilidad” porque la joven podría haber sido captada por una secta.

Aunque Anna Marín ha sido encontrada en un domicilio de la capital de Perú y ha llegado a hacer una videollamada con su familia para que pudieran saber que se encuentra bien, desde SOSDesaparecidos alertan que todavía existe la sospecha de que se pueda tratar “de una desaparición por efectos de posible captación, inducción, manipulación”.

Cronología de los hechos

El pasado 5 de septiembre Anna tenía que regresar a su casa localizada en el municipio alicantino de Elche. "El 29 de agosto mi hermana avisa en casa de que va a pasar unos días con unas amigas en una casa del campo y, hasta el 5 de septiembre, día en el que tenía que volver, mantiene una comunicación normal conmigo y con mis padres. Lo que desconocíamos es que se encontraba en Perú", revelaba a elcierredigital.com David, hermano de la joven.

"A las 16.00 horas de la tarde de ese día y tras avisar de que llegaba tarde porque se había quedado dormida, nos empezamos a preocupar porque ya no tenemos ningún tipo de respuesta por su parte. Hasta una hora después, cuando mis padres reciben un mensaje suyo en el que dice que se va a vivir a un piso en Madrid porque ha encontrado un trabajo allí", afirmaba David en conversación con este diario.

Cartel de la desaparición de Anna Marín, alerta ya desactivada.

No solo envió ese mensaje, sino que tal y como confirmaba su hermano a elcierredigital.com, "además del Whatsapp que envío a mis padres, también dejó una nota en casa la cual rezaba que iba a estar cerca de su familia, pero sin ningún tipo de contacto". Un hecho que provocó extrema preocupación en la familia.

"Su entorno nos ha confirmado que no se encontraba bien"

"En casa no éramos conscientes de la situación que estaba viviendo Anna. Siempre ha sido una chica muy familiar, muy casera y, sobre todo, muy responsable. Hasta noviembre, ella estudiaba un grado en Historia en la universidad y, de hecho, tras hablar con sus amigos, nos hemos enterado de que fue durante aquel mes cuando abandonó sus estudios y ni siquiera se había presentado a los exámenes. No obstante, pese a tener las clases por la tarde, salía muy pronto de casa", sostiene David.

Fue a finales de julio cuando Anna viajó por primera vez a Lima alegando que "iba en un viaje organizado por la universidad con toda la clase". Tras pasar unos días en la capital peruana regresó a España y ni sus padres ni su hermano notaron ningún tipo de actitud extraña. "Con gente de su entorno se abría más, y ellos nos han confirmado que no se encontraba bien", confirmaba a elcierredigital.com David Marin. 

"Desde las sectas buscan a personas vulnerables"

La desaparición de Anna Marín Sánchez es otro de los muchos casos en los que se ve implicada la acción de grupos sectarios. "Desde este tipo de organizaciones siempre se busca a perfiles inteligentes, en este caso, Anna es una persona muy inteligente. Además, buscan a personas que se sientan solas y que tengan diversos vacíos por rellenar. Todo ello conforma un perfil vulnerable e inseguro, en definitiva, muy fácil para la captación por parte de este tipo de conjuntos", confirmaba el presidente de SOSDesaparecidos, Joaquín Amills, en conversación con este diario.

"Nosotros pensamos que la captación viene desde hace mucho tiempo ya que Anna tomó la decisión el pasado mes de noviembre de abandonar el grado universitario de Historia y su familia no estaba al tanto de esta determinación", revelaba a elcierredigital.com Amills.

El caso de Patricia Aguilar

Desde SOSDesaparecidos también han querido agradecer a “Patricia Aguilar y a sus padres Alberto y Rosa la ayuda prestada en apoyo a los familiares de Anna”. Y es que Patricia Aguilar fue la protagonista de una de las captaciones sectarias más conocidas de nuestro país.

Corría el año 2015 cuando la joven tenía tan solo 16 años y se encontraba rota tras haber perdido a su tío. Patricia decidió indagar en Internet sobre la vida en el más allá y entró en un blog esotérico. Fue ahí cuando contactó con ella el líder de la secta Gnosis, considerada una de las más peligrosas del mundo tras estar vinculada con el secuestro de jóvenes. Este miembro le aseguró tener respuestas a todas sus preguntas y se iba con ellos a tener una vida mejor.

Patricia Aguilar.

A base de manipulación este gurú la embaucó tras explicarle que había sido elegida para repoblar el mundo tras un inminente apocalipsis. En 2017, cuando cumplió 18 años, se escapó de casa con 6.000 euros que robó a sus padres para reunirse con su captador, Steven Manrique, en Lima, Perú. La joven se enamoró de su gurú, que se aprovechó del complicado momento que estaba viviendo Patricia. La manipulación llegó hasta tal punto que Manrique logró que la joven se aislase de la sociedad.

Patricia no fue la única víctima de Manrique, ya que el gurú consideraba que necesitaba mujeres para repoblar la Tierra tras un apocalipsis próximo y por ello mantuvo contacto con numerosas mujeres jóvenes aparte de Patricia. Una vez en Perú la víctima tuvo que hacer frente a unas infames condiciones de vida, aunque no estaba sola, ya que con ella también había cuatro niños y otras dos mujeres.

El gurú le dijo a Patricia que debía mantener relaciones sexuales sin ningún tipo de intimidad todos los días con la misión de repoblar la tierra con el mayor número de hijos posibles. Después de no saber nada sobre su hija, los padres de Patricia denunciaron su desaparición y los rumores comenzaron a sonar. Se dijo que la joven había huido por su propia cuenta al encontrarse una situación conflictiva. Pasaban los días y los padres de la joven no sabían nada sobre ella.

El caso pasó a ser muy mediático porque pasaban los días y nadie sabía nada sobre el paradero de Patricia. Fue aquí donde la relación entre Manrique y Patricia cambió por completo. La joven afirmó públicamente que se había ido de manera voluntaria y que no quería volver a España, pero pese a esto empezó a ser maltratada tanto psicológica como físicamente por Manrique. Patricia se quedó embarazada, aunque poco empatizó Manrique. Su gurú la sometió a una insalubridad máxima y tuvo que hacer frente a la desnutrición. Patricia Aguilar tuvo que parir en la selva y solamente acompañada de cuatro niños.

Fue en julio de 2018 cuando sus padres fueron a Lima y dieron con ella en una zona selvática en la que residía junto a otras mujeres y niños, todos ellos hijos de Manrique y uno de ellos fruto de una relación con Patricia. Gracias a la colaboración de la policía peruana y los esfuerzos de los padres se consiguió que la joven volviera a su casa. Cuando Patricia regresó a España necesitó la ayuda de un psicólogo especializado en sectas para volver a ser ella misma. En octubre de 2019 la Sala Penal Superior de Perú condenó a Félix Steven Manrique a 20 años de prisión por la trata de cinco mujeres, Patricia entre ellas, a las que había sometido para explotarlas sexual y laboralmente.