Trata de mujeres en el barrio madrileño de Delicias: Cuatro condenados por la red
En el juicio celebrado contra esta supuesta organización criminal han quedado absueltas cinco personas
El 18 de octubre concluyó en la Sección 3ª de la Audiencia Provincial de Madrid el juicio por la presunta trata de blancas del Paseo de las Delicias. Concretamente, se estaría produciendo en el portal 133 de esa calle madrileña. Eran nueve las personas acusadas de los presuntos delitos de trata de blancas con fines sexuales, prostitución e inmigración ilegal.
Entre los acusados se encontraba una mujer representada por el letrado Alberto Martín, con quien ha podido hablar elcierredigital.com. Esta semana se ha conocido el fallo tras el juicio, “que ha sido muy satisfactorio” para la defensa de la mujer acusada.
La representada por Alberto Martín ha sido absuelta de los delitos de trata de personas con fines de explotación sexual y prostitución. Así mismo, los otros cuatro acusados han quedado absueltos.
Martín explica que “mi defendida prácticamente fue víctima, pese a ser absuelta ya no le podrán devolver los años perdidos. Le han robado su vida durante muchos años, ya que no ha podido tener un trabajo en condiciones y le bloquearon todo su dinero. Tampoco ha podido viajar a ver a su madre que está muy enferma”.
“Además, tenía un negocio de venta de ropa y dos sociedades pequeñas con las que enviaba dinero a su madre, pero se cerraron. Han realizado una investigación muy deficiente, ya que no miraron en el Registro Mercantil, ni verificaron en Hacienda ni en la Seguridad Social. Hilaron cosas de una forma absolutamente tergiversada, incriminatoria y de mala fe”, añade el abogado.
“En ningún momento mi cliente obligó a nadie a prostituirse. La otra cosa es que las circunstancias sociales son las que son, lógicamente, la inmensa mayoría de la gente que ejerce la prostitución en esos ámbitos no es por gusto. Pero eso no quiere decir que esté esclavizada, nadie estaba encerrado”, concluye Alberto Martín.
El contexto del caso y las condenas
La problemática de los macroburdeles de los números 127 y 133 de Paseo de las Delicias es algo que se remonta a décadas atrás. Estos bloques de edificios serían propiedad de un hombre que alquiló el edificio, pero que no paga al legítimo propietario. Este hombre cobraría 2.000 euros al mes a las mujeres que ejercen servicios sexuales.
Los involucrados en el juicio estaban acusados de formar una organización dedicada a la trata de seres humanos con fines de prostitución. Los hechos se remontan a 2018.
Alberto Martín explicaba que “el propietario de esos pisos sabe que se ejerce la prostitución y hace un contrato de arrendamiento. Luego, estas personas que tienen el contrato subarriendan el piso a las chicas y ellas les dan un tanto por estar allí”.
Según el letrado, las chicas que ejercían la prostitución daban un dinero por el alquiler de la habitación que usaban y no “por prestar servicios sexuales”.
En elcierredigital.com hemos podido acceder al fallo gracias a fuentes cercanas al caso. A Fausto GT y Alex MM se les ha condenado a 11 años y nueve meses de prisión, así como a indemnizar a una de las víctimas con 34.000 euros. Son los responsables de los delitos de inmigración ilegal, trata de seres humanos con fines de explotación sexual y prostitución.
Vidalina EB ha sido considerada cómplice de los delitos de inmigración ilegal y de prostitución. Por ello, se le ha condenado a una pena de 14 meses de prisión y a una multa de seis euros al día durante dos meses.
Marco AR ha sido considerado cómplice de un delito de prostitución y se le ha condenado a 13 meses de prisión. En el caso de los condenados se ha considerado la atenuante de dilaciones indebidas. Motivo por el que las penas han sido mucho menores a las solicitadas, que iban de 15 a 35 años de prisión.
Ante esta sentencia cabe interponer recurso ante la Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia de Madrid. Los otros cinco acusados han sido absueltos. En este proceso declararon dos testigos protegidos que afirmaron “que las trajeron engañadas diciendo que iban a trabajar en un crucero”.
“Desde mi punto de vista es sobreactuado y exagerado. Por otro tipo de medios hemos sabido que conocían a lo que venían, e incluso ejercían la prostitución en su país”, sostenía Alberto Martín.
Según Martín, “la policía les dice que lo tienen que hacer así, que denunciar es la única forma para conseguir los papeles. Quieren evitar que se les abra un expediente de expulsión del país”.
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