Patricia Ramírez, madre El Pescaíto: 'El true crime aumenta tu dolor, como con Bretón'

En los últimos años el true crime está dando voz a personas que han sido condenadas por cometer crímenes. Y es que las productoras, tanto audiovisuales como literarias, han encontrado en esto una gran fuente de ingresos movida por el morbo del público.

Sin embargo, este tipo de producciones llevan tiempo generando un debate moral sobre si se debe dar voz a asesinos y homicidas, descuidando así la reparación del daño de las víctimas.

Este debate social lo hemos venido documentando en elcierredigital.com, pero ahora ha vuelto a la palestra mediática. Lo ha hecho tras conocerse que  el escritor Luisgé Martín, en su libro ‘El odio’ (Anagrama) desvelaba confesiones de José Bretón, que asesinó a sus hijos en Málaga en 2011. Estaba previsto que viese la luz el 26 de marzo.

Tras el revuelo surgido, la editorial Anagrama decidió paralizar la distribución del libro. Y es que Ruth Ortiz, madre de los pequeños asesinados por Bretón, lucha sin cesar porque el libro no vea la luz. Ortiz ha puesto el caso en manos de la Justicia, pero por el momento ha conseguido paralizar la publicación. 

Por su parte, la editorial Anagrama se acoge a su derecho a la Creación Literaria. Así como a su compromiso con la responsabilidad editorial y la libertad de expresión. "El tratamiento literario de ‘El odio’ se aleja y rechaza cualquier intención que no sea la de presentar al lector la maldad del asesino sin justificar ni exculpar el crimen sino al contrario, mostrando su horror", señala el comunicado de la editorial.

Si hay alguien que lleva meses poniéndose en la piel de personas como Ruth Ortiz, es Patricia Ramírez, madre de El Pescaíto, asesinado en 2018. De hecho, hace menos de un año llegó hasta el punto de comparecer ante la Comisión de Interior del Senado.

En junio de 2024 Patricia Ramírez señalaba a elcierredigital.com,“he pedido que no se les de voz a los asesinos o asesinas de delitos violentos, pero bajo unas condiciones que son que las víctimas no estén de acuerdo, no se lucren económicamente y no sea para contar una nueva historia de los hechos por lo que están condenados”.

La reacción ante el hecho de dar voz a José Bretón

Ahora, en elcierredigital.com hemos vuelto a contactar con Patricia Ramírez para conocer su postura sobre el hecho de dar voz a Bretón. “Mi postura es clara, existe una ley del 82 que dice que esto no se puede hacer. La libertad de expresión o creación literaria si choca con los derechos fundamentales y con las leyes no puede ejercerse”, clarifica Ramírez.

Concretamente, Patricia Ramírez hace referencia a la Ley Orgánica 1/1982, de 5 de mayo, de protección civil del derecho al honor, a la intimidad familiar y a la propia imagen. El apartado 7 de esta ley establece lo siguiente.

“La utilización del delito por el condenado en sentencia penal firme para conseguir notoriedad pública u obtener provecho económico, o la divulgación de datos falsos sobre los hechos delictivos, cuando ello suponga el menoscabo de la dignidad de las víctimas”, recoge el apartado.

“Además de esta ley, el estatuto de la víctima, leyes de protección a la infancia y las directrices de prisiones protegen a la víctima de aquellas libertades de expresiones que las revictimizan aumentando aún más su dolor de forma innecesaria y pública”, añade Patricia Ramírez.

La realidad es que las víctimas de casos como el de Bretón ven como el morbo supera al respeto y el dolor causado. Con ello, se da voz a criminales sin que exista consentimiento de la víctima, una voz que permite generar un rédito económico al propio criminal.

“Priman los intereses personales y mercantiles por encima de no añadir más dolor al que ya está devastado”, concluye la madre de Gabriel el Pescaíto.

La polémica en torno al true crime

El true crime siempre ha tenido éxito entre los usuarios de las plataformas, pero no ha sido de gran acogida a nivel moral. Ya la publicación de un libro de Alfonso Basterra, padre de Asunta, generó gran revuelo hace escasos meses.

En este punto cabe mencionar una de las declaraciones de Ruth Ortiz, madre de las víctimas de Bretón. “El libro no debe publicarse porque es la voz del asesino. El material con el que está escrito son 60 cartas que se le han enviado al autor y una entrevista personal”, apunta la madre de Ruth y José, víctimas de Bretón.

Entre tanta crítica, el escritor y autor de 'El odio', Luisgé Martín, se ha visto en el foco. No obstante, el literario ha señalado que escribió este libro porque “era incapaz de entender que alguien pudiera matar a sus propios hijos".

Asimismo, Luisgé ha querido aclarar que su única intención es “indagar sobre el odio, la brutalidad de la naturaleza humana y la crueldad”. También ha recalcado que el libro está escrito con el mayor respeto a las víctimas. 

"El odio no da voz a José Bretón: se la quita, niega su explicación de los hechos, le enfrenta con sus contradicciones", concluía el escritor. Así las cosas, la Fiscalía de Menores de Barcelona ha solicitado la suspensión de la publicación, algo que de momento es una realidad.

Mientras sucede todo este revuelo, José Bretón permanece en el módulo de enfermería de la prisión de Herrera de la Mancha. Allí permanece en el protocolo antisuicidios desde que lo intentó por última vez. 

Resulta relevante exponer la postura de Patricia Ramírez sobre la situación de las víctimas. "Solo pediría que se cuide a las víctimas y se pueda generar un escudo para ayudarlas a construir y resolver sus casos”, expresaba.

A modo de conclusión, cabe recoger lo señalado a este medio por Javier Urra, psicólogo y primer Defensor del Menor.“El límite debería estar en cero, es decir, jamás se debe contratar a un agresor con sentencia firme. La aparición de agresores en este tipo de producciones hace que se les pueda confundir con un héroe”, recalcaba Urra.