Oleada de kamikazes en carreteras españolas: 'El ánimo de matar puede ser eventual'

La carretera supone un riesgo para los ciudadanos, ya que se pueden dar circunstancias inevitables que resultan en la muerte. Entre estos aparece uno que es especialmente peligroso e inevitable. Se trata de los conductores kamikazes, que por ciertos factores circulan en dirección contraria, suponiendo un grave riesgo para la vida ajena y propia.

Actualmente, es una problemática en aumento. En los últimos tres años se ha incrementado el número de denuncias relacionadas con este delito.

Según recoge El Periódico de España, en 2023 hubo 15 casos de conductores kamikazes con heridos. Entre 2014 y 2018 se registraron una media de 10 muertos y 12 heridos graves al año. 

En lo que va de año han fallecido unas diez personas debido a este tipo de accidentes. La mayoría de estos casos son errores del conductor o la señalización, los suicidas son un porcentaje mínimo.

Sin embargo, lo preocupante es que en muchos de ellos el conductor va drogado o ebrio.  

Fuentes del secctor automovilístico consultadas por elcierredigital.com abordan la posible solución al problema. “Para evitar que un conductor circule en dirección contraría se tendría que poner un sistema de detección y detención.  Gracias a la tecnología los vehículos actuales son capaces de corregir la conducción o detectar las líneas de la carretera”, señalan las fuentes. 

Existe la aplicación gratuita de RACC infotransit. Esta aplicación avisa a los conductores de la presencia de kamikazes. También avisa al propio kamikaze de que circula en dirección contraria.

El último de los accidentes con presencia kamikaze tuvo lugar en Madrid a primera hora del 1 de septiembre. La colisión frontal tuvo lugar en la A-6 dirección Madrid a la altura de Las Rozas. En este accidente fallecieron tres personas: el conductor de 26 años, un policía nacional de 44 años y su acompañante, que circulaban en sentido correcto. 

Asimismo, resultaron heridos graves un motorista de 54 años, que es policía municipal, y el acompañante del conductor. El motorista pudo esquivar parcialmente la colisión y sufrió varias fracturas.  El acompañante del conductor, que era su hermano, está en estado muy grave y permanece en coma inducido en el Hospital Puerta de Hierro de Madrid.

Juancito, el conductor, tenía 26 años y regresaba junto a su hermano tras pasar la noche en las fiestas de Pozuelo. Estaba graduado en Ingeniería Civil, tenía un máster en prevención de riesgos laborales y había comenzado a trabajar en una constructora. Su tía señalaba a El Mundo que “Juancito no era de beber mucho”.

El kamikaze condujo tres kilómetros en dirección contraria. La Guardia Civil continúa investigando el accidente y las primeras pesquisas apuntan a que iba a más de 120 kilómetros por hora. Actualmente, la velocidad y el alcohol se investigan como principales causas del accidente. 

Jurisprudencia española relacionada con los kamikazes

Este delito está tipificado en el Código Penal  como conducción temeraria con el manifiesto desprecio por la vida de los otros. Se trata del artículo 381 del CP que maximiza el 380 al ser de máxima gravedad.

Elcierredigital.com ha contactado con el criminólogo Vicente Planas. “El alcohol y las drogas son un condicionante clave y uno de los principales motivos. Suponen el 50 por ciento de este tipo de accidentes”, indica Planas. 

“La acción del kamikace es una acción con dolo homicida según la jurisprudencia. El ánimo de matar no es sólo directo. Puede ser eventual y este es el que concurre en los casos de conductores suicidas o kamikaces", relata. 

"No se trata sólo de un conducir con manifiesto desprescio de la vida de los demás art 381 CP. Es un homicidio del art 138 CP”, añade Planas.

Por ende,  es importante diferenciar entre dolo directo y eventual. El dolo directo es cuando la acción viene guiada por la intención de causar la muerte.

En el dolo eventual el autor conoce los elementos del tipo objetivo de manera que sabe el peligro que concreta su conducta. Pese a ello, continúa su ejecución.

Vicente Planas indica que “se entiende que en los kamikazes no existe culpa consciente que le lleve al delito de homicidio imprudente. No puede haber duda alguna de la intención dolosa del kamikace y objetivamente del grave y real peligro de causar la muerte. Cuando el kamikaze mata a personas con su conducta es autor de tantos homicidios como víctimas que ha matado”.

Desde el Magistrado del Tribunal Supremo Vicente Magro Servet y el Grupo de Criminologia Vial, ya están incidiendo en la posibilidad de cambiar estos conceptos. Para ello, buscan agregar al código penal el delito de Homicidio Vial, que actualmente no existe, en lugar de llamarles imprudentes.

Perfil de los kamikazes

Planas aborda los principales perfiles de kamikazes. Encontramos tres perfiles fundamentales en los conductores kamikazes que los podemos encuadrar en estos tres comportamientos:

- Enajenado mental  con las facultades volitivas perturbadas y transitorias debido al consumo de alcohol o drogas. No controla lo que hace al volante o bien se despista metiéndose en contra dirección. Sí es consciente de lo que hace no le da importancia debido al elevado grado de intoxicación.

- Ancianos con las facultades mentales mermadas. Se despistan provocando que se desubiquen y que circulen en vías en sentido contrario.

-  Personas que padecen trastornos mentales o sufren brotes psicóticos  mientras están al volante. Suele ser el menos común. De hecho en los dos últimos años no se han registrado ninguno de los    casos como kamikazes con estas características.