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Dos mujeres en blanco y negro sobre un fondo rojo.
SUCESOS

Madres que mataron a sus hijos: Del caso de Hildegart al filicidio de la Peñona

Aurora Rodríguez mató a tiros a su hija Hildegart en 1993 y María Jesús Jiménez lanzó por un precipicio a sus 4 hijos

Este domingo 4 de abril se celebra el Día de la Madre, dedicado a honrar la labor de las progenitoras. Sin embargo, esta labor no siempre es encomiable, ya que hay casos aterradores en los que las madres acaban con la vida de sus hijos.

Uno de los primeros precedentes conocidos en España es el asesinato de Hildegart Rodríguez Carballeira el 9 de junio de 1933. De hecho, este caso ha sido recogido recientemente en la exitosa película ‘La virgen roja’. Hildegar fue asesinado de cuatro disparos a manos de su madre. 

Pero la historia tras este filicidio es mucho más cruda. Y es que desde que Hildegart nació su madre Aurora Rodríguez tenía un plan. Quería convertirla en la primera mujer en luchar por el feminismo. Hildegart comenzó a leer con dos años y llegó a manejar numerosos idiomas.

Una fotografía en blanco y negro de una persona con expresión seria.
Hildegart | Archivo

Aurora Rodríguez modeló a su hija hasta el punto de convertirla en una de las personas más inteligentes de la época. Pero, hay algo contra lo que no se puede luchar, el amor. Aurora quería evitar que su hija se enamorara de un hombre, pero no pudo. 

Tras descubrir que su hija mantenía una relación con Abel Viella, decidió acabar con la vida de la exitosa Hildegart. Aurora fue condenada a 26 años de reclusión en un psiquiátrico y no se arrepintió nunca del crimen. No obstante, a este suceso le han seguido muchos otros filicidios. 

El parricidio de la Peñona

Todavía en el siglo XX ocurrió otro suceso que dejó atónita a la población. El 26 de noviembre de 1991 María Jesús Jiménez cometió el mayor filicidio ocurrido en España. 

María Jesús tenía 29 años y aquella noche se dirigió junto a sus cuatro hijos a los acantilados de La Peñona (Asturias). Una vez allí Jesús (8 años), Joaquín (7 años), Azucena (5 años) y Elena (11 meses) se precipitaron al mar.

La madre acudió a la Guardia Civil señalando que sus hijos se habían caído al mar. María Jesús señaló que sus hijos estaban jugando y se resbalaron y que cuando trató de ayudarles su bebé se le escurrió de los brazos.

El primer cadáver en aparecer fue el de Adela y después se encontró el de Joaquín, pero los otros dos nunca aparecieron. Nadie creyó la declaración de María Jesús y cambió de versión. 

Un grupo de personas, incluyendo un hombre con uniforme de la Cruz Roja y otro con uniforme naval, se encuentra en una zona rocosa junto al mar.
José Antonio Leiva, marido de María Jesús Jiménez, presencia las tareas de rescate de los cuerpos de los niños | El Mundo / Copyright: Libre uso

La progenitora llegó a acusar a su marido José Antonio Leiva de apedrear a sus hijos y a ella misma cuando estaban al borde del acantilado. De hecho, relató que los niños se precipitaron de manera accidental al mar tras chocar entre ellos mientras esquivaban las piedras.

En noviembre de 1992 la Audiencia Provincial de Oviedo condenó a María Jesús a 18 años de prisión. Sin embargo, en octubre de 2001 le concedieron la libertad condicional pese a que ella se opusiera.

El motivo fue que se atestiguó su debilidad mental y se consideró su trastorno mental transitorio. Fue acogida por unas monjas y desde entonces se ha mantenido oculta por miedo a represalias. Cabe recalcar que su marido falleció en 2014 en una pelea. 

Katharina y la sustracción de su hijo Dylan

En la víspera del día de Navidad de 2013, Katharina Katit-Stäheli desapareció junto a su hijo Dylan Katit. El pequeño se encontraba bajo tutela médica debido al tratamiento de hidrocefalia que sufría.

Las autoridades registraron sus dos domicilios en Zurich y Alemania. Debido a que no había rastro de la mujer se emitió una orden de busca y captura. Se trataba de una sustracción parental. Cabe recordar que a la madre se le había retirado la custodia del pequeño de 10 meses.

El 16 de enero de 2014  la mujer fue detenida por la Guardia Civil en un Carrefour de Torrevieja, después de que una ciudadana la viera comprando en un quiosco de la población.

Una mujer sonríe junto a un caballo mientras un bebé con el rostro pixelado está acostado sobre una manta colorida.
Katharina Katit-Stäheli y su hijo, Dylan Katit, asesinado en 2013 | Policía Nacional

Tras la detención, madre e hijo fueron trasladados al hospital de Torrevieja para que el bebé recibiera atención médica. Estando en el hospital, Katharina dijo a las autoridades que iba a cambiarle el pañal a su hijo.

A continuación, extrajo de una bolsa un cuchillo con el que degolló a su hijo de 10 meses en el baño. Posteriormente, intentó quitarse la vida sin éxito.

En 2017 la madre reconoció los hechos y aceptó ser condenada a 11 años de prisión. A Katharina se le aplicó la eximente incompleta de alteración mental.

La madre señaló que no vio otra salida que no fuera matar al bebé porque tenía miedo de que los médicos le quitaran al niño para "experimentar con él".

El filicidio de Llucmajor

Hace poco más de ocho años ocurría otro filicidio materno en Llucmajor (Baleares). El 4 de abril de 2017 Raquel M. fue encontrada en un edificio abandonado.

La escena era dantesca, ya que se halló a la mujer muerta y a su hija de 18 meses ahorcada con un nudo náutico. 

Poco antes del suceso Raquel y su marido mantuvieron una discusión que no fue especialmente fuerte. Sin embargo, tras esto se ocultaban las intenciones de divorciarse por parte del hombre.

La mujer iba a volver a su Canarias natal, pero algo cambió en su mente y decidió acabar con la vida de su hija. 

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