Qué fue del descuartizador de Alcalá: Su macabro crimen por el que cumple condena
Hace siete años Daría Olivia era acuchillada de muerte por su novio Manuel Moreno, que ahora cumple 25 años de cárcel
El jienense Manuel Moreno Agudo vivía junto a su pareja, Daría Olivia, en Alcalá de Henares, Madrid, y llevaban juntos desde 2014.
Tras un tiempo de conflictos y discusiones, Manuel acabó con la vida de Daría de dos puñaladas el 6 de octubre de 2017. Posteriormente, descuartizó el cadáver y lo conservó durante quince meses en un arcón congelado dentro de la casa que compartían con más gente.
El asesino continuó haciendo vida normal como si nada hubiera ocurrido. No fue hasta un año después, en diciembre de 2018, cuando la madre adoptiva de Daría denunció su desaparición.
Durante la investigación, el Juzgado de Violencia sobre la Mujer nº 1 de Alcalá de Henares autorizó la entrada en el domicilio de la pareja. Los investigadores encontraron el cuerpo desmembrado de la joven y varios ambientadores encima del arcón para mitigar el olor.
Manuel fue detenido en febrero de 2019 e ingresó en prisión provisional comunicada y sin fianza en Alcalá-Meco. El juicio por estos hechos comenzó el 8 de junio de 2021 en la Audiencia Provincial de Madrid ante un jurado popular.
El acusado fue condenado a 25 años y cinco meses de prisión al ser considerado culpable de los delitos de asesinato y profanación de cadáver. También se le consideró culpable de un delito de estafa al realizar una compra con la tarjeta de la víctima una vez asesinada.
El juez reconoció la agravante de género. En el juicio Manuel trató de demostrar que había actuado en defensa propia y que estaba bajo los efectos de alcohol y drogas. El 15 de diciembre de 2022 el Tribunal Supremo confirmó el veredicto de la Audiencia Provincial.
El contexto del crimen
Daría era de origen ruso, pero fue adoptada por una familia española con nueve años. En el momento del crimen estaba trabajando en un bar del centro. El día de los hechos llegó del trabajo de madrugada a la habitación que ambos compartían.
Los dos comenzaron a discutir y Manuel le mordió en el brazo y le golpeó en la cabeza, fracturándole la mandíbula. Posteriormente, la apuñaló en dos ocasiones en el pulmón y el corazón. Tras el crimen descuartizó el cuerpo en siete partes y lo guardó en un arcón en la habitación.
En la noche de los hechos uno de los compañeros de piso escuchó fuertes gritos desde la habitación. Por ello, avisó al casero y ambos acudieron, pero no se oía ningún ruido. El casero preguntó a Manuel si estaba todo bien y él dijo que sí.
Las heridas que presentaba el cadáver desmintieron la legítima defensa. Consideraron que era imposible que Daría tuviera el cuchillo en su mano. Además, se concluyó que hubo alevosía, ya que la víctima no tuvo posibilidad de defenderse.
Cuando, durante la investigación, la Policía entró a registrar el domicilio, el agresor les dijo: “Rompimos y se fue a Madrid, no sé dónde está”. Los días posteriores al crimen se mantuvo en casa descuartizando el cadáver y elaborando su coartada.
Para ello, accedió a las redes sociales y al WhatsApp de Daría. Escribió a sus familiares para decir que no quería saber nada de ellos y al casero para decirle que se había ido a vivir a Madrid.
También habló a su jefe y compañeros de trabajo para decirles que se iba a Barcelona. Por último, publicó en el perfil de Facebook de su expareja: "Estoy haciendo varios cambios en mi vida, si no vuelves a saber nada de mí, tú eres uno de ellos".
Finalmente, Manuel pudo ser detenido y pese a que no asumió el asesinato permanecerá durante varios años en prisión.
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