Se revive el asesinato de Antonio Alberto en Camarma: 'El agresor debe ser condenado'

Tal y como recogimos en elcierredigital.com, el 22 de mayo de 2022 el anciano Antonio Alberto fue asesinado por un ladrón. Los hechos ocurrieron en una finca de Camarma de Esteruelas (Madrid) que es propiedad de la asociación Betel. 

Antonio desayunó junto a sus compañeros en la finca y se dirigió a la despensa.  Fue allí cuando se cruzó con su presunto asesino, que le apuñaló en varias ocasiones sin mediar palabra. Dos semanas después, Alberto falleció en el hospital madrileño 12 de Octubre.

El 23 de mayo de 2022 la Guardia Civil detuvo a M.A. después de descubrirle robando en una casa ajena. Cuando se le detuvo por este robo confesó que había hecho algo muy malo a una persona. 

Se decretó su ingreso en prisión provisional. El pasado 12 de noviembre arrancó el juicio en la Audiencia Provincial de Madrid, que concluirá la semana que viene.

La acusación particular solicitaba que se le condenase a prisión permanente revisable por asesinato con alevosía. La Fiscalía solicitaba once años y medio de prisión por los delitos de homicidio y robo con violencia.

Sin embargo, ante la confesión del acusado rebajaron sus exigencias a nueve años de prisión por un delito de asesinato con alevosía, pero con la eximente incompleta por alteración psíquica. 

En la primera sesión del juicio el acusado admitió que apuñaló a Alberto por la espalda sin que este le viese previamente. El 13 de noviembre declararon los agentes de Guardia Civil que detuvieron al acusado. Los agentes explicaron  que cuando fue detenido el acusado indicó que “le habían poseído los demonios” y hablaba de brujas. 

El agresor tiene diagnosticado un trastorno de ideas delirantes, que determinó que en el momento de los hechos tuviera sus facultades volitivas y cognitivas gravemente alteradas. Por ello, la línea de la defensa va en el sentido de que se le declare inimputable por sus problemas mentales e ingrese en un centro psiquiátrico. 

En elcierredigital.com hemos podido hablar con Isabel, hija de la víctima, que tuvo que declarar el 14 de noviembre. “Tener que declarar y ver al asesino fue algo muy traumático. Lo que más miedo nos da es que se le declare inimputable y no pague por lo que hizo, queremos que se haga justicia”, señala. 

“No le pueden dejar en la calle, podría seguir matando y es un peligro para la sociedad. Sería algo incomprensible. En el asesinato de mi padre ha influido que en España no se atiendan de manera correcta los problemas de salud mental”, añade Isabel.

“El juicio está siendo necesario, pero muy duro. Confiamos en que pague lo que tenga que pagar. Confiamos en que caiga todo el peso de la ley sobre el acusado. Solo queremos justicia por mi padre y que este hombre no vuelva a matar a nadie”, concluye Isabel. 

Los hechos acontecidos

La víctima, Antonio Alberto, vivía en una finca entre Camarma de Esteruelas y Valdeavero (Madrid), propiedad de la asociación Betel, junto a varios compañeros. Alberto llevaba 17 años en esta comunidad, estaba ciego de un ojo y tenía movilidad reducida.

El 22 de mayo Antonio Alberto y sus compañeros desayunaban juntos. Al acabarse los cereales, Antonio acudió a por más a la despensa, que está fuera del recinto. 

Una vez allí fue abordado por el acusado M.A., que le apuñaló en varias ocasiones. Los compañeros de Alberto llamaron al 112. De camino al hospital sufrió una parada cardiorrespiratoria y falleció tras dos semanas aferrándose a la vida.

El agresor huyó de la escena del crimen y pernoctó en otra vivienda de la misma localidad. Robó un teléfono móvil y el 23 de mayo abandonó la vivienda. Ese día entró en otra vivienda para robar, pero fue sorprendido por el dueño.

Tras su detención ingresó en el penitenciario de Alcalá Meco en Madrid. No obstante, tras evaluarle se le trasladó al centro penitenciario psiquiátrico de Alicante. El acusado, de nacionalidad marroquí, contaba con antecedentes previos, ya que quemó una casa en Ayllón, Segovia.