
Giro en el crimen de Helena Jubany: Cercan al principal sospechoso 24 años después
Santiago Laiglesia podría ser interrogado tras confirmarse muestras de ADN en la ropa de la víctima del caso en Sabadell
Tras más de dos décadas sin encontrar al culpable del crimen de la joven Helena Jubany, el caso podría empezar a encaminarse hacia su final. La Fiscalía ha pedido que se interrogue al principal sospechoso, Santiago Laiglesia, tras un informe que respalda la tesis de otro anterior. Este informe, realizado por la Policía Científica, certifica que había restos de ADN de Laiglesia en el jersey de la víctima.
El documento de la Unidad Central de Análisis Científicos de la Policía Nacional también informa de la presencia de un perfil genético femenino. Sin embargo, se ha descartado que pertenezca a Montserrat Careta, expareja de Laiglesia, porque el resultado en las pruebas ha sido negativo. Careta se suicidó en 2002 en la cárcel de Wad-Ras, tras haber sido arrestada como presunta asesina.
Con la desestimación de Careta, la Fiscalía ha pedido realizar una prueba de ADN a Ana Echaguibel, otra de las sospechosas que fue encarcelada. Las acusaciones contra Santiago Laiglesia y Ana Echaguibel fueron en su día rechazadas por falta de pruebas. Al igual que la víctima y los otros sospechosos, Echaguibel formaba parte de la sección Natura de la Unió Excursionista de Sabadell.
Careta y Echaguibel ingresaron en prisión en 2002 por su presunta autoría de los anónimos que recibió Helena Jubany en su casa. Además de los mensajes, también recibió una horchata que contenía benzodiacepinas. Finalmente, Careta se quitó la vida y Echaguibel fue excarcelada. En un episodio de ‘Crims’, de TV3, un agente de la Policía Nacional aseguró que Laiglesia supuestamente cometió el crimen.
La reapertura del caso de Helena Jubany
Sin embargo, en 2005 el juez decidió cerrar el caso por falta de pruebas. No fue hasta el 1 de diciembre de 2021, un día antes de que el delito prescribiera, que la investigación se reanudó. Con la reapertura, se imputó a Xavier Jiménez, amigo de Laiglesia, por supuestamente haber elaborado los anónimos. Al parecer, en el ordenador de Helena Jubany se encontró una conversación con el imputado con un mensaje similar a los que recibió la víctima.

El juez instructor retomaba el caso tras haberse encontrado indicios de que Laiglesia habría comprado Noctamid. Restos de este medicamento se encontraron en el cuerpo de la víctima y se cree que podría haber sido empleado, supuestamente, para sedarla. Fue Benet Salellas, el abogado de la familia de Jubany, quien proporcionó las pruebas al juez.
Otra de las diligencias llevadas a cabo fue realizar un nuevo análisis genético con una técnica aplicada por el FBI. En su día, en el jersey de la víctima se encontraron restos de cuatro perfiles genéticos, pero no pudo determinarse a quién pertenecían. Con esta nueva prueba, se confirmó que uno de los restos genéticos era de Santiago Laiglesia, mientras que el de Jiménez no se halló. Fue en este informe de la Policía Científica en el que se encontró un perfil genético femenino, que podría haber pertenecido a Montserrat Careta.
Ahora, un nuevo informe de la Unidad Central de Análisis Científicos de la Policía Nacional desestima a Careta. El documento confirma el hallazgo de ADN de Laiglesia, motivo por el que la Fiscalía ha solicitado su interrogatorio. A su vez, el Ministerio Público ha solicitado la realización de una prueba en base al ADN de Ana Echaguibel.
Los hechos acontecidos
Helena Jubany (de entonces 27 años) desapareció el 30 de noviembre de 2001. Dos días después, fue arrojada por la azotea de un edificio ubicado en la calle Calvet d’Estrella (Sabadell). La autopsia determinó que la víctima había ingerido varios medicamentos, como Noctamid, que contenían benzodiacepinas.

Pronto la investigación estableció el foco en Montserrat Careta, cuyo domicilio se encontraba en el mismo edificio donde Jubany murió. Santiago Laiglesia y Ana Echaguibel también fueron señalados: todos se conocían de la sección Natura de la Unió Excursionista de Sabadell. Es más, Careta y Echaguibel fueron acusadas de haber confeccionado, supuestamente, los mensajes anónimos que Jubany recibió meses antes de su muerte.
"A ver si te lo comes todo, pórtate bien, no nos hagas un feo, es seguro que te vas a reír mucho. A la tercera ya nos invitarás tú. A ver si nos vemos otra vez en alguna excursión de la UES, hasta pronto", decía uno de los textos.
Careta ingresó en prisión provisional en 2002 como presunta culpable y a los tres meses se quitó la vida en su celda. Echaguibel, por su parte, salió de la cárcel en 2005, año en el que también se desimputó a Laiglesia por falta de pruebas y se cerró el caso.
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