El crimen de Helena Jubany más cerca que nunca de resolverse: Se cumplen 23 años

Helena Jubany falleció el 2 de diciembre de 2001 en Sabadell tras dos días desaparecida. Ahora, 23 años después del homicidio —quedó descartado el suicidio—, el caso está más cerca de resolverse que nunca. 

En 2005, tras varios años de investigación, el caso fue archivado por falta de líneas de investigación y pruebas. En 2020, sin embargo, Benet Salellas, el abogado de la familia de Jubany, logró que el Juzgado de Instrucción 2 de Sabadell reabriese el caso.

Para ello, presentó indicios de que Santiago Laiglesia  —uno de los investigados— habría sido quien comprara el Noctamid. El medicamento presuntamente utilizado para sedar y dormir a Helena.

Tras la reapertura, las principales novedades llegaron en mayo de este año. En el jersey de la víctima se hallaron, en su día, restos de ADN de hasta cuatro perfiles genéticos. Pero con las técnicas que existían no hubo resultados determinantes.

Con la reapertura del caso, el juez instructor decidió recurrir a una nueva técnica aplicada por el FBI. Tras varios resultados negativos, se han hallado restos de ADN del principal sospechoso en el jersey que vestía Helena Jubany cuando fue asesinada.

El informe de la Unidad Central de Análisis Científicos de la Policía Nacional de Madrid consta de 15 páginas. Y en él se determina que es “24 veces más probable que el ADN encontrado en el jersey sea de Laiglesia que de otras personas”.

Por otro lado, existe un segundo investigado, Xavi Jiménez, a quien Helena Jubany había rechazado y que fue el primer sospechoso. Sin embargo, estas pruebas han confirmado que el ADN encontrado no es compatible con este investigado. 

Por otro lado, la Científica ha querido señalar que los otros dos perfiles genéticos masculinos del jersey no se sabe de quién son. Y que las pruebas de ADN realizadas al resto de piezas de ropa no son concluyentes.

Elcierredigital.com pudo hablar con el criminalista forense de la familia Jubany, Lluis Duque.

"Este caso tuvo una investigación sesgada, por no decir mala. Todo lo que se tenía que haber hecho en su momento no se hizo y ahora ya han pasado muchísimos años. La clave está en la sustancia que se encontró en la vagina de Helena, que no ha sido identificada", señalaba.

Los hechos acontecidos

Helena Jubany desapareció el 30 de noviembre de 2001 tras hablar con un amigo suyo por internet. El 2 de diciembre la joven bibliotecaria fue drogada y arrojada al vacío desde la azotea de un edificio de la calle Calvet d’Estrella (Sabadell). La ropa de la joven apareció perfectamente doblada en la azotea de un edificio colindante.

Además, se encontraron restos de su cabello y unas cerillas a medio usar. La autopsia concluyó que Helena Jubany había tomado un cóctel de benzodiacepinas. Concretamente, medicamentos como el Trankimazin, Dormicum, Loramet, Noctamid y Aldosomnil.

Un ámbito para investigar era la Unión de Excursionistas de Sabadell (UES), grupo al que pertenecía Helena. Además, la policía supo que había recibido de, presuntamente, personas de este grupo dos anónimos meses antes de su muerte.

 "A ver si te lo comes todo, pórtate bien, no nos hagas un feo, es seguro que te vas a reír mucho. A la tercera ya nos invitarás tú. A ver si nos vemos otra vez en alguna excursión de la UES, hasta pronto", decía el segundo anónimo.

Por ende, se comenzó a investigar a los miembros de la Unión de Excursionistas. Los agentes dieron con Montserrat Careta, una chica que vivía en el edificio desde el que arrojaron a Helena. Además, era una de las mejores amigas de la joven. 

El juez consideró que había indicios suficientes sobre la participación de Montserrat y decretó su ingreso en prisión provisional. Se suicidó tres meses después de ingresar en el centro penitenciario de Wad-Ras (Barcelona). Dejó una nota en la que decía: “Soy inocente porque no he causado la muerte de Helena”.

Otra amiga de Helena que pertenecía a la UES, Ana Echaguivel, también entró en prisión, pero salió en 2005 por falta de pruebas. 

La figura de la iglesia y otro investigado

En relación con Montserrat apareció el nombre de Santi Laiglesia, que era su novio y vivían juntos. En el domicilio de la pareja se encontró una caja de Noctamid vacía y otra entera. También una caja de cerillas vacías y hojas escritas por Montserrat similares a los anónimos que recibió Helena Jubany.

Además, se descubrió que Laigleisa tenía acceso al Noctamid porque su madre lo usaba. En 2002 Laigleisa fue imputado por su relación con la muerte de Helena Jubany. Sin embargo, acabó  desimputado en 2005 y el caso se archivó.

En 2020 se reabre el caso a escasos días de que prescribiera. Se imputó a Xavi Jiménez.

Un informático contratado por la familia descubrió que Jiménez envió varios correos electrónicos a la víctima. En ellos había mensajes muy similares a las cartas anónimas que recibió Helena Jubany. Se concluyó que su letra coincidía con los anónimos recibidos por Helena. 

Una de las principales hipótesis es que Helena Jubany fue víctima de un macabro juego de rol  practicado de manera voluntaria por los participantes. La familia de Jubany lleva años insistiendo en que se trató de un plan realizado por los cuatro acusados y liderado por Laiglesia. 

Ahora, la figura del primer investigado vuelve al foco después de llevar investigado desde febrero de 2023. Laigleisa vivía en el edificio en el que apareció muerta Jubany, tenía acceso a Noctamid y pertenecía a la UES. 

No hay que olvidar los objetos y evidencias halladas en casa de este individuo y su novia Montserrat. Además, en todos estos años ha dado versiones contradictorias sobre dónde se encontraba el día que desapareció Jubany y dónde durmió la noche del crimen.

Ahora, 23 años después, el caso de Helena Jubany parece estar cerca de resolverse.