Crimen John Lennon: Qué fue de Mark David Chapman, el asesino de Lennon hace 43 años
A sus 68 años, Mark David Chapman está en Green Haven, NY, sin libertad condicional.
El 8 de diciembre de 1980 el mundo de la música se teñía de luto. El cantante John Lennon era asesinado de cinco disparos por Mark David Chapman, un fanático desequilibrado, mientras regresaba a su domicilio en Nueva York. La muerte del compositor y líder de The Beatles consternó a todo el mundo, pero Lennon se convirtió en un dios de la modernidad. Como reacción inmediata a su muerte, los seguidores de Lennon llevaron póstumamente "Imagine" al número uno de las listas. Nunca tal número de seres humanos habían llorado tanto al escuchar una canción.
Tras cometer el crimen, Chapman esperó a las autoridades y se declaró culpable del asesinato de John Lennon. Un año después fue condenado a una pena que tendría un mínimo de veinte años y que podría alargarse a cadena perpetua. De acuerdo con esta condena el asesino de John Lennon podría haber salido de prisión en el año 2000, pero 20 años después continúa en el Centro Correccional de Green Haven en el Valle de Hudson en Nueva York a sus 68 años.
En todos estos años Chapman ha solicitado que se le otorgue el beneficio de la libertad condicional en doce ocasiones, pero ninguna ha sido aceptada. La última le fue denegada en agosto de 2022. Para la Justicia americana el regreso del asesino a la sociedad supone un peligro para la integridad física de los demás y para la suya propia. Cada dos años se entrevista con la Junta de Libertad Condicional y su próxima vista está programada para febrero de 2024.
La complicada vida de Chapman
Chapman es hijo de un militar y una enfermera. De niño sufrió malos tratos en casa y abusos sexuales. También fue víctima de bullying en el colegio. Unos años más tarde, Chapman quedó profundamente marcado por una de sus lecturas juveniles, El guardián entre el centeno, de Sallinger. El joven llegó a identificarse con el texto de tal forma que firmaba algunas de sus cartas con el título del libro asumiendo otra personalidad.
La situación mental del asesino de Lennon empeoró todavía más cuando fue abandonado por su pareja. Chapman intentó suicidarse sin éxito y nunca más levantó cabeza. Su desequilibrio mental se fue acrecentando y aseguraba escuchar voces en su interior. Comienza entonces a obsesionarse con John Lennon, al que admira profundamente, pero a quien reprocha su gran éxito. Un éxito que Chapman no tiene y que desea, un éxito que cree que el cantante no merece.
Por la mañana le pidió un autógrafo al icono del rock. Varias horas más tarde, le asestó varios tiros. Acabó así con el activista político, esposo y padre y creó un mito más, de esos que el propio Lennon, tres días antes en una entrevista, había declarado que no quería ser.
En el juicio quedó demostrado que, a pesar de sus problemas mentales, Chapman fue totalmente consciente del crimen que cometió. Su condena a cadena perpetua le mantiene hoy día en una prisión de máxima seguridad al oeste de Nueva York. Tanto la viuda de Lennon, Yoko Ono, como su familia, han pedido en varias ocasiones a los tribunales que el asesino permanezca entre rejas. Y por el momento, así continuará.
El asesinato de John Lennon
En la mañana del día 8 de diciembre de 1980 un hombre corpulento y con pinta de despistado, Mark David Chapman, se dirigía al edificio Dakota en Nueva York donde John Lennon vivía junto a Yoko Ono. A primera hora de ese día, el exbeatle protagonizó la que sería la última sesión fotográfica de su vida. A las cinco de la tarde salió de su casa y David Chapman se acercó a él para pedirle un autógrafo que el cantante estampó en su disco Double Fantasy.
Mientras el cantante acude a un estudio de grabación, Chapman se queda en la calle hablando con otros fans de Lennon, con una de ellas incluso comería, y se compra una nueva edición de El guardián entre el centeno. En la primera página firmaría como Holden Caulfield, el protagonista.
Por la noche John y Yoko volvían a casa. Chapman intentó hablar con él, pero el cantante pasó de largo. Chapman disparó cinco veces por la espalda. Enseguida llegó la policía y una ambulancia. Lennon moriría en un hospital a las 23:15 horas. Chapman se quedó sentado en la acera leyendo en voz alta pasajes de la novela de Salinger hasta que la policía lo detuvo.
Chapman inauguró una serie de casos de caza al famoso. Así recordaba él su crimen en una entrevista concedida a la CNN en 1992: “Yo estaba sentado dentro del arco del edificio Dakota. Estaba oscuro y hacía viento. Vi como una limusina se paró y sabía que era la de él. Me puse en pie. Se abrió la puerta trasera y salió Yoko y detrás John. Yoko pasó a mi lado. Asentí y Yoko pasó sin mirarme. John me miró y creo que me reconoció. Yo di cinco pasos y saqué mi arma y disparé. Su cuerpo cayó en unas escaleras. Yoko se lanzó llorando sobre su cuerpo”.
La histeria se desató. Uno de los ídolos de la cultura de masas del siglo XX había sido asesinado. Incluso hubo dos fans de Lennon que se suicidaron y Yoko Ono a través de los medios tuvo que pedir mesura, así como que se hiciera justicia con el hombre que había acabado con la vida de su marido. Hasta entonces Chapman era un perfecto desconocido.
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