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Una mesa verde con varias armas de fuego, municiones y cargadores, con un fondo que muestra los logotipos de la Guardia Civil y Europol.
SUCESOS

Aumenta la fabricación de armas de guerra en 3D: munición, explosivos y pistolas

La Guardia Civil desmantela en la 'Operación Carmelo' una red internacional que producía fusiles y armamento en España.

La Guardia Civil y Europol en el marco de la Operación Carmelo ha desmantelado una red transnacional dedicada a la producción de armas de guerra, en su mayoría fabricadas mediante la avanzada tecnología de impresión 3D. La acción policial, desplegada en ocho países europeos y americanos, se ha saldado con la detención de 14 individuos, la incautación de 80 armas y el cierre de 14 talleres clandestinos.

En España, epicentro de la operación, seis personas fueron arrestadas y se desmantelaron tres talleres ubicados estratégicamente en las provincias de Madrid, Jaén y León. Entre los objetos confiscados  se encuentran 42 armas de fuego, más de 32,000 cartuchos, 29 silenciadores, 18 kilogramos de sustancias explosivas, así como herramientas y maquinaria esenciales para la manufactura de armas.

La tecnología 3D al servicio del crimen

El taller desarticulado en la provincia de Madrid destacó por utilizar tecnología de impresión 3D en la fabricación de armas de fuego. En este lugar se descubrió un subfusil FGC-9, considerado una de las armas más letales desarrolladas con esta tecnología a nivel mundial, gracias a su capacidad para efectuar fuego automático como una ametralladora de tamaño reducido.

La imagen muestra una mesa con varios objetos incautados por la Guardia Civil, incluyendo una impresora 3D, filamento para impresora 3D, un silenciador, piezas de impresión 3D para un subfusil FGC-9 MK II, muelles recuperadores, munición manipulada y partes de un subfusil FGC-9 MK II, todo esto en un entorno de oficina con logotipos de la Guardia Civil y Europol en el fondo.
Armas de fuego y tecnología incautada en la macrooperación Carmelo. | Guardia Civil

La Operación Carmelo se puso en marcha a principios de este año, cuando especialistas en tráfico de armas de la Jefatura de Información de la Guardia Civil identificaron a individuos en España  adquiriendo herramientas para la fabricación de armas de fuego.

Sin autorización y con antecedentes penales, estas personas llamaron la atención de las autoridades, desencadenando una colaboración internacional que involucró a Reino Unido, Suecia, Irlanda, Alemania, Países Bajos y Canadá. En total, la operación ha desmantelado talleres ilegales, arrestado a sospechosos y confiscado armamento en múltiples frentes, evidenciando la importancia de la cooperación internacional en la lucha contra el crimen organizado.

Aumento de delitos con armas simuladas

Crear un arma se ha convertido en algo sencillo, ya que los planos se encuentran en Internet y solo se necesita poseer una impresora que sea capaz de imprimir en tres dimensiones. En España, la Guardia Civil ya desmanteló en septiembre de 2022 una fábrica clandestina en Bermeo (Vizcaya) que producía componentes para montar armas de guerra, armas de fuego, artefactos explosivos y otros. En el registro encontraron dos impresoras 3D, armas listas para disparar y otra serie de armamento. 

Teniendo en cuenta el rendimiento que se puede obtener de una impresora 3D, el precio es más que asumible: con unos 600 euros, aunque ahora el precio está a la baja, se pueden conseguir varios modelos de este tipo de impresora. Por otro lado, los programas para fabricar los componentes necesarios y los planos para su posterior ensamblaje se encuentran disponibles en Internet en la  darknet. Por lo tanto, las armas hechas en impresión 3D son de fácil acceso para los ciudadanos aunque, según los expertos, no es muy probable que la impresión 3D pueda determinar el futuro del terrorismo, ya que hay opciones aún más sencillas y mucho más mortíferas como los drones o las armas biológicas.

En el mes de septiembre Islandia divulgó la detención de cuatro hombres sospechosos de planear el ataque a  instituciones del Estado. En el registro se incautaron tres armas semiautomáticas elaboradas con una impresora 3D. Pero tampoco hay que olvidar que en otros países, como Estados Unidos, la fabricación de armas es legal, dando lugar una cantidad considerable de armamento disponible al alcance de muchos. 

Según los expertos, la impresión 3D metálica “será aún más asequible en los próximos diez años y permitirá la producción de piezas más resistentes”. Interpol ha manifestado que “la rápida evolución de la tecnología puede convertirla en una amenaza más importante en un futuro próximo”. Mientras que Europol insiste en que “la impresión de armas en 3D no es un fenómeno nuevo, pero fabricar un arma completa en 3D sigue siendo un reto en comparación con la calidad del armamento convencional”. 

La Policía española ha registrado en los últimos años  un aumento considerable de los delitos con armas simuladas. Estas armas están prohibidas en la vía pública y su tenencia en algunos municipios requiere de una Tarjeta de Armas. El motivo por el cual muchos delincuentes deciden utilizar este tipo de armas es que son réplicas normalmente exactas de sus modelos de fuego real, por lo que en un primer vistazo es imposible darse cuenta de la impostura.

Además del parecido, cuentan con la  ventaja del precio, considerablemente más bajo que el de un arma real. Estas armas de detonación cuestan unos 100 euros, mientras que las otras superan mayoritariamente los 3.000 euros. Aunque las primeras sólo detonan, algo que las convierte en verdaderamente peligrosas es la  posibilidad de ser modificadas para convertirlas en armas de fuego.

Varias pistolas y revólveres incautados por la Policía Nacional sobre un fondo azul.
Armas simuladas. | Policía Nacional

En cualquier caso, se están utilizando para cometer delitos de todo tipo. Algunos intimidan con el arma con el fin de  atracar en tiendas o en sucursales bancarias. Hace tres semanas, en el centro de Madrid, un hombre entró en una sala de juegos ocultando su identidad y portando un arma que posteriormente en la detención policial se supo que era simulada. El pasado sábado 4 de septiembre de 2022, un ciudadano también la utilizó para obligar a las mujeres participantes en un acto feminista a que bajasen la música porque estaba demasiado alta.

El hecho de que las armas simuladas sean prácticamente iguales a las reales las convierte en un objeto peligroso. Por eso, no son pocas las voces que piden que se busque una solución, que podría pasar por acercar el precio de estas armas a las reales, controlar el acceso o hacerlas claramente distinguibles. 

Los orígenes de las armas hechas con impresión 3D

En el año 2013  Cody Wilson, un joven estudiante de derecho estadounidense, decidió colgar en Internet los planos de la pistola semiautomática que fabricó en su propia casa con una impresora 3D con el objetivo de que cualquier persona tuviera acceso a ellos de forma gratuita. Desde ese momento, todo ciudadano que tenga acceso a una impresora 3D es capaz de elaborar sin muchas dificultades un arma de fuego completamente funcional.

A partir de entonces, los agentes de la autoridad de todo el mundo, incluidos los de nuestro país, se prepararon para combatir este tipo de actividades que ponen al alcance de cualquier persona la creación de un arma, incrementándose exponencialmente el riesgo de que aumente su tráfico ilegal.

Tal y como explicó en Televisión Española Fernando Iglesias, jefe de Seguridad y Protección de Aduanas, existen tres factores por los que estas armas son una amenaza real. En primer lugar, son indetectables para los rayos X de cualquier escáner por lo que, al contrario que las pistolas convencionales, resulta muy sencillo pasar estos controles de seguridad. Además, no cuentan con un número de serie, por lo que resulta imposible mantener un control de cuántas existen en el mundo y, en tercer lugar, como pueden ser fabricadas por cualquier persona existe un riesgo de explosión al ser usadas.

Pese a que los planos de Cody Wilson fueron prohibidos en casi todo el mundo, todavía pueden encontrarse en los lugares más oscuros de Internet. Por otra parte, el acceso a impresoras 3D es muy sencillo y cada día son más cuantiosos los planos con instrucciones para crear armas que surgen. 

La amenaza que este tipo de armas en nuestro país ya es una realidad. Además del taller desmantelado por la Guardia Civil en Bermeo, se han producido hechos relacionados con la fabricación ilegal de armas mediante impresoras 3D en otros lugares de España como Galicia o Tenerife.

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