El asesinato de la mendigo Rosario Endrinal: El punto de inflexión en el Código Penal
El crimen de Rosario Endrinal en Barcelona en 2005 fue el precedente para introducir la aporofobia como delito de odio
Este 16 de diciembre se cumple 19 años del asesinato de Rosario Endrinal en Barcelona. Se trató de un brutal crimen contra una mujer sin hogar, que fue prendida fuego por tres jóvenes. Fue un asesinato que visibilizó el odio contra los pobres y la brutalidad que había contra las personas sin hogar en aquella época.
María del Rosario Endrinal Petit, de 51 años, se encontraba viviendo en un cajero del barrio de Sant Gervasi en la ciudad condal. En la madrugada del 16 de diciembre de 2005 tres jóvenes la rociaron con un disolvente inflamable que prendieron con una colilla.
Además, previamente la golpearon en varias ocasiones con un cono de obras y varios objetos. Tras ser agredida, Charo se encerró con el pestillo y los dos agresores se fueron. Estos individuos se fueron a por un menor de edad para que engañase a Rosario y le dejase sacar dinero.
La víctima quitó el pestillo y se quedó dormida, momento en el que los tres individuos la prendieron fuego. Los dos mayores de edad que acabaron con la vida de Charo eran Ricard Pinilla y Oriol Plana. Ambos aseguraron que no tenían intención de matarla, sino que solo pretendían divertirse y asustarla.
Rosario no murió en el acto, sino que agonizó durante 24 horas hasta que acabó falleciendo. En 2008 la Audiencia de Barcelona condenó a Pinilla y Plana a 16 años de prisión por asesinato con alevosía. Además, se les condenó a otro año de cárcel por los desperfectos derivados del incendio.
Se llegó a descubrir que los acusados ya habían vejado en varias ocasiones a otros indigentes. No obstante, no dudaron en echarle la culpa al menor, pero no se les creyó. El menor fue condenado a ocho años de internamiento.
Pinilla y Plana ingresaron en la prisión para jóvenes de la Trinidad a los pocos días de ser detenidos. Pinilla fue trasladado a Brians 1 y terminó de cumplir su condena en Wad-Ras, quedando en libertad en diciembre de 2022. Actualmente, los tres asesinos de Charo están libres tras cumplir sus respectivas condenas.
La aporofobia en el Código Penal
El asesinato de Charo conmocionó a la sociedad española por la violencia que sufrió esta “pobre mujer” por ser pobre. Además, los brutales hechos quedaron grabados por las cámaras de seguridad de la entidad bancaria donde dormía la víctima.
Los asesinos de Rosario Endrinal se aprovecharon de su indefensión y buscaron “divertirse”. Pese a la indignación social que supuso este crimen pasaron años hasta que este tipo de casos se comenzó a debatir en el ámbito judicial.
Sin embargo, nació la fundación Hogar Sí, que no cesó en sus esfuerzos porque se legislara contra este tipo de delitos. La lucha de esta fundación junto a entidades judiciales como el senador Joan Comorena dio lugar a que en 2018 se aprobase una proposición de ley.
Mendiga quemada en cajero de Barcelona
Con el paso de los años este tipo de delitos de odio contra los pobres y personas sin hogar por el hecho de serlo se tipificó como aporofobia. En mayo de 2021 se aprobó la inclusión de la aporofobia en el Código Penal como una agravante del delito de odio.
Y es que según recoge la fundación Hogar Sí alrededor del 50 por ciento de personas sin hogar han sufrido aporofobia. El caso de Rosario Endrinal fue el ejemplo más extremo de este tipo de delitos. Sin embargo, pese a su visibilización es una tipología delictiva que sigue presente en la sociedad.
Con la introducción de la aporofobia en el Código Penal se modificó la pena por delitos de odio. Concretamente, se modificó el artículo 510 castigando con penas de prisión de uno a tres años o multas de uno a dos años quienes "promuevan o inciten el odio" a personas por razón de su raza, etnia, origen, sexo, orientación y por aporofobia o exclusión social.
Por ende, el desgarrado asesinato de Rosario Endrinal permitió sentar nuevas bases en el Código Penal. Se visibilizó la aporofobia y la lucha social permitió que este delito sea más perseguido y castigado.
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