Apaleamiento en el convento valenciano de Gilet: Fallece uno de los frailes agredidos
El religioso estuvo hasta hoy en estado crítico por las heridas que le causó el detenido, un toxicómano con antecedentes
En la mañana del sábado 9 de noviembre un individuo de mediana edad atacaba a cinco frailes franciscanos del Monasterio del Santo Espíritu del Monte, en Gilet, al norte de Valencia. Tras ser apaleados, los religiosos sufrieron heridas de diferente consideración.
La Guardia Civil ante las preguntas de los medios comunicación dio por fallecido a fray Juan Antonio Llorente Espín, de 76 años. Sin embargo, según relataban este domingo a elcierredigital.com desde la comunidad franciscana y desde el hospital Cínico de Valencia, "está en estado muy crítico, pero todavía no ha fallecido". Finalmente, la Guardia Civil reconocía su grave error.
A pesar de los intentos por mantener al religioso con vida, este lunes se ha confirmado su fallecimiento. Según ha confirmado el diario El Mundo, "tenía la cabeza destrozada y el 1% de actividad cerebral".
Fue el fraile franciscano Fray Ángel Ramón quien, gracias a su corpulencia, se enfrentó al detenido y logró parar las agresiones a sus compañeros. Los religisosos lograron dar una descripción física del autor a los agentes de la Guardia Civil. Se trataba de un hombre de 1,80 metros de altura aproximadamente, complexión fuerte, brazos tatuados, rasgos faciales muy marcados y una edad comprendida entre 40 y 50 años.
Las Fuerzas de Seguridad comenzaron desde entonces su búsqueda y en la madrugada de este domingo día 10 se le detuvo cerca de la zona. Fue la Policía Nacional la que logró dar con el paradero de este hombre de 46 años, toxicómano y con antendentes policiales, por su supuesta relación con este brutal ataque.
El individuo escapó tras atacar con palos y botellas a los siete frailes franciscanos. Tal y como ha relatado uno de los frailes testigos del suceso, el fallecido "estaba tumbado boca arriba con la cabeza destrozada con una botella". Desde entonces la Benemérita y Policía Nacional llevaron a cabo un amplio dispositivo.
El detenido ha sido trasladado ya al cuartel de la Guardia Civil de Puçol y está previsto que este martes pase a disposición judicial.
Rasgos del detenido
El arrestado es un toxicómano de 46 años que cuenta con antecedentes policiales. Fue arrestado en un piso okupado en la localidad de Puerto de Sagunto (Valencia). Se trataría de un hombre que odia la religión.
Fue alrededor de las 10.00 horas de la mañana del sábado día 9 de noviembre, cuando este agresor saltó la valla del Monasterio del Santo Espíritu del Monte, en Gilet, y agredió a los religiosos con objetos del propio convento.
El objeto en cuestión sería un palo, así como botellas de cristal. Los religiosos habían terminado de desayunar y algunos se encontraban descansado en sus habitaciones.
Cinco franciscanos, como hemos mencionado, han sido víctimas de los ataques de este hombre que aseguraba actuar en nombre de Dios. De hecho, iba gritando que era Jesucristo. Uno de los frailes agredidos sigue en estado grave y permanece en el Hospital Clínico de Valencia.
Al conocer lo sucedido el provincial de los franciscanos de orden de la Inmaculada Concepción ha elaborado un comunicado, que transcribimos a continuación:
“Una persona perturbada ha entrado en el convento y ha ido agrediendo a los hermanos que estaban en su habitación, con la intención —según le escucharon— de matar a los frailes”, señala el comunicado.
Dos frailes, fray Federico Allara Aragó y fray Antonio Ivars Solbes, se han podido librar de los ataques. El primero se encontraba en la capellanía celebrando misa y el segundo en la huerta del convento. Al poco de ocurrir el suceso han acudido los servicios de emergencias y la Guardia Civil.
El agresor ha apaleado a las cuatro víctimas con ensañamiento y alevosía. “Condenamos sin paliativos esta agresión y nos unimos al sufrimiento de nuestros hermanos. Con las lesiones en el cuerpo y el dolor en el alma por lo vivido. Que, sin duda, deja profunda huella en las personas”, indica el comunicado.
“Pedimos también por el agresor para que sea consciente del daño y sea capaz de rectificar un comportamiento para nada propio de la condición humana”, añaden en el comunicado.
“Este acontecimiento también nos está pidiendo a todos los hermanos estar más atentos para evitar que puedan entrar en nuestras fraternidades personas que puedan ocasionar daños de cualquier tipo, y así saber cuidarnos mutuamente”, concluye el comunicado.
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