26 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

El menor de dos años falleció en septiembre de 2018 a causa de una paliza propinada por el novio de su madre biológica

El crimen del bebé Aarón sienta precedente: Prisión permanente para los asesinos de menores

Los asesinos del bebé Aarón en Elche.
Los asesinos del bebé Aarón en Elche.
Aarón, un niño de dos años, fue asesinado en septiembre de 2018 a manos del novio de su madre biológica, que le propinó una paliza y le estranguló. Su madre no hizo nada por evitarlo. Cuatro años después de su muerte y a raíz de esta, el Tribunal Superior de Justicia ha avalado la prisión permanente revisable para los asesinos de menores.

Año 2018. Una pareja de Elche, Alicante, asesinó al hijo de dos años de la mujer, Cristina Jiménez Moraleda. Como consecuencia del asesinato, tanto ella como su novio, Antonio Pérez Vázquez, fueron condenados por la Audiencia Provincial de Alicante a prisión permanente revisable. Sin embargo, en 2021 el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana anuló la pena. Ahora, dos años después de esta última sentencia, la Sala Segunda del Pleno del Tribunal Supremo ha declarado que los futuros asesinatos a menores de edad serán sancionados con prisión permanente revisable.

De este modo, el pequeño fallecido Aarón ha sentado un precedente para todos aquellos menores que son asesinados. Según el abogado que lleva el caso, Marcos García-Montes —del bufete jurídico Marcos García-Montes—, “esto es una sentencia férrea de cara al maltrato a niños con el asunto de la prisión permanente revisable”.

La nueva sentencia ha sido aprobada con doce votos a favor y cuatro en contra e impondrá la pena máxima de privación de libertad del Código Penal español a los asesinos de menores. La prisión permanente revisable fue aprobada en el Congreso de los Diputados el 26 de marzo de 2015 por parte del Partido Popular y condena a permanecer de por vida en la cárcel a aquellas personas que cometan delitos de gran magnitud (como asesinatos, en este caso, a menores) con revisiones a lo largo de su estancia en prisión para valorar la posible puesta en libertad del preso.

Aarón falleció el día 17 de septiembre de 2018. Cuatro días antes, el 13 de septiembre de 2018, Antonio Pérez le propinó una paliza al menor con patadas y puñetazos. También le estampó contra alguna superficie y, a continuación, le oprimió el cuello hasta que perdió la consciencia. La madre consintió lo sucedido pero, después de ver el estado del menor, le llevaron al hospital.

Los procesos judiciales del caso

Antes de esta nueva decisión de la justicia, en el año 2021 el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana revocó la pena de prisión permanente revisable a la pareja y la sustituyó por 23 años de prisión para cada uno, de los cuales 20 correspondían al asesinato y 3 a malos tratos.

La decisión fue tomada debido a que, a diferencia de otros casos —como el de Patrick Nogueira, el autor del cuádruple crimen de Pioz— y pese a los malos tratos, no tendrían presuntamente intencionalidad de matarlo ya que lo llevaron al hospital cuando vieron la gravedad de las lesiones.

Aarón y su padre biológico, Félix.

Un año antes, en Alicante, el jurado popular declaró a la pareja culpable del asesinato del bebé por unanimidad de los nueve miembros del jurado. Las acusaciones particulares ejercidas por el padre biológico de la víctima, Félix, y la Fiscalía alicantina solicitaban prisión permanente revisable.

La madre biológica del menor y el novio de esta también fueron acusados de maltratar de forma habitual al menor, que falleció en la UCI pediátrica del Hospital General de Alicante el 17 de septiembre de hace dos años, cuatro días después de que el bebé fuera ingresado muy grave.

"Era su forma de educar"

En las respuestas "objeto del veredicto" que justificaron el fallo de culpabilidad de la pareja, el jurado acreditó que el padrastro y autor del asesinato "era consciente que eso [la muerte] podía ocurrir porque el golpe que había recibido el menor y las veces que lo había cogido del cuello podía ocasionar su muerte. Era su forma de educarlo, ‘a golpes’ y hasta ahora no había pasado nunca hasta que pasó el día 13 de septiembre de 2018".

En otro punto se especificaba que "el objetivo del acusado en las lesiones anteriores a ese día era hacerlo callar, que no molestara, era su forma de educarlo. Dándole igual el daño que le iba a producir al bebé" y añadían que "Aarón, con dos años y cuatro meses, estaba a merced de su madre y de la persona que lo cuidaba". La madre siempre intentó ocultar la participación de su pareja en el asesinato, como demostraba el jurado en su argumentación: "Incluso ella misma, en las distintas versiones que da, habla en presente, ‘el niño se me cayó en la ducha’, ‘unos secuestradores nos secuestran al bebé y a mí’, ‘unos niños en el parque le han pegado una paliza’ pero, en cambio, ‘se demuestra probado que [ella] se encontraba en la vivienda con conocimiento de lo que hacía Antonio, no ayudando al bebé".

A consecuencia de su pasividad, aunque la madre no fuese autora material del asesinato, fue condenada igualmente por complicidad, lo que acarrea la misma pena que el delito en grado de autoría.

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