26 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

La joven de 16 años se personó voluntariamente en un juzgado de Figueres para confirmar que estaba bien y que no la habían secuestrado

Localizan a Anna Carrillo, desaparecida hace tres meses en Gerona: La menor se fugó "manipulada por terceros"

Anna Carrillo ha sido localizada después de tres meses.
Anna Carrillo ha sido localizada después de tres meses.
Anna Carrillo, la menor desaparecida desde el pasado catorce de febrero en Sant Miquel de Fluvià, se ha presentado en un juzgado de Figueres para confirmar que estaba bien y que no lo habían secuestrado. Lo ha hecho acompañada de Rafa, su presunta pareja, con quien se fugó hace ya tres meses. Finaliza así una intensa búsqueda, aunque no la investigación, que ahora se centrará en esclarecer con quién y dónde ha estado y hasta qué punto ha sido coaccionada.

Anna Carrillo, la menor desaparecida desde el pasado catorce de febrero en Sant Miquel de Fluvià, en Girona, ha sido localizada en un juzgado de Figueres, ante el que se presentó de forma voluntaria para confirmar que estaba bien y que no la habían secuestrado.

Lo hizo acompañada por su supuesto novio, Rafa de 19 años, con quien Anna habría abandonado su domicilio familiar hace ya tres meses. La pareja pretendía dar una prueba de vida y después marcharse, no obstante, y tras reconocer a la menor, funcionarios del juzgado contactaron con la familia de Anna y su representante, la abogada Judit Clos, que se personaron en el edificio. 

De este modo, finaliza una búsqueda “realmente complicada a pesar del trabajo incesable de los Mossos d’Esquadra” tal y como expresaba Joaquín Amills, presidente de la Asociación SOSdesaparecidos, hace unas semanas en elcierredigital.com. No obstante, la investigación sigue abierta y las diligencias se centrarán ahora en esclarecer con quién y dónde ha estado Anna todo este tiempo, qué le han dicho y hasta qué punto ha sido coaccionada. Además, se tendrán que depurar las responsabilidades por el encubrimiento de su huida y por la influencia ejercida sobre una menor desaparecida y vulnerable.

En este sentido se ha pronunciado la letrada de la familia, que ha calificado la huida como “un caso muy grave de manipulación por parte del chico y el entorno hacia la niña”, que ya era vulnerable por su estado psicológico y que ahora “sufre un estado de shock y unas secuelas” que tendrán que ser analizadas por los profesionales para recomendar las mejores soluciones. De hecho, según fuentes cercanas al entorno de la menor, a las que ha tenido acceso elcierredigital.com, Anna ya padecía una serie de problemas que requerían de seguimiento, y en otras ocasiones había protagonizado varios intentos frustrados de fuga.

"No sabemos quién les ha estado amparando, eso lo tendrán que dilucidar las investigaciones. Pero quien haya sido, posiblemente no sea consciente de que ha incurrido en un delito muy grave", declaró su abogada.

Además, Anna tendrá que ponerse al día con su escolarización, después de tres meses sin ir al instituto, y será tratada psicológicamente. "A Anna le queda un camino muy largo y duro por recorrer, pero ya está en casa, con su familia, y recibiendo tratamiento", concluía la letrada.

La familia, a través de su letrada, pide tranquilidad, "el resumen es que Anna está con los suyos, y eso es lo que importa". 

El vídeo de Instagram

La prueba de vida de Anna Carrillo ante el juzgado de Figueres esta semana no ha sido la única ocasión en la que se ha tenido constancia del estado de la menor durante este largo periplo.

Anna Carrillo en un fragmento de vídeo difundido en redes sociales. 

El pasado cuatro de marzo, la joven difundió un vídeo en Instagram de siete minutos y medio en el que ya expresaba que se encontraba bien y que no estaba retenida en contra de su voluntad. "Hola, soy Anna Carrillo, la joven supuestamente secuestrada". En el comunicado, explicaba además que se encontraba con “una amiga y su madre”, y que nadie la estaba obligando a pronunciar esas palabras.

La menor, asimismo, justificaba su ausencia diciendo que "para qué voy a dar señales de vida si ya pedí ayuda y no me hicieron caso" y añadía que su familia "me tuvo encerrada durante dos semanas, sin hablar con ningún amigo, sin poder denunciar a los Mossos, y me pegaban". Después de hablar de unos presuntos malos tratos que ya han sido desmentidos, añadía: "no quiero estar en casa, necesito estar lejos de ellos. No quiero volver".

"Hice todo lo que pude por lo legal, pedí ir a centros, los Mossos sabían lo que estaba ocurriendo, pero hablar con ellos era como hablar con una pared. Si alguien me ayuda yo vuelvo, pero el sistema es una basura, hicieron caso a mi madre. Yo no tengo palabra”, sentenciaba entonces la joven.

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