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Retrato de una mujer con corona y vestido azul adornado con perlas sobre un fondo rojo
SERIALES

Así llegaron los Borbones a España (VII): Isabel II, 'reina de los tristes' de Galdós

El reinado de Isabel II estuvo marcado por los escándalos, una larga lista de amantes y sus años finales en el exilio

Y Galdós no solo dijo eso sino muchas cosas más, como estudioso de la Casa de Borbón que era. “Los Borbones, como se sabe, son una familia francesa. Los propios franceses, después de larga experiencia a su costa, han definido esta familia diciendo que los Borbones nunca aprenden ni nunca olvidan. Llevan una fatalidad en la sangre. Parafraseando la definición francesa, pudiéramos decir que los Borbones son incorregibles (improgresivos) y resentidos (vengativos). Puestas en juego estas cualidades dentro del curso histórico, resultará que una monarquía borbónica será siempre incompatible y se opondrá por todos los medios a cualquier movimiento de progreso político y a la evolución liberal de los tiempos (...) las dos únicas monarquías donde no se pudo llegar a la democratización sincera han sido Austria y España".

"La dinastía española lleva en las venas una mezcla de sangre borbónica y austriaca, sin contar las aportaciones irregulares, clandestinas o fraudulentas, perfectamente comprobadas, pues los borbones, y sobre todo las borbonas, rara vez han sido dechado de honestidad y continencia. Isabel ll, abuela materna de nuestro monarca actual Alfonso XIII,  se casó (o la casaron) con un eunuco. Esto no obstante, se realizó el milagro (los Borbones suelen ser también bastante milagreros) de que obtuviese copiosa prole”, continuó.

Retrato de una joven reina vestida con un elegante vestido blanco y joyas, posando junto a un trono y una corona en un ambiente palaciego
Retrato de juventud de Isabel II | Museo del Prado
Reinado de Isabel II es como entrar en el infierno de la “Divina comedia” de Dante. Porque tanto en lo político como en lo humano y en lo personal todo provoca pena y repugnancia. Es cierto que Don Benito Pérez Galdós, por todo ello, la llamó “la de los tristes destinos”, que es el calificativo con el que pasó a la Historia, ¡ay!, pero no el de la intraHistoria, pues para el pueblo fue “La de los escándalos”. 

Y, en este caso, y a pesar de mi admiración por Don Benito, el pueblo tenía más razón, ya que, al igual que España inició el siglo XIX con un Desastre  (el de Trafalgar) y lo terminó con otro (el del 98), Doña Isabel, o la joven-niña-reina, inició su reinado con el escándalo de "El cerrojo de la Reina” (1844) y lo terminó con el de “El  rasgo” (1865) o sea, el Alfa y el Omega de un reinado que no solo hundió España sino que sería y seguirá siendo para siempre un borrón en el haber y el debe de la Casa de Borbón.

Los escándalos de su reinado

Veamos el primer escándalo: “El cerrojo de la Reina”. En 1844, recién coronada (lo había sido el año 1843, con 13 años), siendo presidente del Gobierno Don Salustiano de Olózaga, al parecer, se produjo una escena violenta cuando fue a la audiencia con la Reina, pues la joven Isabel se negó a firmar el Decreto de Disolución de las Cortes y, según declaraciones de la propia Reina ante notario, el Presidente la obligó violentamente a que lo firmara e incluso cerrándole la puerta con cerrojo para que no saliera hasta que no firmara.

Sabido el acto por la Oposición, naturalmente, se produjo un verdadero escándalo político, porque si siempre es un delito violar a una mujer más lo era violentar a su Majestad la Reina… pero, el caso es que cuando fueron a tomarle testimonio los miembros de la Comisión Parlamentaria que se había elegido para clarificar los hechos, el secretario de la misma, el marrullero y sibilino  González Bravo se percató de que el despacho real no tenia cerrojo…¡¡Oh, Dios!! ... a pesar de lo cual el señor Olózaga tuvo que marcharse al exilio esa misma noche y a escondidas.

Veamos el segundo: el escándalo de “El rasgo”. Se produce el 10 de abril, "la Noche de San Daniel", cuando en un enfrentamiento de los estudiantes con la Guardia Civil y la Policía en la Puerta del Sol  de Madrid mueren más de 20 personas. El Rector de la Universidad y varios catedráticos críticos con el Gobierno que presidía el general Narváez acaban destituidos y en la cárcel.

Emilio Castelar, que ya se había ganado la inquina del Dictador, por su artículo "El Rasgo" ("La Democracia",22-2-1864) dice entonces: “La Monarquía se hunde y la Reina no se entera. España es como una tartana que, con los caballos desbocados, se dirige alegremente hacia el precipicio. O alguien frena esta locura o acabaremos todos cayendo en el hoyo".

Ilustración antigua de una multitud enfrentándose a la policía montada en una calle de ciudad, con chorros de agua cayendo desde los edificios y personas corriendo y agachándose en el caos
Represión de la "Noche de San Daniel" | Archivo

También se habló de sacar a subasta los bienes de la Corona por expreso deseo de Doña Isabel. La cosa no hubiera llegado a más, en aquella España de corrupciones o corruptelas, si no hubiera sido porque la Reina se reservaba el 25% de la venta de los bienes reales. Aquello muchos lo consideraron un escándalo, porque entendían que los bienes de la Corona eran bienes del Estado y no se podían vender si no era con el consentimiento del Parlamento y por supuesto sin el porcentaje para la fortuna particular de la Reina. El "rasgo", según Castelar, en realidad era una “apropiación indebida”, con lenguaje de hoy.

O sea, que con ella “llegó el escándalo” y con ella todo su reinado fue un escándalo.

De la pragmática sanción a reina

Pero antes de seguir, no hay más remedio que entrar, lo justo, en su biografía personal: Isabel II era hija del rey Fernando VII y de su cuarta esposa, María Cristina de Borbón-Dos Sicilias. Su padre había estado casado anteriormente en tres ocasiones, pero ninguna de sus esposas le había dado descendencia que le pudiese suceder. En previsión de una eventual falta de descendencia directa masculina, el 29 de marzo de 1830, el rey Fernando VII, en detrimento de su hermano Carlos María Isidro, promulgó la Pragmática Sanción de 1830.

Esta Ley se limitó a publicar el texto aprobado por las Cortes y conocido como la Pragmática Sanción de 1789, y que, restaurando el sistema de sucesión tradicional en España, permitía a su descendencia femenina sucederle tras su fallecimiento, si el soberano fallecía sin hijos varones (El monarca solo tendría dos hijas, Isabel y su hermana, la infanta Luisa Fernanda, nacida en 1832).

Isabel nació el 10 de octubre de 1830 en el Palacio Real de Madrid. Fue bautizada en la capilla del mismo Al día siguiente y fueron sus padrinos sus tíos: el rey de las Dos Sicilias, Francisco I y su esposa María Isabel de Borbón. Tras ello, el 13 de octubre de 1830 y de acuerdo con la Pragmática Sanción su padre mandó que, hasta el eventual nacimiento de un hijo varón, se guardasen a la infanta heredera los honores correspondientes a los Príncipes de Asturias.

Isabel II ascendió al trono de España el 29 de septiembre de 1833 tras la muerte de su padre, sin haber cumplido todavía los tres años, motivo por el cual fue necesario nombrar a su madre, María Cristina de Borbón-Dos Sicilias, Regente del reino.

Retrato de una mujer con vestido rojo, collar de perlas y peinado elaborado con adornos
María Cristina de Borbón-Dos Sicilias, madre de Isabel II y regente del reino | Real Academia de Historia

"La Regente es una dama casada en secreto y embarazada en público".

Eso y una Guerra Civil de seis años. Porque ni el infante Don Carlos María, el hermano del "Felón", ni sus seguidores absolutistas, habían aceptado la "Pragmática Sanción" y se habían echado al monte con las armas en la mano. Por tanto, esa fue la infancia de la Reina de los tristes destinos: escándalos sexuales a la vista y guerra... y con ese telón de fondo le impusieron la Corona, con 13 años, uno antes de lo que establecía la Ley.

Una presa fácil para los cocodrilos, las ratas y las serpientes políticas y partidistas que se disputaban el Poder... y a los que no les interesaba preparar a la reina-niña, pues cuanto más ignorante permaneciera más fácil sería servirse de ella (como le reconocería a Galdos muchos años después, ya en el exilio: "Yo tenía entonces 14, 15, 17, 18, 19---y  me habían metido en un laberinto por el que tenía que andar palpando las paredes, pues no había luz que me guiara...y si uno la encendía el otro la apagaba... uno me aconsejaba una cosa y el otro la contraria y venía el tercero y me recomendaba otra totalmente contraria... ¿Y yo, qué podía hacer yo, tan jovencilla, Reina a los 13 años? ).

De esta época podemos valorar la descripción que hace el conde de Romanones de Isabel ll:

"A los diez años Isabel resultaba atrasada, apenas si sabía leer con rapidez, la forma de su letra era la propia de las mujeres del pueblo, de la aritmética apenas sólo sabía sumar siempre que los sumandos fueran sencillos, su ortografía pésima. Odiaba la lectura, sus únicos entretenimientos eran los juguetes y los perritos. Por haber estado exclusivamente en manos de los camaristas ignoraba las reglas del buen comer, su comportamiento en la mesa era deplorable, y todas esas características, de algún modo, la acompañaron toda su vida". 

Isabel, ciertamente, era una mujer con escasas cualidades intelectuales, frívola y vaga... y, aunque muchos lo nieguen y, por sus orígenes y, por su ADN borbónico, una ninfómana.

La boda de la reina

Pero su tragedia personal le llegó al casarse con su primo, el infante Francisco de Asís de Borbón, Duque de Cádiz, cuando tenia 16 años. Los cónyuges eran primos carnales por vía doble y el matrimonio hizo aguas desde la misma noche de bodas, ya que el infante era homosexual y tenia problemas sexuales orgásmicos. La boda se celebró el 10 de octubre de 1846 en el salón del Trono del Palacio Real de Madrid y fue una boda doble, pues al mismo tiempo su hermana, la infanta Luisa Fernanda, contrajo matrimonio con el Príncipe Antonio de Orleans Montpensier e hijo menor de Luis Felipe I de Francia.

¡¡Oh Dios!! ahí comenzó el viacrucis, porque, según comentaría días después la propia novia, dijo al ser preguntada cómo le había ido su primera noche de amor dijo: “¡¡Un desastre!! ¿Qué podía esperar de un hombre que la noche de bodas al desnudarse llevaba más encajes que yo?”.

Pareja vestida con ropa de época posando para una fotografía antigua en blanco y negro
Isabel II y Francisco de Asís | Archivo

Y, ciertamente, aquello fue una tragedia, ya que, como veremos después, su vida fue un verdadero escándalo sexual desde el principio (malas lenguas ya dijeron cuando se supo de su primer embarazo que el padre era Don Salustiano de Olózaga, el Jefe del Gobierno a la sazón)  hasta el punto que de los 12 hijos que oficialmente pasaron por ser legítimos la intrahistoria asegura que ninguno fue del Infante Asís ni del mismo padre.

Su Reinado abarcó un período de transición en España en el que la Monarquía fue cediendo poder político al parlamento, pero con continuas trabas a la participación de los ciudadanos en asuntos de gobierno. En el terreno de la lucha por las libertades democráticas su Reinado fue un fracaso; también se falsearon las instituciones y se propagó la corrupción electoral. Ningún partido en el Poder perdió unas elecciones, porque el "pucherazo" estaba asegurado.  Si hubo cambios fue por la interferencia de una casta militar que cambiaba gobiernos a base de pronunciamientos o golpes de estado de uno u otro signo.

Según autores como Jesús Cruz, el reinado de Isabel II se podría catalogar como uno de los más corruptos en la historia de España. Fácilmente manipulada por sus ministros y por la “camarilla” religiosa de la Corte (compuesta principalmente por el padre Claret, su confesor; el padre Fulgencio, confesor de su marido, y sor Patrocinio), la reina interfería con frecuencia en la política de la nación (en una ocasión llegó incluso a postularse como Presidenta del gobierno) lo que la hizo impopular entre los políticos y acabó por causar su final al dar paso a la Revolución de 1868.

Hechos resaltables de su Reinado fueron el atentado que sufrió el 2 de febrero de 1852, cuando el cura Martín Merino quiso acabar con su vida clavándole un estilete en el costado, mientras se encontraba en la Basílica de Nuestra Señora de Atocha, poco después de haber dado a luz a su hija Isabel. La reina se recuperó en pocos días y el cura fue ejecutado tras un rápido juicio en el que se dictaminó que había actuado en solitario y por iniciativa propia.

Camino del exilio

Y más importante aún fue el motín-sublevación del Cuartel de artillería de San Gil, que se produjo el 22 de junio de 1866 en Madrid, bajo los auspicios de los partidos progresista y democrático con la intención de derribar la Monarquía… y no solo fue grave por las consecuencias que tuvo, sino porque, en realidad, fue el primer “movimiento revolucionario de España”, ya que fue el primero en poner en duda la legitimidad de Isabel II y el objetivo final era la Monarquía.

Los sargentos de artillería que se sublevaron tenían motivos de queja contra el Gobierno, porque este no les permitía promocionarse más allá del empleo de capitán, al no haber salido de la Academia de Artillería de Segovia y estaba previsto que los tres regimientos sublevados se dirigieran al interior de la ciudad hacia la Puerta del Sol y con la colaboración de los milicianos movilizados por los radicales hacerse con el poder.

En pocas horas Madrid se llenó de barricadas callejeras. Sin embargo, la sublevación y las barricadas fueron barridas a cañonazos por las tropas que dirigía el General Serrano en menos que canta el gallo... y el presidente del Gobierno, el general O’Donnell, no tuvo más remedio que aplicar una dura represión,  dado que los sublevados habían asesinado a sus jefes y habían repartidos fusiles a los paisanos proletarios que acudían a recibirlos. Opinión que era compartida por Narváez.

Retrato de un hombre con bigote vestido con uniforme militar decorado y fondo azul oscuro
Leopoldo O'Donnell | Real Academia

Fueron fusiladas 66 personas, en su inmensa mayoría sargentos de artillería, y también algunos soldados. El 7 de julio se produjeron los últimos fusilamientos, entre los que se incluyeron el del general carlista Juan Ordóñez de Lara, el de quien había asesinado al coronel Don Federico Puig y el de un paisano que había dado muerte a un guardia civil en la calle de Toledo, según publica La Gaceta.

A pesar de eso la reina insistió ante O'Donnell para que fueran fusilados inmediatamente todos los detenidos, alrededor de unos mil, a lo que el jefe del gobierno se negó y se dijo que comentó:

 “¿Pues no ve esa señora que, si se fusila a todos los soldados cogidos, va a derramarse tanta sangre que llegará hasta su alcoba y se ahogará en ella?”.

Los condenados a muerte fueron fusilados junto a los muros exteriores de la plaza de toros, que entonces estaba situada a un centenar escaso de metros de la Puerta de Alcalá. Y, ciertamente, la sangre de aquellos sargentos fusilados ahogó a la Reina y a la Monarquía, ya que dos años más tarde Doña Isabel tuvo que coger el tren del exilio (y en París vivió los 32 años más que vivió).

Este hecho marcó para siempre el reinado de Isabel II, puesto que los absolutistas se agruparon en torno a los derechos dinásticos del infante Carlos María, provocando las conocidas tres guerras carlistas, que ensangrentaron al país a lo largo del siglo XIX.

Ante los escándalos que había en la Corte, hace que sea sustituida por el primer espadón de la época, el general Espartero, hasta que éste fue obligado a abandonar el cargo a mediados de 1843. Con la finalidad de evitar una tercera Regencia, se adelantó la mayoría de edad de Isabel II a trece años.

Isabel II se vio fácilmente manipulada por los intereses partidistas, tanto por sus familiares como por las camarillas cortesana y determinados políticos. Al mismo tiempo, se veía las dificultadles que tenía para cumplir de forma eficaz las funciones políticas que el sistema constitucional le confería.

Los preceptores

Naturalmente, a la niña-reina, nada más nacer la rodearon de servidores y, por supuesto, de preceptores y profesores. El preceptor mayor fue don Agustín Arguelles, aquel orador "divino" que tanto destacó en las Cortes de Cádiz, aunque ya era casi un anciano y estaba enfermo. Su profesor general y maestro de música, fue don José Vicente Ventosa, un gran catedrático del conservatorio, de gran prestigio... pero, que al final tuvo que ser expulsado de palacio por intentos de abusos sexuales contra la niña.

También figuraba como profesor,  de arte y sociedad don Francisco Frontela, también llamado Valdemosa a quién se le conocía como amante de la reina, tal vez por que fue al primero que le concedió la Cruz de Carlos lll y padre de uno de sus hijos... y, al decir de todos el intelectual y líder de los liberales, don Salustiano Olózaga, que al parecer fue el que la desfloró y la inició en los principios amorosos.

Retrato antiguo de un hombre mayor con patillas prominentes y cabello ondulado vestido con ropa formal
Salustiano Olózaga | Real Academia

Pero su formación se limitó a una educación basada en las normas sociales, en la religión y en el estudio del piano. Nada de ciencias, ni humanidades, ni derecho ni política (quizás por las enseñanzas que dejó en la familia Borbón la Reina María Luisa, la mujer del abuelo Carlos IV, que mantuvo siempre que las mujeres españolas sólo tenían que estudiar y aprender las cosas de la cama y la cocina). Isabel no se acostaba antes de 5 de la madrugada ni se levantaba antes de las 3 de la tarde.

Y ahora la lista de amantes

No sé si he dicho ya y si no lo digo ahora, que esta Isabel ll me trae al recuerdo, inevitablemente, a mi profesora Doña Carmen Llorca, la primera mujer que se atrevió a escribir una biografía de Isabel ll, a quien agradeceré siempre que introdujera en mi cerebro "la Historia como pasión". Pues recuerdo que un día que me invitó a comer a su casa de la calle Luchana, de Madrid, se pasó más de una hora hablándome "de los amores y amoríos" de la niña-reina.

--¿Sabes, Merino, que por primera vez en mi vida de escritora tuve que autocensurarme?

--¿Y eso, Doña Carmen?

--Pues, porque su vida sexual fue tan revolucionaria y amoral que hay cosas que a mí como mujer, hasta me da vergüenza citarlas. Sobre todo, me encontré con un libreto-panfleto, que al parecer hicieron los hermanos Bécquer, (imágenes y textos) que repugnan a la vista y resulta casi imposible mirarlas y leerlos.

Por tanto, no debe sorprender la lista de los amantes "oficiales", y digo oficiales porque fueron los que se conocieron por entonces, y los que pasaron a la Historia. Pero, la intrahistoria dice que hubo otros muchos más.

Retrato de un hombre con bigote vestido con uniforme militar elegante adornado con medallas y una banda roja
El capitán general Francisco de Serrano y Domínguez, I duque de la Torre | Museo del Prado

Otros amantes fueron:

- El cantante José Mirall, cuya voz entusiasmaba a la Reina.

- El conocido compositor Emiliano Arrieta,

- El coronel Gándara

- Don Manuel Lorenzo de Acuña, marqués de Bedmar.

- El capitán José María Arana, conocido como “el pollo Arana”,

- El capitán de ingenieros Enrique Puig-Moltó conocido como “el pollo real”, que fue el padre de Alfonso XII, al que llamaron puigmolteño. Se dice que un día hablando Isabel con su hijo Alfonso XII de dijo “Hijo mío, la única sangre Borbón que corre por tus venas es la mía”.

- El general O´Donnell

- El secretario Miguel Tenorio

- El cantante Tirso Obregón

- El empresario José de Murga y Reolid

- El marqués de Linares.

- El gobernador de Madrid y posterior Ministro de Ultramar, Carlos Marfori y Calleja, que le acompañará a París cuando se exilia por el triunfo de la Gloriosa de 1868.

- El capitán de artillería, José Ramón de la Puente.

Fruto de estas relaciones tuvo los siguientes hijos:

- El 20 de mayo de 1849 da a luz un varón fallecido en el parto, hijo del marqués de Bedmar.

- El 12 de julio de 1850 dio a luz un nuevo varón que falleció a los cinco minutos de nacer, de padre desconocido

- El 20 de diciembre de 1851, dio a luz a la infanta María Isabel Francisca de Asís, popularmente conocida como la Chata, princesa de Asturias, hasta el nacimiento de Alfonso XII, hija del capitán José Ruiz Arana.

- El 5 de enero de 1854, nace la infanta María Cristina, muerta al poco de nacer y que fue enterrada en el Panteón de El Escorial, de padre desconocido.

- El 24 de noviembre de 1855, tuvo un aborto avanzado, tras haberse publicado en la Gaceta de Madrid el embarazo real, de padre no conocido.

- El 20 de junio de 1856, hay un nuevo aborto de padre no conocido.

- El 28 de noviembre de 1857; Alfonso, príncipe de Asturias y más tarde rey de España, era hijo del capitán de ingenieros Enrique Puig Moltó.  A punto de dar a luz al futuro Alfonso XII, la Reina preguntó al médico que la atendía, Don  Tomás Eustaquio del Corral y Oña, si la criatura sería varón o hembra. Le contestó “Varón”, por ello y en señal de agradecimiento  le nombró marqués del Real Acierto.

Fotografía antigua en sepia de una mujer sentada junto a un niño que sostiene un libro
Isabel II junto a su hijo Alfonso XII | Archivo
 - En el año 1861 tuvo a María del Pilar Berenguela fallecida a los dieciocho años, hija del amante Marfori.

- En el año 1862 tuvo a María de la Paz de Borbón y Borbón, que fue casada con Luis Fernando de Baviera. Hija de Marfori

- En el año 1864 tuvo a María Eulalia de Borbón y Borbón, duquesa de Galliera, fue casada c

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