
Estrellas frikis de la TV (I): Vuelve Yurena, el mito blindado por Margarita Seisdedos
La mediática vasca regresa al foco con un biopic sobre su vida desde su origen como Tamara al boom en Crónicas Marcianas
El 18 de julio de 2025, Netflix lanzó 'Superestar', la esperada serie biográfica que repasa la vida y carrera de Yurena (Barakaldo, 1969). Antiguamente conocida como Tamara, fue musa involuntaria de la televisión más estridente de los primeros años 2000. Producida por Los Javis y dirigida por Nacho Vigalondo, la ficción reivindica una figura que, durante años, fue víctima del sensacionalismo y el escarnio público, pero también emblema de perseverancia.
Superestar | Tráiler Oficial | Netflix España
Con esta producción y el documental Sigo siendo la misma,Yurena deja atrás la caricatura mediática y asume el control de su propia historia. Pero, ¿quién es realmente Yurena? ¿Qué hay detrás de su fama, su polémica y su redención cultural?
De Barakaldo al estrellato
Yurena nació como María del Mar Cuena Ruiz el 11 de diciembre de 1969 en Barakaldo (Vizcaya). Desde muy joven mostró una vocación artística alejada del personaje histriónico que la televisión construiría años después.
En los años 90 recibió formación vocal con la profesora Concha Jiménez y reeducó su voz con el foniatra Balbino Rojo. Su primer concierto fue en 1991, en un pub de Portugalete. Para 1993 ya había grabado un disco con temas inéditos, incluida una versión embrionaria de 'A por ti', su futuro hit.

Fue en el año 2000 cuando su nombre, entonces Tamara, explotó mediáticamente gracias a los sencillos 'A por ti' y 'No cambié'. La acogida fue tan intensa como desconcertante. Su álbum debut, 'Superestar' (2001), fue producido por Carlos Berlanga y Nacho Canut, y presentaba un marcado estilo synth-pop y calidad profesional. Sin embargo, los medios la mostraron como un fenómeno “friki”, no como una cantante.
La televisión, especialmente Crónicas Marcianas, convirtió a Tamara en una figura recurrente, objeto de burlas, parodias y culto pop. Las portadas, las imitaciones y los debates eran diarios. Fue amada y ridiculizada a partes iguales. Como ella misma declaró años después, “el trato que recibí fue vergonzoso, llegué a sentir pánico al salir a la calle”.
En 2004, Tamara fue demandada por la cantante de boleros Tamara Macarena Valcárcel, lo que la obligó a cambiar su nombre artístico. Así nació Yurena, un acto no solo legal, sino simbólicamente poderoso: mató artísticamente a Tamara para comenzar de nuevo. Años más tarde, lo diría con claridad en 'Tu cara me suena' (2025): “Yo maté a Tamara”.
Durante un tiempo, Yurena se alejó de los focos. Regresó en 2012 con una nueva imagen, una discografía electrónica y más internacional, que incluyó temas como 'Go, Forget', 'On The Dancefloor' o 'Maybe'. Giras en Asia, colaboraciones con artistas como Samantha Hudson y Papa Topo, y un álbum recopilatorio (Around The World, 2016) consolidaron esta nueva etapa más sofisticada.
A pesar de la calidad y producción de su música, el estigma de sus inicios siguió pesando. “En España aún me queda mucho por lograr”, ha confesado en varias entrevistas. En cambio, en el extranjero— particularmente en China y Europa del Este. Sus canciones han alcanzado un notable reconocimiento en clubes.
La figura de Margarita Seisdedos: madre, escudo y mito
Pero Yurena no es solo música y televisión. Su historia no se entiende sin su madre, Margarita Seisdedos (1928–2019), una mujer que se convirtió en personaje mediático por su feroz defensa de su hija. Presente en platós, entrevistas y hasta en parodias, Margarita fue tanto un símbolo de protección como una víctima del sensacionalismo.

El famoso rumor del “ladrillo en el bolso”, con el que supuestamente se defendía de los periodistas, marcó su leyenda. Yurena ha negado repetidamente esta historia y ha expresado su dolor por la frivolización que aún persiste tras la muerte de su madre. “Mi vida estalló en mil pedazos cuando murió”, confesó al recordar su pérdida.
En 'Superestar', Rocío Ibáñez interpreta a Margarita, una muestra de que su papel fue esencial en el fenómeno cultural que hoy se revisita.
La televisión como campo de batalla y de 'supervivencia'
Desde Crónicas Marcianas hasta Sálvame, pasando por realities como Hotel Glam (2003), Supervivientes (2016) o Gran Hermano Dúo (2019), Yurena ha sido presencia constante en la televisión española. Ha vivido romances televisados, enfrentamientos virales (inolvidable su encontronazo con Massiel en Tómbola) y episodios humillantes, como los lanzamientos de huevos en su contra en plena calle.
Duelo de Divas en Tómbola: Tamara Vs Massiel
Sin embargo, lejos de alejarse de la pantalla, ha sabido usarla como escenario de reivindicación personal. Su aparición reciente en Bake Off: Famosos al horno (2025). Con desmayos, tensión arterial y momentos de humor, y su visita a Tu cara me suena marcan un viraje. Ahora, Yurena entra en los platós desde la dignidad, no desde la caricatura.
El estreno de Superestar y del documental Sigo siendo la misma marcan un punto de inflexión. La primera, una serie de seis capítulos con Ingrid García-Jonsson en el papel protagonista, explora su vida y los mecanismos del éxito instantáneo en la televisión de inicios de siglo. El segundo, dirigido por Marc Pujolar, ofrece un retrato coral de Yurena y figuras como Leonardo Dantés, Toni Genil o Paco Porras.

Durante la presentación de la serie, Netflix recreó un plató al estilo Crónicas Marcianas bajo el título Tiempo de Marte. Yurena apareció por sorpresa, abrazó a la actriz que la interpreta y declaró emocionada: “por fin se hace justicia”.
Hoy, Yurena ya no es solo el eco de un meme televisivo. Es una artista con más de tres décadas de carrera, con una discografía propia, una legión de seguidores fieles, y, por fin un relato digno. Como ella misma canta en su último sencillo, lanzado el 1 de abril de 2025: Maybe it's time to be heard.
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