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Edificio de dos pisos con fachada beige y un coche azul estacionado enfrente junto a un círculo que muestra una imagen de una mujer embarazada tocándose el vientre.
SALUD

Una sanitaria del SESCAM impide a una mujer ser madre: 'Se escudó en sus creencias'

La afectada buscaba iniciar un proceso de gestación en el pueblo albaceteño de Villamalea, pero no pudo al ser 2 mujeres

Ser madre hoy parece ser un problema de identidad. O, al menos, en ocasiones en Castilla-La Mancha, el territorio del líder socialista Emiliano Garcia-Page.

Una mujer afectada concretó una cita telefónica con el centro público de salud del SESCAM en Villamalea (Albacete) para iniciar el procedimiento de gestación. Tal y como ella relata a elcierredigital.com, “en esa llamada le comenté a la sanitaria que quería ser madre. A lo que ella me preguntó de entrada si tenía algún problema para poder ser madre”.

La respuesta de la mujer que quería ser madre fue que su pareja también era mujer. Ante ello, la respuesta de la sanitaria que atendió a Inés —nombre ficticio que utilizamos para resguardar su identidad— resultó ser sorprendente.

Le dijo: “No puedo iniciar el proceso de gestación por mis convicciones personales”. Cabe subrayar que la Ley de Reproducción Humana Asistida existe en España desde 2006. Y que, según los expertos consultados, "debe existir una igualdad de trato a parejas homosexuales con respecto a las heterosexuales".

Un médico con bata blanca lleva un estetoscopio alrededor del cuello.
Imagen de un médico | PixaBay

Ante esta respuesta, la afectada relata a elcierredigital.com que “no daba crédito". Tanto  que "me quedé en shock pensando si era legal lo que estaba diciéndome. No supe qué decirle”, explica Inés.

La sanitaria le dijo que se lo comentaría a sus compañeros. E indicó a Inés que cogiese otra cita para que otra sanitaria le pudiera derivar a ginecología.  

Inés cuenta a elcierredigital.com que cuando colgó el teléfono “fui consciente de que lo que había vivido y oído y pensé que no era legal”.

Según su relato, la sanitaria se amparó en el derecho de objeción de conciencia. Sin embargo, afirman los expertos consultados, "la no derivación a un especialista o la falta de información sobre el proceso no se contempla como parte de este derecho de objeción de conciencia".

Dos reclamaciones sin respuesta

La cita telefónica tuvo lugar el 10 de diciembre y el día 17 de ese mismo mes Inés decidió interponer una reclamación contra la sanitaria.

Paralelamente, cogió otra cita con otra médica que si le derivó a ginecología. Y hoy día, afortunadamente para ella, se encuentra en pleno proceso de gestación.

En esta primera reclamación Inés se limitó a contar lo que había vivido. No obstante, solicitó los informes de la sanitaria para interponer otra reclamación posterior el 21 de enero. En esta segunda reclamación la afectada aportó ya los informes preliminares.

En este informe se indica: “La paciente desea valoración por ginecología, por deseo de gestación, ya que no es heterosexual. Explico a la paciente respetuosamente mi derecho de gestión de conciencia respecto a no participar en este tipo de actividades por convicciones personales. Explico el procedimiento, doy toda la información y lo entiende”. 

Pese a que ha pasado ya mes y medio desde la primera reclamación, Inés no ha recibido respuesta alguna. Explica que “la sanitaria fue incapaz de informarme del proceso que tenía que vivir. Fue muy frustrante, y cuando vi el informe no daba crédito”.

Una persona sostiene un teléfono móvil que muestra una aplicación relacionada con una tarjeta de salud, mientras al fondo se observa un cartel con instrucciones y un código QR.
Una persona cogiendo cita en el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha | SESCAM

“Cuando me lo dijo directamente en la cita llegué a pensar que podía estar en todo su derecho. Sin embargo, cuando lo pensé más fríamente sentí muchísima rabia porque había recibido un trato muy injusto. Me estaban negando mis derechos”, añade Inés a elcierredigital.com. 

La afectada explica que “desde que le he dado voz pública al caso me he dado cuenta de la realidad tan injusta que vivimos personas como yo, quienes formamos parte del colectivo LGTBI. Por ello, me parece muy importante haber hecho público lo vivido”.

“También a raíz de hacerlo me estoy sintiendo aún peor, ya que veo la opinión de la gente y fue algo superinjusto. Habría que preguntarse qué es lo que tenemos en servicios públicos como la sanidad”, concluye la mujer afectada.

Según El Digital de Albacete, tanto la Gerencia de Atención Integrada de Albacete como la Delegación de Sanidad son conocedoras de la situación. Y todavía están tratando de conocer lo ocurrido.

Desde el SESCAM señalaron al reconocido periódico albaceteño que esta institución pública sanitaria de Castilla-La Mancha "es todo lo contrario al machismo y la homofobia”

Pero la realidad es que señalan que "se investigará lo sucedido para garantizar que no vuelva a ocurrir". Y todavía no hay respuesta.

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