La crisis del fentanilo: Acusan a ocho empresas chinas de su producción y distribución
Un analgésico que convertido en epidemia en las calles de Estados Unidos. El gigante americano atraviesa una gran crisis
Uno de los factores a combatir por EEUU en sus calles es el fentanilo y las muertes ligadas a esta peligrosa sustancia. El pasado 4 de octubre se conoció que el Departamento de Justicia estadounidense había acusado a ocho empresas chinas y a doce de sus ejecutivos de estar relacionados con la producción, distribución e importación de fentanilo y otros opioides a EE UU, personalidades y empresas que han sido imputadas. Las imputaciones las han realizado tribunales de los distritos del centro y sur de Florida.
Estas empresas anuncian en internet la venta de estos opioides por medio de varias plataformas. Y para evitar ser rastreados por las autoridades norteamericanas hacen uso de facturas fraudulentas, etiquetas falsas y direcciones de devolución falsas.
A causa de la imputación todas las propiedades de las personas y entidades sancionadas que se encuentren en Estados Unidos o en posesión de ciudadanos estadounidenses serán bloqueadas, además de prohibirse cualquier transacción en territorio estadounidense relacionada con estas propiedades.
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En sus investigaciones las autoridades norteamericanas se hicieron pasar por un cliente eventual, al que un ejecutivo recomendó un proveedor del fentanilo asegurándole que llevaría un nombre diferente en el etiquetado para asegurar una venta segura. El cliente resultó ser un agente de la Administración de Control de Drogas (DEA).
Además del fentanilo una de las empresas vendía xilazina, que es utilizada para incrementar los efectos del fentanilo. Sin embargo, los efectos de la xilazina no se neutralizan con el narcan, inyección usada para reanimar a una persona que sufre una sobredosis. Estas actividades ilícitas podrían dañar aún más las relaciones entre el país asiático y EEUU.
El terrible caso de Angus Cloud
El pasado 31 de julio Hollywood lloraba la pérdida de una estrella, una más. Angus Cloud, un joven actor de 25 años protagonista de la exitosa serie de HBO, Euphoria, fue hallado sin vida en su casa de Oakland. Ahora, dos meses después, la autopsia llevada a cabo por la oficina forense del condado de Alameda, California, ha revelado que murió a causa de un cóctel de sustancias (fentanilo, metanfetaminas, benzodiacepina y cocaína).
El actor tenía problemas de salud mental y estaba atravesando unos días difíciles, ya que había perdido a su padre a causa de un cáncer. Su familia tuvo que manifestarse a través de redes sociales para desmentir las informaciones que aseguraban que había sido un suicidio. “Quizá sabremos que fue víctima de una sobredosis accidental y trágica, pero es abundantemente claro que no tenía intenciones de irse de este mundo”, escribió por aquel entonces la progenitora.
La ciudad de Oakland, residencia habitual del actor, está situada en el estado de California y es considerada por fuentes policiales como una de las grandes vías del tráfico de drogas. El fentanilo empezó a tener éxito en zonas colindantes y se ha convertido en una verdadera pandemia incontrolable para el gigante americano.
Tenderloin, uno de los barrios donde el fentanilo está más presente
Aunque el consumo se da en todo el país, existen ciertos puntos calientes donde este es masivo, produciéndose diariamente numerosas alertas por sobredosis. Entre ellos, los barrios de Kensington, en Filadelfia, que es la capital del fentanilo; Baltimore, en Maryland, que es la capital de la heroína; o Tenderloin, en la ciudad de San Francisco.
El barrio de Tenderloin es una de las zonas donde más presentes están las drogas y el mercado negro. Es uno de los distritos de San Francisco donde más alto es el consumo de drogas y donde mayor es el índice de criminalidad. Tenderloin está considerada la zona cero de San Francisco del mercado de drogas al aire libre. Este distrito vio cómo su situación empeoraba a raíz de la pandemia.
THIS IS AMERICANS !
En los últimos meses se han producido un total de 300 arrestos de traficantes de drogas, donde se han incautado 103 kilos de narcóticos, incluidos 56 kilos de fentanilo. Aunque estas detenciones hacen gala del buen trabajo de las autoridades, también muestran la abundancia de drogas en la zona.
Tan solo en San Francisco, en el primer trimestre de 2023, fallecía una persona cada diez horas debido a una sobredosis, lo que supone un total de 200 muertes por sobredosis frente a las 142 personas que fallecieron en las mismas fechas el año pasado. El gran culpable de estas muertes es el fentanilo. Aunque ahora le hace la competencia el consumo de Alfa, otra droga especialmente potente que se ha puesto de moda.
Una sustancia peligrosa y mortífera
El fentanilo es una sustancia muy consumida en Estados Unidos. Según datos del Centro Nacional de Estadística sobre el Abuso de Drogas (NCDAS), casi 32 millones de personas consumen droga en Estados Unidos.
Hay dos tipos de fentanilo: el farmacéutico y el fabricado de forma ilegal. El primero se receta para tratar dolores intensos, sobre todo después de una operación o en etapas avanzadas de cáncer. El fentanilo puede causar la muerte con apenas una pequeña dosis. Su efecto, hasta 50 veces más fuerte que la heroína, hace que sea más adictivo y peligroso.
Sin embargo, gracias a la naloxona, un aerosol nasal medicado, numerosas personas que sufrían sobredosis han podido revivir. Actualmente, este "fármaco" está disponible en EE.UU, aunque en México aún necesita receta médica para poderse adquirir.
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El que se fabrica de forma ilegal tiene un efecto similar a la heroína y suele combinarse con otras drogas por su extrema potencia. Se puede encontrar en forma de polvo o líquido. En el primer caso, su aspecto es muy parecido a otras drogas y suele mezclarse con heroína, cocaína y metanfetaminas. En su forma líquida se encuentra como aerosol nasal, gotas para los ojos o se aplica en gotas en papel o en golosinas pequeñas.
Entre sus efectos figuran la felicidad extrema, aletargamiento, náuseas, confusión, estreñimiento, sedación, tolerancia, adicción, depresión respiratoria o paro respiratorio, pérdida del conocimiento, coma y, finalmente la muerte. A pesar de que no hay datos oficiales acerca de las muertes por fentanilo, diversas fuentes sanitarias de Estados Unidos apuntan que más de los dos tercios de las 107.000 sobredosis registradas el año pasado tienen un denominador común: el fentanilo.
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