Alerta sanitaria en España por la venta de queso afectado por la bacteria Salmonella

La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), ha emitido una alerta sanitaria en España, después de que se detectara la presencia de salmonella en varios lotes de queso de pasta blanda elaborado con leche cruda de oveja. Este hallazgo es especialmente preocupante para las personas que lo consuman, ya que puede suponer un riesgo muy grave para la salud.

Este producto es el Tou Casa Mateu, proveniente de la empresa Casa Mateu, que opera en gran parte Cataluña y Comunidad Valenciana. Hasta donde se sabe, en un principio el producto afectado ha sido distribuido por esas zonas. Pero no se descarta que pueda estar comercializándose también en otras comunidades.

El consumo de productos contaminados con la bacteria Salmonella, representa un riesgo significativo para la salud pública, puede causar enfermedades que pueden variar desde leves síntomas gastrointestinales, hasta producir graves complicaciones, especialmente en ciertos grupos de población. 

Además, desde AESAN recomiendan a las personas que hayan comprado este producto, en alguna de estas zonas, se abstengan de consumirlo como medida de precaución.

El tratamiento de la salmonelosis generalmente se centra en la rehidratación para reponer los líquidos perdidos debido a la diarrea y los vómitos. Los antibióticos solo se usan en casos graves.

Estas alertas subrayan la importancia de las organizaciones que garantizan la seguridad y salud pública en el ámbito de la alimentación. Su labor de vigilancia y control contribuye a proteger a la población de riesgos asociados con los alimentos, además de desempeñar un papel fundamental a la hora de garantizar que los alimentos que llegan a nuestras mesas son seguros y saludables. 

Riesgos de consumir productos con salmonella

Consumir productos afectados por la bacteria Salmonella, representa un riesgo significativo para la salud pública, aunque la mayoría de las personas se recuperan sin tratamiento específico a los cuatro o siete días, la enfermedad puede ser más grave, incluso mortal, para ciertos grupos.

Los síntomas más comunes que produce esta bacteria son diarrea, fiebre, vómitos, náuseas, dolores abdominales y de cabeza. Si esta entra en el torrente sanguíneo puede ocasionar problemas de salud más graves especialmente en niños y personas de avanzada edad.

La salmonelosis es una infección bacteriana que, generalmente afecta el tracto intestinal y en ocasiones al torrente sanguíneo, que se contagia a través del consumo de alimentos o agua contaminados y por el contacto con personas o animales infectados. Además, puede encontrarse en alimentos como los huevos, carnes crudas, productos lácteos no pasteurizados... Pero también puede contagiarse a través del contacto con mascotas infectadas como tortugas, pollos, perros y gatos.

Tras la alerta que envió la AESAN, el producto ha sido inmediatamente retirado. Sin embargo, se desconoce si otros productos de esta marca tienen los mismos problemas o si han podido eludir otros controles.

El tratamiento de la salmonelosis generalmente se centra en la rehidratación para reponer los líquidos perdidos debido a la diarrea y los vómitos. Los antibióticos solo se usan en casos graves, como en personas con el sistema inmunológico comprometido, lactantes, ancianos o aquellas que presentan síntomas severos.

Estos grupos, junto con mujeres embarazadas, son más vulnerables a sufrir complicaciones como infecciones sistémicas, que pueden requerir hospitalización.

La infección por salmonelosis suele manifestarse entre 6 y 72 horas después de la ingesta de alimentos contaminados. En la mayoría de los casos, los síntomas duran de cuatro a siete días. Por lo general, no se recomienda el uso de antibióticos ni de medicamentos que controlen la diarrea para los casos comunes con infecciones intestinales.

Además, para prevenir la infección por Salmonella, es fundamental mantener una buena higiene en la manipulación de alimentos, cocinar adecuadamente los productos de origen animal, y evitar el consumo de productos lácteos no pasteurizados o alimentos que hayan sido retirados del mercado por estar contaminados.