Alerta de 'cosmeticorexia' en adolescentes:'Usan productos con componentes peligrosos'
Para el Dr. Luis Montel, "si se utilizan cosméticos con químicos puede derivar en, por ejemplo, aparición de quistes"
Cada vez más niñas y adolescentes comienzan antes sus cuidados faciales o a llevar maquillaje. Quizá el motivo esté en relacionarlo con que cada vez más pronto se tiene acceso a la tecnología y a las redes.
Los menores conviven a diario con contenido que ven en plataformas como TikTok o YouTube. Hay muchos creadores de contenido que, bien por su profesión o simplemente como hobbie, comparten videos sobre recomendaciones de productos faciales y corporales para tener una “buena rutina”.
Contenido que claramente influye sobre estas niñas que lo consumen y se lanzan a la búsqueda de productos de adultos. Algunas incluso también crean ese contenido. Podría tratarse de un objetivo común “estar guapa y hacerse popular”.
Surge el término de “cosmeticorexia”. Un trastorno psicológico que se da por la obsesión o interés excesivo del uso de cosméticos y cuidados faciales para mejorar la apariencia.
Los padres juegan un papel importante. Ya que, al darles un dispositivo, permiten que accedan a ese contenido que aparentemente “es apto para todo el público”.
El problema viene cuando se encuentran con que su hija quiere comprarse maquillajes.
También diferentes productos faciales para cumplir con un “correcto skincare” con 14 años y sin haber consultado a un dermatólogo.
El usar determinados componentes en esas cremas o maquillajes puede repercutir en que la piel reaccione con problemas dermatológicos. Estarían utilizando productos para pieles más adultas en pieles jóvenes, sin ninguna necesidad.
Elcierredigital.com ha hablado con el Doctor Luis Montel, Experto en Medicina Deportiva, traumatología, estética y antiedad. Hemos abordado la influencia de las redes sociales en estas niñas que quieren acelerar llegar a su edad adulta, y algunas recomendaciones sobre cuidados.
El doctor afirma que si se da una relación de este trastorno de cosmeticorexia con las redes sociales. Y considera principal causante de esta situación a TikTok.
“Son videos cortos y divertidos que hacen gracia y se ven muchas veces. Lo que se hace como diversión, el ser humano lo usa más. Al verlo en repetidas ocasiones el cerebro lo aprende” indica el doctor.
“TikTok genera una explosión de dopamina que el cerebro necesita para ser feliz” explica. De esta forma, relaciona esta reacción del cerebro como un síntoma del Síndrome de la Infelicidad Perpetua.
“La cosmeticorexia es un síntoma de la causa del problema. El problema viene en que los niños están adelantando etapas. Están acortando la adolescencia saltando a una madurez inmadura”
¿Cómo deben actuar los padres?
“Es un error atacar el síntoma, hay que atacar la causa emocional. Hay que darle consejos y tratar de atenuarlo, si no, responderá en rebeldía” contesta el doctor.
Nos indica que el papel de los padres sobre el uso de las tecnologías o teléfonos móvil es hacerles ver con naturalidad a lo que pueden llegar con un dispositivo así.
Además, mostrarles que “un 90% de lo que va a ver a través del móvil pertenece a una realidad paralela. Hay que educarles en la responsabilidad y en el uso y conciencia de lo que suponen” afirma.
El doctor Montel nos cuenta que la piel es el órgano más grande.
“Es una capa permeable por el que hay acceso al torrente sanguíneo. Si se utiliza un cosmético con algún componente químico, parabeno o plásticos derivados del petróleo, entrarán a la sangre. Puede derivar en cáncer, quistes o aumento del envejecimiento de la piel por inhibirse la sudoración”.
También nos comenta que los fabricantes reducen el costo de producción y, así venden mucho a bajo precio.
¿Qué componentes se deben evitar?
Nos ha puesto en conocimiento de una serie de componentes nocivos, según la fundación canadiense David Suzuki. Estos ingredientes “sucios” debemos evitarlos al comprar productos para el rostro, el cuerpo, el pelo o las uñas.
BHA (butilhidroxianisol) у BHT (butilhidroxitolueno): En labiales y cremas humectantes. Puede provocar reacciones alérgicas y es un posible cancerígeno y disruptor endocrino. Es tóxico para ambientes acuáticos.
P-fenilendiamina y colorantes (“CI”, seguidos cinco dígitos): En tintes para el pelo. Están compuestos por metales pesados y aluminio, que son neurotóxicos. Muy tóxico para los ambientes acuáticos.
Ftalato de dibutilo (DBP): Presente en productos para las uñas. Afecta el sistema reproductor y la fertilidad porque es un presunto disruptor endocrino. Muy tóxico para los organismos acuáticos.
Formaldehídos: Como conservantes en varios cosméticos. Es un probado cancerígeno. Ingresa al organismo por inhalación o absorbido por la piel.
Parabenos: Son los conservantes más utilizados en cosmética. Penetran fácilmente en la piel e interfieren en la función hormonal. Imitan al estrógeno. Se los asocia al cáncer de mama.
Dietanolamina (DEA) y derivados: En jabones, champús y cremas. Provocan irritación cutánea y ocular. Considerados nocivos por la Unión Europea en exposiciones prolongadas o en altas dosis. Pueden provocar toxicidad aguda en otros seres vivos y se bioacumulan.
Fragancias: Las formulaciones son secretas por lo que no figuran en la etiqueta. Pueden provocar irritación, alergia, migrañas y síntomas parecidos al asma. Los almizcles sintéticos se bioacumulan en el tejido de animales.
Polietilenglicoles (PEG): Son espesantes presentes en las cremas. Algunos son cancerígenos o probables cancerígenos y disruptores nerviosos. No se los recomienda para pieles dañadas.
Petrolato (vaselina): En cremas hidratantes y productos para el cabello. Puede tener hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP), que son sustancias cancerígenas, además de irritantes y alérgicas.
Siloxanos (en la etiqueta figuran como D4, D5, D6 o ciclometicona): En productos capilares, cremas desodorantes y tratamientos faciales. Son tóxicos, persistentes y tienen el potencial de bioacumularse en los organismos acuáticos. Son disruptores endocrinos.
Lauril sulfato de sodio (SLES): Detergente y espumante presente en champús, geles de ducha y limpiadores faciales. Puede estar contaminado con otras sustancias cancerígenas y nocivas para el sistema nervioso. Puede irritar la piel y los ojos.
Triclosán: En desodorantes, desinfectantes de mano y pañuelos antibacterianos. Se sospecha que interfiere en la función hormonal. En EE. UU. fue detectado en la orina de casi el 75% de las personas analizadas. Irritante para la piel y los ojos.
Una correcta limpieza
“El cuidado básico de una piel es el lavado con jabón que tenga un PH neutro. Lavarse la cabeza una o dos veces en semana sería lo recomendable y un baño de cuerpo diario. Incidiendo en axilas y partes íntimas, para evitar infecciones, sobre todo en los chicos” indica Montel.
Respecto a hidratación recomienda una crema hidratante de base neutra. Si la persona es muy blanca de piel, recomienda el uso diario de protección solar en la cara ante la exposición. Especialmente en nariz y frente, que son las partes más expuestas a los rayos ultravioletas.
Además, propone el uso de aceites corporales únicamente para la noche. Es un error aplicarlos durante el día porque “bloquean la activación de Vitamina D en la piel”.
El doctor recomienda el uso de cremas que lleven complementos vegetales, que los pigmentos sean orgánicos para evitar los químicos.
En caso de que durante la etapa puberal presenten problemas de acné, dermatitis o alguna reacción en la piel, recomienda evitar el uso de cosméticos. Y por supuesto, acudir al dermatólogo para que dé un diagnóstico y un determinado tratamiento.
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