27 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

La intención del presidente blanquirojo es impulsar un nuevo estadio en un lugar distinto al actual con motivo del centenario del equipo madrileño

La rebelión vecinal frena la intentona de Raúl Martín Presa de llevarse al 'Rayo' fuera de la barriada de Vallecas

El Cierre Digital en Montaje sobre el estadio del Rayo Vallecano y Raúl Martín Presa.
Montaje sobre el estadio del Rayo Vallecano y Raúl Martín Presa.
La rebelión vecinal, con cadena humana incluida, ha frenado el proyecto para construir un nuevo estadio para el Rayo Vallecano, iniciativa que pretendía dejar atrás el emblemático campo de fútbol sito en medio del carismático barrio madrileño de Vallecas. El presidente rayista Raúl Martín Presa quería utilizar el centenario del club para conseguir sus objetivos, pero sus propósitos parecen no encontrar vía libre.

Una cadena humana de más de 300 personas formada hace 3 semanas en el estadio de Vallecas bajo el grito "El Rayo se queda; el Rayo no se va" advertía de la rebelión vecinal que se cocinaba en el emblemático barrio madrileño ante las informaciones que señalaban que se estaba estudiando construir un nuevo estadio en otra ubicación. 

Y es que, este traslado es el principal objetivo del presidente del club, Raúl Martín Presa, que lleva meses haciendo campaña para ensanchar el actual, situación que resulta imposible teniendo en cuenta que uno de los fondos da a una calle, o hacer uno nuevo. 

"El siguiente paso es que la masa social del Rayo siga creciendo. Y para ello necesitamos ampliar la capacidad del estadio o irnos a otro nuevo porque este hace tiempo se nos quedó pequeño. Eso son los objetivos a corto plazo", asegura el empresario. 

Martín Presa dice que realizar un nuevo estadio no tiene que implicar un cambio de barrio, pero la masa social rayista anda temerosa con que la destrucción del emblemático Campo de Vallecas implique su marcha a otro lugar no demasiado cercano

Hace unos días, pese a que el Rayo volvió a la senda de la victoria en casa tras 6 meses KO al deshacerse por 2 a 0 al Betis en lo que supuso el primer triunfo del nuevo técnico rayista Íñigo Pérez, la afición mostró su descontento con el plan de Martín Presa.

La Comunidad de Madrid, a priori, apoya el cambio de campo, pero existen temores con la instrumentalización de la afición rayista por parte de la oposición. También en el Ayuntamiento, ya que la socialista Reyes Maroto se acercó hace unos días al estadio para criticar el proyecto. 

Más Madrid, por su parte, presentó en 2022 una moción municipal para "promover las actuaciones necesarias ante el Gobierno de la Comunidad de Madrid para la adscripción del estadio de Vallecas al Ayuntamiento de Madrid, estableciendo los acuerdos más oportunos y subrogándose la Corporación municipal en el convenio actualmente vigente entre la Administración regional y la SAD Rayo Vallecano de Madrid". 

Campo de Vallecas. 

"Es muy habitual la propiedad pública de los estadios de fútbol: de los 42 equipos que integran la Primera y la Segunda División, 29 estadios son de titularidad pública (27 de titularidad municipal). En este sentido, el caso del estadio vallecano es una anomalía, ya que siete equipos madrileños forman parte de las máximas categorías, distribuidos en cinco ciudades. Salvo el de Vallecas, los otros cuatro estadios públicos madrileños —Leganés, Getafe, Alcorcón y Fuenlabrada— son de titularidad municipal", recordó la formación progresista. 

"Una cáscara vacía"

Raúl Martín Presa empaña los éxitos del primer equipo con el trato dispensado a la afición —que demuestra cada partido que no le traga—, a las categorías inferiores y al cuadro femenino, entrenado por Carlos Santiso, al que muchos rayistas quieren ver fuera del club tras haber jaleado una violación en un grupo de whatsapp.

Rayo Vallecano: Martín Presa:

Raúl Martin Presa.

El presidente ha convertido al Rayo en "una cáscara vacía", señalan peñistas e históricos consultados por Elcierredigital.com. Algunas voces recuerdan la "mala imagen" que dio cuando se pegó a puñetazos con el manager del futbolista Raúl de Tomás o cuando decidió invitar al palco del estadio a Santiago Abascal, líder de un partido contrario al espíritu del club casi centenario. 

Un mito del club de la franja, Óscar Trejo, renunció a la capitanía del Rayo por "no coincidir en la metodología ni el trato" que le dispensa Martín Presa "a los trabajadores y a los aficionados, la materia prima que realmente hace importante y diferente a este club". 

¿Es Martín Presa el verdadero dueño del Rayo Vallecano?

En 2011 un José María Ruiz-Mateos en horas bajas vendía el Rayo Vallecano por 966 euros a un desconocido empresario de artes gráficas, Raúl Martín Presa, que formaba parte del Consejo de Administración de al menos nueve empresas (Margi, Magnaprint, Martiplas, Serigrama, Digital SM, Adhegraf, Margicart y Cromosur) y tenía registradas a su nombre 8 patentes relacionadas con el mundo publicitario.

Martín Presa, que no ha dejado de enfrentarse a la afición rayista en los doce años que lleva al frente del club de la franja, sufrió pintadas en el Campo de fútbol de Vallecas que le acusaban de ser el "testaferro" de los Ruiz-Mateos, que intentaron negar vínculos.

El Rayo de Ruiz-Mateos y su guerra a Boyer - MARCA.com Móvil

Teresa Rivero y José María Ruiz-Mateos en el estadio del Rayo Vallecano.

En el juicio celebrado en 2016 por el fraude de los antiguos dirigentes del club a Hacienda, Javier Ruiz-Mateos aseguró que a su padre, en la venta tan simbólica del equipo, únicamente le movió su amor por el club: "La única condición que puso mi padre para vender fue la continuidad del Rayo Vallecano. El Rayo era una labor social. Había 1.000 chavales entre cantera y equipos femeninos (…). No podía pagar y mi padre no quería que desapareciese esa imagen. El objetivo de José María Ruiz-Mateos era que el Rayo no desapareciese. Que continuase”.

Martín Presa, que posteriormente lamentó haber heredado un pasivo de 40 millones de euros, negó ser un testaferro y aseguró haber visto en tres ocasiones a Javier Ruiz-Mateos, que por su parte afirmó haber coincidido con el presidente rayista solamente en la formalización de la compraventa en una notaría.

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