03 de junio de 2024
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FIN DE SEMANA

En 2004 la topmodel contrajo matrimonio con Beltrán Gómez Acebo, uno de los hijos de la infanta Pilar de Borbón, hermana del rey Emérito

Laura Ponte cumple medio siglo, la modelo gallega que emparentó con los Borbones

Laura Ponte.
Laura Ponte.
Acaba de cumplir 50 años y Laura Ponte continúa siendo una de las grandes de la moda de nuestro país. La modelo gallega, quien comenzó su trayectoria en la década de los noventa, y llegó a ser la tercera top mejor pagada del mundo, ha posado para Mario Testino y ha trabajado para Christian Lacroix. En 2004 dio el salto a la prensa rosa por su matrimonio con Beltrán Gómez-Acebo, uno de los hijos de la infanta Pilar, con quien tuvo a sus hijos Luis y Laura. Desde 2018 diseña vestidos de novia.

Es una de las grandes de la moda de nuestro país. El pasado nueve de mayo, la modelo gallega Laura Ponte cumplió 50 años. No solo ha desarrollado su talento dentro de las fronteras nacionales sino que ha sido musa de algunos de los diseñadores más prestigiosos del panorama internacional. 

En 2022 su vida cambió por completo. Tras sufrir un accidente en el que sufrió un perforación de la córnea del ojo izquierdo, la topmodel perdió un 20% de visión. A finales de año logró someterse a una operación en el que mediante un trasplante ocular pudo recuperar la vista que había perdido. 

De las ciencias políticas a las pasarelas

Laura Ponte nació en 1973 en el municipio gallego de Santiago de Compostela. La modelo nació en el seno de una reputada familia en la que prevalecía el mundo de las letras y la comunicación. Laura es hija de los periodistas José Manuel Ponte, quien además ocupó el cargo de jefe del diario La Nueva España y, Marcela Martínez Zapico. Además de Laura, la expareja son padres de Jacobo Ponte 

La modelo pasó su infancia en Asturias, concretamente en Oviedo y fue allí donde tuvo su primera toma de contacto con el mundo de la moda. Tal y como declaró a la revista Vogue "mi abuelo era sastre y me hacía trajes de hombre. O iba con pantalones de montar a caballo, aunque no montara". En aquella época, la modelo tuvo que hacer frente a la separación de sus padres así como a la decisión de la orientación de su futuro. 

En numerosas ocasiones, la modelo ha afirmado que "quería hacer Periodismo, pero mis padres –ambos periodistas– me dijeron que no, que no me valía para nada tener la carrera. También me interesó Bellas Artes, pero lo que me apetecía era dibujar, no estudiar. Mi madre quería que saliéramos de Oviedo y me apuntó por la UNED a Políticas. Tenía un novio que estudiaba Agrónomos en Inglaterra y aproveché para irme allí. Estuve año y medio y luego él se vino aquí y yo volví. Empecé a trabajar y no sabía muy bien lo que quería hacer". El destino le llevó a recalar en el mundo de las pasarelas

Laura Ponte en un reportaje para Vogue España en 1998. 

Desde su juventud, Laura Ponte era una joven que irradiaba belleza, la cual estaba lejos de los estándares femeninos que se exigían en la moda de la década de los noventa. Su carrera comenzó en 1993, cuando comenzó a desfilar en la Pasarela Cibeles e incluso ganó el concurso "The Look of the year".

Tenía un físico muy particular y una estética andrógina que cautivó a diseñadores de la talla de Valentino, Christian Lacroix, Ralph Lauren, Loewe, Karl Lagerfeld o firmas como La Perla. Además, se ha puesto al frente de los objetivos de algunos de los fotógrafos más prestigiosos de la industria como Steven Meisel, Jacques OlivarMario Testino o Richard Avedon y, a lo largo de su carrera ha protagonizado reportajes para revistas como Vogue, Elle o Telva

Pese a que en 1996, la revista Harper´s Bazaar la sitúa como la tercera modelo mejor pagada del mundo, la moda nunca fue la primera opción para Laura.  La top ha recalcado en numerosas ocasiones que "ser modelo nunca me ha gustado, he disfrutado, lo he pasado muy bien, he aprendido muchísimo, pero mi intención era ver cómo funcionaba el negocio. Nunca me ha llenado". 

Su vínculo con los Gómez-Acebo

En plena década de los noventa, además de una frenética carrera en el mundo de la moda, Laura Ponte dio el salto al papel cuche por su romance con Beltrán Gómez-Acebo, uno de los hijos de la infanta Pilar de Borbón, hermana de Don Juan Carlos. 

Nacido en Madrid el 20 de mayo de 1973. Beltrán, como es conocido familiarmente, desarrolla su trabajo en un sector empresarial que suele estar más unido a la llamada farándula. Y eso que Beltrán, desde su nacimiento, ha tenido siempre una cierta inclinación a la grandeza real, ya que en su bautizo actuaron como padrinos la Condesa de Castañeda, tía del Duque de Badajoz, y el príncipe Ataúlfo de Orleáns-Borbón, un bisnieto de Isabel II

Esta costumbre de tener como testigo en todos sus actos a algún miembro de la realeza lo llevó también a su jura de bandera. Fue en 1998 en el acuartelamiento Primo de Rivera, de Melilla, en presencia de su abuela materna, María de las Mercedes de Borbón y Orleans, la condesa de Barcelona. 

Desde siempre Beltrán ha tenido una preferencia especial por las modelos (se le ha llegado a relacionar con la maniquí Inés Sastre). Y, finalmente pasó por el altar con Laura Ponte, a quien conoció durante el verano de 1997 en una fiesta que la princesa Tatiana de Liechtenstein organizó en su casa de París.

El año 2004 fue un año decisivo para la pareja. En primera instancia, ambos asistieron a la boda de los entonces príncipes de Asturias donde Laura, vestida por el diseñador bilbaíno Miguel Palacio, fue considerada una de las invitadas más elegantes, al igual que en la cena que la familia real ofreció en el Palacio de El Pardo la noche anterior a la boda.

Invitadas a la boda de Felipe y Letizia - Laura Ponte | Moda | EL MUNDO

Laura Ponte junto a Belrán Gómez-Acebo en la boda de los príncipes de Asturias.

Como anécdota del enlace de los que serían los futuros reyes de España, Beltrán fue, junto a la periodista Menchu Álvarez Del Valle, uno de los elegidos para realizar una de las lecturas de la ceremonia. Además del vínculo familiar que les une, el monarca español mantiene una estrecha amistad con Beltrán

El 18 de septiembre de ese mismo año la pareja sellaba su historia de amor en una boda celebrada en la Real Colegiata del Real, en el Palacio de la Granja, de Segovia. La lista de invitados al evento ascendía a  508 asistentes y en la que por supuesto, figuraba la familia real española al completo. De hecho, Don Felipe y doña Letizia ejercieron como testigos.

El lugar del enlace fue escogido especialmente por la familia Gómez Acebo, ya que en el Palacio de La Granja fue donde nació don Juan de Borbón, el abuelo paterno del novio, y en el Panteón de la Colegiata reposan los restos de Felipe V e Isabel de Farnesio.

También especial fue una de las piezas musicales elegidas para el oficio religioso, el Ave María, compuesto especialmente por José Miguel Fernández Sastrón, esposo de Simoneta, y que interpretó el coro Magnificat. Tras el enlace, los invitados se trasladaron a la Finca del Esquileo ubicada en la localidad segoviana de Cabanillas del Monte.

Boda de Laura Ponte y Beltrán Gómez-Acebo.

Uno de los momentos más esperados del enlace era la llegada de la novia, quien apareció en un Rolls Royce junto a su padre. La modelo volvía a escoger al modisto bilbaíno para la creación de su vestido de novia, un diseño de estética años 30 y un velo de encaje de chantilly antiguo, que se lo había prestado su cuñada Isabel Peñalosa, esposa de su hermano Jacobo. Además, la gallega lució una diadema de brillantes propiedad de la infanta Pilar. 

De aquel día, Laura recordó en uno de los podcast del espacio 'Decir las cosas' que "al sufrir pánico escénico, lo que menos le gustó fue el paseíllo desde el coche hasta el altar". Además de la vergüenza que le provocaba ser el centro de atención, Laura reveló que durante la boda su padre, José Manuel Ponte, sufrió un ictus y como consecuencia, tuvo que ser ingresado. 

Cinco años después de la boda y la llegada de sus hijos, Luis y Laura, el matrimonio anunciaba su separación y en 2011 firmaban el divorcio. A pesar de la ruptura, Laura ha mantenido una excelente relación con los Gómez-Acebo e incluso no ha dudado en agradecer a la familia Borbón "lo mucho que la cuidaron" y en especial con Don Juan Carlos, con quien tiene infinidad de divertidas anécdotas.

Junto a la que fuera su suegra, con quien compartió jornadas en el rastrillo organizado por la Asociación Nuevo Futuro, mantuvo un vínculo muy estrecho hasta su fallecimiento en enero de 2020, es más, fue una de las asistentes al velatorio que se celebró en la casa de la Duquesa de Badajoz en la exclusiva urbanización madrileña de Puerta de Hierro.

Laura Ponte sigue siendo mi nuera' | loc | EL MUNDO

Laura Ponte y la infanta Pilar de Borbón.

Tras el divorcio, la relación de la modelo con el empresario es buena e incluso ambos han tenido la oportunidad de rehacer sus vidas. En 2016, el hijo de Doña Pilar volvía a pasar por el altar con la consultora de moda Andrea Pascual con quien tuvo a su hijo Juan. Por su parte, la modelo gallega ha iniciado varios romances con el músico indie Alvaro NaiveMario Conde Jr, hijo del banquero Mario Conde; Beltrán Cavero, exmarido de la aristócrata Alejandra de Rojas y sobrino de la política Esperanza Aguirre o el poeta Pedro Letai.

Musa de Moisés Nieto y diseñadora de la jet set

En 2003, la modelo gallega anunció su retirada de las pasarelas. No obstante, a día de hoy, mantiene un estrecho vínculo con la moda puesto que acostumbra a realizar editoriales, de los que cabe destacar el reportaje del fotógrafo holandés Erwin Olaf para Vanity Fair en el que Ponte se puso en la piel de la histórica Princesa de Éboli, y desde 2018 diseña vestidos de novia.

Es en su casa-atelier ubicado en el barrio de Chamartín (Madrid) donde desarrolla su creatividad y pone en marcha el diseño de looks nupciales que han llevado rostros de la jet set como María Vega Penichet López, hija del abogado Manuel Vega Penichet.

Laura Ponte: una casa llena de recuerdos | Vogue España

Laura Ponte en su casa de Madrid.

En la industria, Laura ha dejado un gran legado aclamado por nombres como el diseñador Moisés Nieto, con quien la modelo mantiene una estrecha amistad y además, ha realizado varios trabajos para él. Los que la conocen afirman que Laura es "tímida y soñadora", aunque también "muy divertida". Rehúye de las redes sociales y se considera "muy disfrutona". A sus ya 50 años, la icónica modelo ha recalcado que tiene mucho que agradecer por "haber conocido y seguir disfrutando de gente maravillosa". 

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