
Sublevación en RNE: Sindicatos y plantilla se rebelan contra la renovación de JP López
El presidente de RTVE, José Pablo López, ha impuesto unos "fichajes externos, caros y comerciales" duramente criticados
La nueva temporada de Radio Nacional de España (RNE) aún no ha arrancado y ya ha provocado un fuerte terremoto interno. La transformación impulsada por el presidente de RTVE, José Pablo López, ha sido recibida con críticas por parte de la plantilla, los sindicatos y los Consejos de Informativos. El motivo principal del malestar es la retirada del programa cultural 'El ojo crítico' de la parrilla diaria de Radio 1. El espacio desaparece tras más de 40 años de emisión ininterrumpida.
El Consejo de Informativos de RNE celebró una asamblea el pasado 14 de julio. En ella, profesionales de la información mostraron su preocupación por los cambios. Denuncian que la nueva parrilla apuesta por "fórmulas convencionales" y "prioriza la audiencia a corto plazo". Esto, afirman, va en contra del espíritu de servicio público que ha definido siempre a RNE. "Se relegan contenidos que daban voz a quienes no la tienen", señala el acta de la asamblea.
Golpe a 'El ojo crítico'
'El ojo crítico' ha sido durante décadas un pilar de la programación cultural de la radio pública. Un espacio serio, comprometido y plural. Su eliminación del horario diario en Radio 1 se interpreta como un retroceso. Su actual conductora, Laura Barrachina, expresó su malestar en redes sociales.
"Después de más de 40 años en RNE (Radio 1), 'El ojo crítico' desaparece de su antena la próxima temporada para pasar a Radio 5. 'El ojo' da sentido a la radio pública y su presencia diaria en la radio generalista ha conformado la cultura de este país, a sus creadores y los ciudadanos", aseguró. El mensaje fue retuiteado por el Consejo de Informativos de TVE, dejando claro que la inquietud supera el ámbito de RNE.

Aunque la dirección defiende el cambio como una modernización, muchos trabajadores lo ven como una forma de arrinconar los contenidos culturales. El programa pasará a emitirse en Radio 5 y solo mantendrá una versión semanal los fines de semana en Radio 1, presentada por Ángeles Caso. "El traslado a Radio 5 no garantiza la misma cobertura y los expone a interrupciones frecuentes que desvirtúan su contenido", advierte el Consejo.
Fichajes mediáticos
Otro punto de fricción es la incorporación de voces externas a los principales espacios. Juan Ramón Lucas, David Cantero, Marta Solano, Isabel Gemio y la propia Ángeles Caso encabezan la nueva etapa. RTVE los presenta como "nuevas voces" capaces de atraer oyentes.

Pero dentro de la casa, muchos lo ven como un desprecio al trabajo de los profesionales de plantilla. Varios sindicatos ya han calificado el cambio de "despropósito", tanto por el fondo como por las formas. Se quejan de la falta de transparencia, la nula participación de la redacción y la eliminación de espacios con larga trayectoria y prestigio como 'Europa Abierta', 'La Observadora', 'Documentos', 'Nómadas' o 'Radiogaceta de los Deportes'.
Una radio menos pública
Pese a que desde la dirección defienden que estos cambios buscan renovar la marca y atraer a nuevos oyentes, la sensación mayoritaria en la redacción es la contraria. La plantilla percibe una ruptura con los valores históricos de RNE. La indignación se ha trasladado también a redes sociales, donde varios trabajadores han mostrado su disconformidad con la nueva línea.
El caso de 'El ojo crítico' se ha convertido en el emblema del malestar. Su paso a una emisora como Radio 5, con menor tirón y constantes desconexiones, se vive como una degradación. No solo simbólica, sino también práctica. Muchos temen que el espacio pierda influencia y visibilidad.
Tampoco ha ayudado el tono triunfalista de la presentación de la nueva parrilla. La renovación ha dejado imágenes vistosas para septiembre, pero ha generado mucho ruido interno. El prestigio de RNE se construyó con contenidos que, aunque no fueran los más escuchados, sí estaban entre los más respetados.

Ahora, José Pablo López apuesta por fichajes llamativos. Como David Cantero, despedido de Telecinco, o Lucas y Gemio, sin emisora tras su salida de Onda Cero. Y lo hace, según se denuncia internamente, a costa de sacrificar el alma de la radio pública.
Como advierte el Consejo de Informativos, "la desaparición o reducción de programas con alto valor social y cultural empobrece la oferta cultural e informativa de RNE". La radio pública no puede ser solo una cuestión de audiencia. Es una responsabilidad. Y muchos temen que esa responsabilidad se esté olvidando.
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