El Cierre Digital Vuelve al foco Álvaro de Orleans, el primo de Juan Carlos I señalado como su 'valedor'
Álvaro de Orleans ha sido noticia por su presunta implicación en la 'pieza Carol', una rama del 'caso Villarejo'
Como venimos informando en elcierredigital.com, Juan Carlos I vuelve a ocupar titulares. El motivo es la presentación de una querella criminal en su contra en el Tribunal Supremo.
La acción legal ha sido impulsada por un grupo diverso de denunciantes que incluye magistrados retirados, catedráticos, filósofos y periodistas. Acusan al rey emérito de cometer cinco presuntos delitos fiscales relacionados con las declaraciones tributarias entre 2014 y 2018.
Según la denuncia, estos supuestos delitos habrían ocurrido después de su abdicación. Momento en el que dejó de estar protegido por la inviolabilidad establecida en el artículo 56.3 de la Constitución Española.
Este hecho, subraya un cambio crucial en el tratamiento jurídico del exmonarca, quien ahora enfrenta un posible escrutinio judicial sin los privilegios que lo resguardaban durante su reinado.
Entre otros, Álvaro Jaime de Orleans-Borbón y Parodi Delfino, primo del rey emérito, ha sido una figura central en la red de relaciones familiares, empresariales y financieras que rodean al exmonarca.
Su vida ha transcurrido mayormente alejada de los focos mediáticos. Aunque en los últimos años su nombre ha surgido como un actor relevante en las investigaciones relacionadas con la Casa Real española. En especial en la 'Pieza Carol', una derivación del 'caso Villarejo'.
Esta pieza judicial, junto con otros episodios, puso en el centro de la polémica su vínculo con la Fundación Zagatka. Además de su relación con la monarquía y su papel como presunto gestor de fondos del rey emérito.
Nacido el 1 de marzo de 1947, Álvaro de Orleans-Borbón desciende de la rama Orleans-Borbón de la Casa Real española.
Su abuelo, Alfonso de Orleans-Borbón, era primo de Alfonso XIII. Mientras que por parte materna tiene vínculos con las aristocracias italiana y monegasca. Educado en un entorno privilegiado, Álvaro estudió en países como Alemania, Suiza y el Reino Unido.
Radicado en Mónaco desde hace décadas, Álvaro de Orleans-Borbón ha consolidado su carrera como empresario en diversos sectores. Sin embargo, su vida discreta se vio interrumpida cuando su nombre comenzó a aparecer en investigaciones relacionadas con el rey emérito y la gestión de su patrimonio personal.
Una relación cercana con el rey emérito
El vínculo entre Álvaro y Juan Carlos I no solo está fundamentado en lazos familiares. También en una estrecha amistad que se ha mantenido durante décadas. Ambos compartían intereses comunes, como la pasión por la aviación, una tradición en la familia Orleans-Borbón.
La relación se fortaleció aún más cuando Juan Carlos I se convirtió en padrino de la hija menor de Álvaro, Eulalia, nacida de su matrimonio con Antonella Rendina.
Esta relación de confianza y lealtad mutua llevó a Álvaro a desempeñar un papel crucial en la gestión de ciertos aspectos financieros del rey emérito, según las investigaciones.
Siempre ha defendido que su intención fue meramente ayudar a un familiar en reconocimiento a su contribución a la historia de España. Aunque las acusaciones sobre su presunto papel como valedor del exmonarca generaron un escrutinio público sin precedentes.
La Fundación Zagatka: ¿Gesto altruista o instrumento de opacidad?
El epicentro de las controversias en torno a Álvaro de Orleans es la Fundación Zagatka. Se trata de una entidad registrada en Liechtenstein en 2003 y de la que es el propietario.
Según documentos judiciales, esta fundación habría sufragado numerosos gastos personales del rey emérito. Incluyendo vuelos privados que sumaron aproximadamente ocho millones de euros entre 2009 y 2018.
Álvaro ha defendido que la creación de la fundación fue un acto de apoyo familiar y no un intento de ocultar bienes o esquivar responsabilidades fiscales.
En una entrevista, declaró: “Pagué muchos vuelos privados al rey emérito, pero no soy su testaferro. Lo hice por gratitud hacia su papel en la democratización de España”.
Las investigaciones sobre Zagatka revelaron un entramado financiero complejo que conectó a Álvaro con diversas cuentas y transacciones vinculadas al rey emérito.
Aunque no fue formalmente imputado, su participación en este esquema llevó a partidos políticos, como Unidas Podemos, a solicitar que se le investigara. Concretamente como parte de las causas abiertas contra Juan Carlos I.
La Pieza Carol y las implicaciones judiciales
La Pieza Carol es una de las ramificaciones del caso Villarejo, que investiga supuestos delitos de corrupción y revelación de secretos.
Esta causa ha salpicado, entre otros, a Corinna Larsen, expareja del rey emérito. Puso bajo el radar las relaciones financieras y personales del monarca. En este contexto, Álvaro de Orleans fue señalado como un posible intermediario o gestor de recursos relacionados con las operaciones de Juan Carlos I.
Unidas Podemos pidió formalmente en 2020 que se imputara a Álvaro en esta causa. Argumentaba que su papel en la Fundación Zagatka y su proximidad al rey emérito lo convierten en una figura clave para esclarecer las actividades financieras del exmonarca.
Hasta ahora, sin embargo, el juez encargado no ha decidido ampliar el alcance de las imputaciones para incluirlo. Álvaro ha sido citado únicamente como testigo en las investigaciones.
Relación con Corinna Larsen y tensiones personales
Otro aspecto relevante en la historia de Álvaro es su percepción sobre la relación entre Juan Carlos I y Corinna Larsen. Álvaro describió esta conexión como “una pasión fuera de lo normal” que generaba inquietud.
Aunque evitó intervenir directamente, admitió que esta relación influyó en el comportamiento del rey emérito y complicó las dinámicas en su círculo cercano.
La vinculación de Larsen con las investigaciones judiciales, así como su papel en las supuestas transferencias de fondos desde cuentas gestionadas por Álvaro, ha añadido una capa adicional de controversia.
Estas dinámicas han puesto de relieve las tensiones internas en el entorno del exmonarca y el impacto que tuvieron sus decisiones personales en las figuras que lo rodeaban.
Repercusiones políticas y mediáticas
La implicación de Álvaro de Orleans en las investigaciones sobre el rey emérito ha generado un intenso debate público en España. Por un lado, algunos sectores defienden que sus acciones fueron un gesto altruista y privado. Otros lo ven como parte de un entramado destinado a eludir el control fiscal y legal.
En el plano político, el caso fue utilizado por partidos como Unidas Podemos para cuestionar el papel de la monarquía. Y también exigir mayores niveles de transparencia.
Las solicitudes de imputación contra Álvaro, aunque no prosperaron, reflejaron una creciente presión para esclarecer el alcance de las operaciones financieras de la Casa Real.
El futuro de Álvaro de Orleans y su legado
A pesar de las controversias, Álvaro de Orleans ha mantenido su postura de apoyo incondicional al rey emérito, destacando siempre su lealtad familiar.
Sin embargo, su figura sigue siendo objeto de escrutinio. En la actualidad, Álvaro reside en Mónaco, donde continúa gestionando sus actividades empresariales y llevando una vida discreta.
Su legado, a pesar de todo, está inevitablemente ligado a las decisiones que tomó en apoyo a Juan Carlos I. Decisiones que son objeto de un debate nacional e internacional en torno a nuestra monarquía.
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