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Hombre en traje hablando en un podio con el logo de BBVA.
INVESTIGACIÓN

El verano más caliente de Carlos Torres: El BBVA baraja retirar su OPA sobre Sabadell

La entidad vasca cree que la operación no saldrá adelante por la decisión de Moncloa y del presidente del Sabadell Oliu


Carlos Torres, presidente del BBVA, vive el verano más tenso de su etapa al frente del banco a pesar de los millonarios beneficios arrojados. La entidad vasca ha alcanzado 5.447 millones de euros de ganancias en el primer semestre de 2025. Es decir, un 9 por ciento más que en el período anterior.

Sin embargo, la OPA lanzada sobre el Banco Sabadell se tambalea. Lo que parecía una fusión estratégica, hoy es una operación incierta, rodeada de dudas. El banco empieza a contemplar una opción impensable hace semanas: retirar la oferta.

El retraso en el envío del folleto a la CNMV, previsto para julio y ahora pospuesto a septiembre, ha cambiado el guion. Oficialmente, se habla de motivos técnicos. Pero fuentes próximas al proceso aseguran que "es una maniobra calculada". "BBVA busca ganar tiempo y no quedar atado a un compromiso formal", añaden estas fuentes.

Estrategia oculta detrás del retraso

La ley permite retirar una OPA incluso una vez abierto el período de aceptación. Pero hacerlo después de presentar el folleto tiene un coste legal y reputacional. Al aplazar su presentación, BBVA conserva la posibilidad de desistir sin consecuencias mayores.

Además, el 6 de agosto será clave. Ese día se celebra la junta de accionistas del Sabadell, que debe decidir si aprueba la venta de TSB, su filial británica. Si el folleto ya estuviera aprobado, BBVA tendría que asumir ambos escenarios. Así, quedaría obligado a seguir adelante, pase lo que pase. Ahora, con el aplazamiento, puede tomar una decisión tras conocer el resultado de esa votación.

Pocos apoyos y un entorno adverso

Las razones para pensarlo dos veces no son menores. Desde su anuncio, la OPA ha generado rechazo. El Gobierno la cuestiona. Sabadell se opone. Y los grandes inversores no muestran entusiasmo. Además, el contexto político ha cambiado.

Edificio moderno de oficinas con forma semicircular y fachada de vidrio donde se observa el logo de BBVA en la parte superior
Sede madrileña de BBVA. | EP

Cuando BBVA lanzó la oferta, aún se disputaban las elecciones catalanas. Algunos vieron en la operación un guiño al empresariado catalán. Pero no dio frutos. Torres, que no tiene una relación fluida con Moncloa, se enfrenta ahora a un escenario mucho más hostil.

Por si fuera poco, Sabadell empieza a mejorar en Bolsa. Sus resultados son sólidos. Su consejero delegado, César González-Bueno, ha endurecido el discurso. Cuestiona tanto el precio como la lógica de la operación.

"El BBVA sólo tiene dos opciones: mejorar el precio o desistir. Con la prima negativa y el coste fiscal para los accionistas, mantener la OPA así no tiene sentido", afirmó el jueves en la presentación del nuevo plan estratégico del banco.

Prima negativa y obstáculos regulatorios

El mercado también da por hecho que BBVA deberá mejorar la oferta. La prima negativa, es decir, que el Sabadell cotice por encima del precio ofrecido, ronda ya el -15%. Eso demuestra desconfianza. Los inversores creen que el banco tendrá que subir su propuesta para tener opciones.

Y hay más. Si BBVA se queda entre el 30% y el 50% del capital, la CNMV podría obligarle a lanzar una segunda OPA, esta vez en efectivo. Solo se libraría si el regulador considera que el precio actual es equitativo.

La decisión sobre ese punto debe tomarse antes del período de aceptación. Es decir, debe figurar en el folleto. Por eso, el aplazamiento a septiembre es clave. Da tiempo a BBVA para presentar informes que defiendan su postura. Pero también deja abierta la puerta a la retirada si la CNMV no acepta su argumento.

Carlos Torres, bajo presión

Carlos Torres está en una situación delicada. Sin apoyo político, con el mercado en contra y con dudas regulatorias, su operación estrella se debilita. La mejora del Sabadell en Bolsa complica aún más el contexto. Y el precio ofrecido por BBVA ya no seduce a nadie.

Si retira la OPA, quedará muy tocado. Habrá generado tensión con el Gobierno. Habría movilizado millones para una operación fallida. Y su imagen como estratega quedaría en entredicho.

Si sigue adelante, podría enfrentarse a un rechazo aún mayor. Podría dañar la cotización de BBVA y poner en riesgo su continuidad al frente del banco.

En resumen, este verano puede marcar un punto de inflexión para Carlos Torres. La OPA, lejos de consolidar su liderazgo, podría acabar siendo su mayor error. Y aún no está claro si logrará salvarla o si decidirá dar marcha atrás.

Buen 2025 para el Sabadell

Banco Sabadell está teniendo un gran desempeño en 2025. En el primer semestre ganó 975 millones de euros. Es un 23 % más que el año anterior. Su posición financiera es sólida y cuenta con un plan estratégico ambicioso. 

Edificio moderno con el logotipo de Sabadell en la fachada bajo un cielo despejado
Banco Sabadell. | EP

También ha mejorado su política de dividendos. Planea repartir hasta 6.300 millones de euros hasta 2027. En 2025 pagará 0,07 € por acción. Además, repartirá dividendos extraordinarios tras vender TSB.

En el futuro, el Sabadell prefiere seguir como banco independiente. Defiende su modelo de negocio y su eficiencia. Cree que puede seguir creciendo sin fusionarse. Su valor en Bolsa ha subido. Algunas firmas han mejorado su estimación. Barclays, por ejemplo, subió su precio objetivo un 11 %. Aunque el margen de intereses baja, los costes están controlados y el banco sigue siendo rentable. 

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