
Las sombras de Seguros Ocaso: El poder de la millonaria Isabel Castelo D'Ortega
Denuncias por 'acoso laboral' y otras condenas agrietan la imagen de la aseguradora Ocaso, la más tradicional de España
Seguros Ocaso, una de las aseguradoras más conocidas y tradicionales de España, encadena dos condenas por filtración de datos de trabajadores. Estos denunciaron diversas supuestas situaciones que se viven en la compañía. La compañía fue fundada en Vigo en 1920 por Ramón d'Ortega y Hervella.
Ocaso fue conocida popularmente durante décadas como 'la de los Muertos', pues se encargan de los gastos funerarios futuros a cambio de un pago anual. Creció asociada, sobre todo, al seguro de decesos y funerales, compitiendo directamente con Santalucía Seguros.

Hoy, más de cien años después, la empresa sigue siendo uno de los gigantes del sector. En 2023, cerró el ejercicio con un patrimonio neto superior a los 1.400 millones de euros y beneficios por valor de 103 millones. Esto supuso unas ganancias del 13,5% más que el año anterior.
La gran fortuna del clan D'Ortega
El corazón de este imperio pertenece a Isabel Castelo D'Ortega, nieta del fundador, una de las grandes fortunas de Galicia y Medalla de Oro en su tierra desde el año 2017. A sus 96 años, es la segunda mujer más rica de la región, solo por detrás de Sandra Ortega.
Posee más del 90% de las acciones de Ocaso. Y controla también la inmobiliaria Castman Patrimonios SL, además de participar en otras sociedades. Su fortuna personal fue valorada por la lista Forbes de 2024 en 1.300 millones de euros. Esta cifra supone cien millones más que el año anterior.

La heredera directa del emporio es su hija, Isabel Elena de Mandaluniz Castelo D'Ortega, actual gestora del grupo. Casada con el noble Cristóbal Colón de Carvajal, que la emparenta con el descubidor de América, la empresaria también posee propiedades relevantes. Por ejemplo, la finca Robledo Hermoso, en el parque natural de Cabañeros. Con una fortuna estimada en 400 millones, Isabel Elena ha ampliado recientemente los terrenos del complejo.
Pero el prestigio centenario de Ocaso y su herencia empresarial han quedado ensombrecidos en los últimos años por varias polémicas laborales y legales que afectan principalmente a Servisa. Esta funeraria forma parte del grupo asegurador. Estas controversias incluyen desde filtraciones de datos personales hasta denuncias de presunto "acoso laboral y prácticas machistas".
La condenas de la aseguradora Ocaso
La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) impuso hace unas semanas una multa de 200.000 euros a Servisa tras una grave infracción de privacidad. La compañía envió un correo electrónico a los denunciantes y denunciados de un caso de acoso laboral. También al comité de empresa, desvelando la identidad de cinco trabajadores que habían presentado las denuncias. El mensaje contenía nombres, apellidos y cargos; lo cual provocó represalias internas, descrédito profesional y daños personales.
La AEPD considera esta actuación como una infracción "muy grave" por su "alta negligencia". Especialmente al tratarse de un proceso de acoso laboral donde la confidencialidad debe ser máxima. Finalmente, Servisa pagó 120.000 euros tras acogerse a reducciones por pronto pago y reconocimiento de responsabilidad.

No era la primera vez que la funeraria cometía una infracción similar. El pasado año, Servisa fue sancionada con 80.000 euros por filtrar a los medios de comunicación unos datos personales y sindicales. La víctima fue una trabajadora valenciana que había denunciado anónimamente prácticas machistas dentro de la empresa. Las empleadas criticaban la "imposición de un uniforme femenino con falda y tacones de hasta nueve centímetros".
El caso se hizo público cuando lo denunciaron varias trabajadoras con ayuda de Comisiones Obreras. Como resultado de las protestas, la empresa accedió a permitir que las empleadas eligieran entre falda o pantalón. Y también entre zapato plano o de tacón.
En paralelo, Ocaso se ha enfrentado también a otras denuncias por "despidos improcedentes". Uno de los casos más recientes se resolvió también el pasado año. Lo hizo mediante conciliación judicial, después de que la aseguradora reconociera el despido irregular de un trabajador que se encontraba de baja médica. La baja se produjo tras sufrir acoso en la oficina de Santa Cruz de Tenerife. El acuerdo evitó el juicio, pero reflejó otra fisura en la gestión interna de la compañía.
Polémicas del pasado
A estos episodios se suman antecedentes más antiguos que erosionan su reputación, como el caso de corrupción urbanística que salpicó a Ocaso en 2008. Cuatro directivos de la empresa fueron imputados por cohecho. El motivo fue el supuesto intento de modificar el uso urbanístico de su sede en la calle Princesa de Madrid.
El caso fue parte de una macrocausa que implicó a 32 funcionarios y empresarios acusados de "sobornar a empleados municipales". Aunque en 2017 la Audiencia Provincial de Madrid absolvió a todos los acusados. Y el Tribunal Supremo ratificó la absolución en 2018.
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