Logo El Cierre Digital
Un hombre con gafas y traje frente a un tren de Renfe en movimiento.
INVESTIGACIÓN

La 'estampida' de Renfe: Busca negocios internacionales en plena tormenta en España

La compañía pública ferroviaria presidida por Raül Blanco ha comprado una empresa transalpina y quiere operar en París

El Partido Popular lleva hoy al Congreso una iniciativa sobre Renfe. La formación conservadora quiere que la compañía pública recupere las indemnizaciones por retrasos de 15 y 30 minutos en los AVE. Estas fueron suspendidas el pasado 1 de julio, pasando a indemnizarse solo las demoras de 1 hora. 

"Las incidencias cuando repercuten en el sistema ferroviario madrileño son llamativas. Porque tenemos dos estaciones, Chamartín y Atocha, que están al límite de su capacidad", señaló hace unos meses Óscar Puente. El ministro de Transportes intentó quitar hierro al enfado de parte de los usuarios de la empresa estatal. 

La falta de puntualidad golpea fuerte a Renfe, que intenta sortear sus problemas domésticos e intenta expandirse por Europa. Tras irrumpir en los mercados francés y checo, lo hará en el italiano, donde ya se ha hecho con parte del holding Longitude. 

Y lo ha hecho a través de la empresa de la familia Arena, que controla la marca de trenes Arenaways. Este operador compite con el público Trenitalia y busca hacerse grande en el país transalpino con la consecución de nuevas líneas. 

La empresa española repite su estrategia desplegada en la República Checa con la compra del 50% de Leo Express.  Esta empresa duplicó el pasado año su facturación hasta alcanzar los 24,4 millones de euros. 

Hombre con gafas y barba gesticulando durante una conferencia con logotipos de Deloitte en el fondo.
Raül Blanco. | EP

También Renfe busca convertirse en operador de referencia en Francia, donde el pasado año transportó a 620.000 viajeros. Lo hizo en los destinos que unen las urbes de Madrid y Barcelona y Marsella y Lyon. 

Pese a lo cual, Renfe desea operar en París y ve que las trabas del Gobierno galo complican su desembarco en 2025. El ministro de Transportes, Óscar Puente, pidió "reciprocidad" al Ejecutivo galo, encantado con la polémica irrupción en España de la francesa Ouigo. Puente ha denunciado a esta compañía por tirar precios para destrozar a la competencia.

También está inquieto Raül Blanco, que tiene que torear con la liberalización del sector en España. También lo tuvo que hacer su antecesor, Isaías Táboas, ahora director de Infraestructures de la Generalitat de Catalunya. Salvador Illa lo ha rescatado tras su caída en desgracia por el problema de los trenes encargados que no cabían en las vías de Cantabria. 

Cambios en Renfe

Blanco ha reorganizado parte de la cúpula de Renfe nombrando a Rafael Cortés director de Renfe Viajeros. Será el máximo responsable de la definición de las políticas generales destinadas a la explotación comercial de los servicios de Alta Velocidad, Larga Distancia, Cercanías y Media Distancia. 

Su objetivo es asegurar el cumplimiento de los objetivos establecidos en el Plan Estratégico de la compañía y en un entorno de creciente competencia. "Entre sus principales funciones, Rafael Cortés se encargará de asegurar los niveles óptimos de calidad, rentabilidad y eficiencia de los servicios de transporte de viajeros mediante la definición y aplicación de las políticas comerciales y de marketing, así como de diseñar y dirigir las medidas necesarias para garantizar un adecuado control del resto de parámetros operativos y económicos de Renfe Viajeros", dice la empresa pública. 

Renfe Viajeros redujo pérdidas hasta agosto desde los 41,5 millones de 2023 a los 33,7 millones. Los ingresos subieron un 3% hasta alcanzar los 2.464,5 millones de euros en este periodo. 

Renfe y los precios

El presidente de Renfe, Raül Blanco, dice que ellos están obligados a cuidar el sistema ferroviario. "Y no mirar tanto la guerra de precios a corto plazo". "Nosotros vamos a seguir compitiendo en calidad de servicio, o mayores frecuencias y ofertas", añade.

El directivo dice que "es esencial velar por la sostenibilidad del sistema, y la guerra de precios ha demostrado ser contraproducente. No podemos caer en ese error"

Blanco tiene intención de luchar porque Renfe empiece a competir en Francia. Asegura que son "una compañía global que tiene como objetivo para 2028 llegar al 10% de ingresos generados en el exterior". "Nuestro futuro pasa por la internacionalización de la alta velocidad y convertir Renfe en un gran operador mundial de referencia", contó a El País

Renfe tiene que torear otros asuntos. Entre ellos, la rebelión sindical que se ha generado en Navarra a cuenta de su comité de empresa, compuesto por SEMAF, UGT y CCOO. Ellos denuncian "la degradación del servicio público ofrecido a las viajeras y viajeros de Navarra". 

Tren de alta velocidad de Renfe en una vía ferroviaria bajo un cielo despejado.
Renfe. | EP

Esta situación también afectaría en La Rioja, Zaragoza y Álava, ya que, según los citados sindicatos, "existe un deterioro paulatino del servicio con un aumento alarmante de las incidencias (retrasos, supresiones…)". 

También se producen "averías continuas que afectan al confort (falta de climatización, baños inoperativos…)" . Y lamentan "la falta clara de apuesta" por el ferrocarril como medio de transporte en Navarra. 

"Los colectivos de conducción, intervención y personal de taquillas, se encuentran bajo mínimos de personal", aseguran. Este hecho influye en la operatividad del servicio y afectando gravemente a la calidad del servicio, lamentan. 

Las cuentas de Renfe

Renfe repitió pérdidas en 2023 con 65 millones de euros, lo que superaba en 14 a las de 2022. Estos números rojos se produjeron pese que residente Raül Blanco prometió en el verano del pasado año o que alcanzaría beneficios.

"La competencia es dura, pero el mercado está creciendo en servicios comerciales y en alta velocidad, lo que nos ayuda a tener buenas cifras", señalaba Blanco. El directivo confiaba en que los bonos gratuitos sufragados por el Gobierno iban a compensar la liberalización del sector. 

Sin embargo, la agencia de calificación S&P Global Ratings no parece ser optimista con los planes de Renfe. Y prevé que la rentabilidad de la compañía pública caerá hasta un 50% en los próximos dos años. El motivo principal es la liberalización ferroviaria tras la entrada en el mercado español de la francesa Ouigo y la italiana Iryo.  Cabe recordar que ambas empresas cuentan con capital público. 

La empresa pública estatal por ahora quiere seguir con su habitual política de compras con el ánimo de reforzar su mercado de viajeros y transportes. En este segundo mercado, Blanco apunta: "El transporte por ferrocarril tiene que seguir ganando cuota de mercado respecto a la carretera". 

➡️ Empresa ➡️ Internacional ➡️ Investigación

Más noticias: