
Primera huelga para Pedro Saura en Correos: No logra la paz pese a 'aliarse' con CCOO
Para el convocante CGT, el acuerdo rubricado entre la sociedad estatal y algunos sindicatos supone una "estocada mortal"
El nuevo presidente de Correos, Pedro Saura, ha logrado persuadir al Gobierno y a las principales centrales sindicales (CCOO, UGT, CSIF y SL) para que respalden su plan de recuperación. La empresa ha registrado pérdidas superiores a 800 millones de euros entre 2021 y 2024. No obstante, la Confederación General del Trabajo (CGT) no ha brindado su apoyo a esta iniciativa.
Esta central ha convocado para hoy una jornada de huelga, que será la primera a la que se enfrente Saura.

El exdiputado socialista saca pecho por recortarse el sueldo. En 2024 cobró 185.725 euros tras ajustarse un 10% del salario. Su sueldo se aleja de los más de 200.000 que se embolsaba su antecesor Juanma Serrano. Y de los casi 250.000 que ganaba el último presidente propuesto por el PP, Javier Cuesta.
Una empresa con ojos en todo el Estado
CGT recuerda que Correos tiene la única plantilla de trabajadores que llega a cada rincón de España diariamente. Y por ello creen que el Estado debe cuidar más a esta empresa, que disponía de más de 60.000 trabajadores en el año 2000. Ahora ronda los 47.000 y tiene visos de seguir menguando.
El plan de Saura, según CGT, contiene "una batería de agresivas modificaciones. De llevarse a cabo, supondría un gravísimo revés para la prestación del servicio postal público". El recorte de personal mediante bajas incentivadas, añade el sindicato, "supondría una mayor carga de trabajo para el personal restante. Y creará zonas de reparto más amplias e imposibles de repartir. El acuerdo supone una estocada de muerte a la adecuada prestación del servicio postal público en las condiciones que recoge la ley postal".
Correos firmó la paz con Comisiones Obreras
Correos cerró 2024 firmando un acuerdo con Comisiones Obreras, que aglutina alrededor del 40% de representación sindical. El pacto incluye la implementación progresiva de la jornada de 35 horas semanales. También la puesta en marcha de un plan integral de incentivos para posibilitar aumentos de la plantilla.

Lo más preocupante, según otros sindicatos, es que incluye un plan de salidas voluntarias incentivadas a partir de los 61 años. Eso sí, desde Correos afirman que esta medida no supone recortes porque habrá tasas de reposición para rejuvenecer la plantilla.
Correos y CCOO han firmado un Acuerdo Marco, es decir, las líneas maestras del nuevo Convenio Colectivo. Y el Plan de Personas que incluye las salidas incentivadas. El acuerdo habla de una primera fase de negociación "que concluiría el próximo 15 de marzo".
En ella "se desarrollarán las condiciones relativas a un plan de salidas voluntarias. Y un ciclo de empleo alineado con las necesidades de la empresa. Una nueva organización del trabajo destinado a alcanzar una mayor flexibilidad de la plantilla para responder a las nuevas demandas de nuestros ciudadanos y clientes. Un plan de carrera profesional como palanca de atracción y retención de talento. Y el diseño de un plan de incentivos orientado a lograr los resultados de negocio de la empresa".
En una segunda fase, que terminaría antes del 1 de octubre, se negociaría el resto de asuntos para completar el nuevo Convenio Colectivo.
Versión de Comisiones Obreras
Comisiones Obreras enmarca el polémico acuerdo en un conjunto de medidas pactadas con el Gobierno por un montante de casi 4.000 millones de euros. Y sostienen que constituye todo necesario "para eludir el riesgo inmediato de disolución de la empresa pública. Y para reposicionarla en la senda del crecimiento y el incremento de ingresos".
El sindicato, que protagonizó una cruenta guerra con Juanma Serrano no disimula su sintonía con la SEPI, presidida por Belén Gualda, y por el nuevo presidente de Correos. De ambos destaca el alto grado de consenso alcanzado.
"Dicho consenso refuerza el carácter público del servicio postal -—la empresa estatal con mayor presencia territorial y laboral de España—. Y la consolida como una herramienta de Estado fundamental para la autonomía estratégica del país. Lo hace en un contexto de grandes desafíos a escala nacional e internacional", afirman.

Por contra, varios sindicatos han alzado la voz contra el pacto. SIPCTE, presente en Cataluña o Andalucía, dice que el pacto se ha realizado "con una prisa inexplicable y en un contexto que levanta serias sospechas".
Que el acuerdo fuese firmado el 31 de diciembre, en plenas fiestas, tiene según ellos "la evidente intención de evitar el debate". "¿Por qué tanta prisa? ¿Qué se pretende ocultar al firmar un documento de esta magnitud en un momento en que la mayoría de los trabajadores no están atentos a estas negociaciones?", añaden.
SIPTCE asegura que el pacto abre la puerta a que Correos decida cuándo los empleados pueden descansar. Y cree que la reducción de la jornada a 35 horas semanales es solo un espejismo porque está condicionada a "medidas de flexibilidad". Según ellos, estas podrían traducirse en horarios impredecibles, jornadas estacionales y una presión laboral aún mayor. "Esto no es una mejora, es explotación encubierta disfrazada de avance", añaden.
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