
Óscar Puente sigue la tónica de Ábalos al situar a Ismael Bosch, su exjefe de Gabinete
El 'hombre' del ministro es colocado como consejero de Renfe Viajeros pese a no tener ninguna experiencia en el sector
Renfe Viajeros, la filial encargada del transporte de pasajeros de Renfe, acaba de incorporar a tres nuevos consejeros: Teresa Busto, Santiago Franco e Ismael Bosch (Palma, 1972). Si bien Busto y Franco aportan perfiles técnicos, el nombramiento de Bosch ha levantado ampollas por su vínculo con Óscar Puente.
La estrecha relación de Ismael Bosch con el ministro de Transportes, Óscar Puente, ha causado controversia. Especialmente en un contexto en el que las decisiones políticas parecen seguir predominando en las empresas públicas.
Ismael Bosch
La carrera de Ismel Bosch está fuertemente ligada al PSOE de Castilla y León y a Óscar Puente. Bosch fue responsable de redes sociales del Ayuntamiento de Valladolid cuando Puente era alcalde, y más tarde fue jefe de su gabinete. Estas conexiones políticas han generado preocupación.
Este nombramiento llega en un momento delicado, tras los escándalos de enchufismo que marcaron el mandato de José Luis Ábalos, anterior ministro de Transportes. Ábalos fue ampliamente criticado por colocar a sus "sobrinas" en empresas públicas y por nombrar a su amigo Koldo García en Renfe Mercancías. A pesar de la controversia, Óscar Puente parece seguir el mismo patrón.
Bosch tiene una larga trayectoria política. Fue miembro del comité federal del PSOE entre 1998 y 2000. Además, tuvo varios cargos importantes en las Juventudes Socialistas de España entre 1990 y 2001.
Su carrera lo ha vinculado estrechamente con el entorno de Puente, consolidando su posición dentro del PSOE de Castilla y León. En 2011 fue candidato al municipio de Arroyo, obteniendo unos discretos resultados. Esta decepción le llevó a dimitir en 2013.

Lo cierto es que Bosch tiene poca experiencia en el sector ferroviario, lo que genera dudas sobre su idoneidad para este cargo.
Además de su trayectoria política, Bosch es licenciado en Ciencias Políticas y Sociología. Cuenta con varias especializaciones en áreas como Marketing Político y Gestión Pública. Actualmente, desde diciembre de 2023, trabaja como asistente socialista en el Congreso de los Diputados, lo que refuerza aún más su perfil político y su cercanía a Puente.
El nombramiento de Bosch sigue el patrón de otros nombramientos políticos que se han producido en empresas públicas en España. El año pasado, Puente también nombró a Álvaro Fernández Heredia como presidente de Renfe.
Fernández Heredia, como Bosch, tiene fuertes lazos con Puente, ya que ambos también trabajaron juntos en Valladolid. A pesar de que Puente ha insistido en que no hay afinidad política con Fernández Heredia, el nombramiento refuerza la idea de que la política juega un papel crucial en las decisiones sobre el futuro de Renfe.
Busto y Franco
Mientras tanto, los otros dos nuevos consejeros, Teresa Busto y Santiago Franco, aportan perfiles más orientados al ámbito técnico. Busto es ingeniera industrial y tiene una carrera destacada en el sector aeronáutico. Fue directora de la planta de Airbus en Illescas (Toledo), lo que le da una visión clara sobre la importancia de la innovación y la tecnología en las grandes empresas. Su perfil podría ser valioso para modernizar la infraestructura de Renfe.
Por otro lado, Santiago Franco tiene una amplia trayectoria en el sector del turismo y el transporte. Ha trabajado en grandes multinacionales, como Amadeus y PwC, lo que le otorga una visión estratégica para afrontar los retos que enfrenta Renfe en términos de eficiencia y de modernización.

Aunque estos dos perfiles parecen más adecuados para mejorar la profesionalización de la compañía, la presencia de Bosch sigue generando dudas sobre el enfoque político de los nombramientos.
Prácticas habituales
El nombramiento de Bosch refleja una tendencia más amplia que se ha visto en otras empresas públicas. "El control de estas instituciones sigue siendo una herramienta para que los políticos fortalezcan sus redes de aliados. Las decisiones parecen priorizar las lealtades partidarias sobre la competencia profesional, pese a los discursos que promueven la transparencia y la meritocracia", explican fuentes cercanas.
Este tipo de prácticas no es exclusivo de Renfe. A lo largo de los años, otras empresas públicas han sido escenario de nombramientos políticos que favorecen a personas con fuertes vínculos con los partidos en el poder.
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