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Hombre mayor con gafas de sol y gorra saludando desde un velero llamado Bribon en el agua
INVESTIGACIÓN

La nueva vida de Juan Carlos I: Planes exclusivos en Sanxenxo y regatas en Nueva York

En medio de sus viajes, el proceso judicial del Emérito contra el expresidente cántabro Revilla es uno de sus lastres

El próximo 12 de septiembre Juan Carlos I (Roma, 1938) volverá al municipio pontevedrés de Sanxenxo, su ‘cuartel general’ en Galicia. Lo hará para participar en la 10.ª Regata Rey Juan Carlos I - El Corte Inglés Máster a bordo del ‘Bribón 500’.

Cinco días después, el rey Emérito ‘cruzará el charco’ junto a su hija, la infanta Elena.Ambos aterrizarán en Nueva York para disputar el Campeonato del Mundo de 6 Metros. Al parecer, Juan Carlos I vivirá un otoño de lo más ajetreado pese a los problemas de movilidad que acarrea desde hace años.

Según confiesan a Elcierredigital.com fuentes cercanas al entorno monárquico, “Juan Carlos I está viviendo una nueva vida. De hecho, se encuentra más feliz que nunca. Cuenta con una dilatada fortuna y solo quiere disfrutar”.

Pero, en medio de esta euforia y ganas de disfrutar, uno de sus frentes judiciales sigue abierto. Se trata del proceso abierto tras la querella presentada por el monarca contra el expresidente de Cantabria Miguel Ángel Revilla.

Juan Carlos I vuelve a Sanxenxo: Su ‘cuartel general’ en Galicia

Han pasado dos meses desde que Juan Carlos I se volvió a dejar caer por Sanxenxo. El próximo viernes, el Emérito volverá a su cuartel general en tierras gallegas. 

Hombre mayor sonriente con gafas de sol y gorra navegando en un barco junto a una bandera colorida al fondo
Juan Carlos I a bordo del 'Bribón' | Raúl Terrel / Europa Press

Ese mismo día dará comienzo la 10.ª Regata Rey Juan Carlos I - El Corte Inglés Máster. En este evento náutico, el padre del rey Felipe VI se volverá a embarcar a bordo del ‘Bribón’. 

"Juan Carlos I ya se prepara para participar en esta competición. Está muy animado y muy feliz. Quiere disfrutar de la vida y poder regatear, que es una de sus grandes aficiones", revelan fuentes cercanas al entorno monárquico. 

Cabe destacar que, como hemos citado anteriormente,  los problemas de movilidad que padece el Emérito se han acrecentado con el paso del tiempo. De hecho, en más de una ocasión,  le han impedido enrolarse en la embarcación mencionada.

Según ha trascendido, Juan Carlos I tiene grandes planes durante su estancia en Sanxenxo. Tal y como publicó el portal Vanitatis, el Emérito podría reunir a su círculo más cercano en una cena sobre una batea, la estructura de madera donde se cultivan los mejillones.

Esta cita no sería casual. El portal mencionado revela que "además de congregar a sus más allegados, el Emérito conmemorará el 50.º aniversario desde que ascendió al trono tras la muerte de Francisco Franco". 

Cuatro personas navegan en un velero sobre el agua, una de ellas lleva gafas de sol y gorra, al fondo se ve una bandera de España.
Juan Carlos I a bordo del 'Bribón' | Raúl Terrel / Europa Press

Se espera que a esta cita no falte su íntimo amigo, el regatista Pedro Campos. De hecho, es habitual que el Emérito se aloje en la casa que Campos tiene en esta localidad pontevedresa. 

Por otro lado, aún se desconoce si la infanta Elena acompañará al Emérito en su vuelta a Sanxenxo. Sin embargo, el próximo 17 de septiembre Juan Carlos I y su primogénita compartirán una cita muy especial. En esta ocasión, lejos de España. 

Regatas en Nueva York junto a la infanta Elena

La ciudad de Nueva York será el lugar donde la infanta Elena y Juan Carlos I se vuelvan a reunir. Lo harán durante la celebración del Campeonato del Mundo de 6 Metros, un evento que combina la competición deportiva con una intensa agenda social. 

Una mujer toma una foto con su teléfono móvil a un hombre mayor que está sentado en un velero, con una bandera de España de fondo y el mar alrededor.
La infanta Elena y Juan Carlos I | Elena Fernández/Europa Press

Según ha podido saber Elcierredigital.com, "padre e hija viajarán junto a Pedro Campos". 

Esta cita se celebrará del 17 al 26 de septiembre en el Seawanhaka Corinthian Yacht Club de Oyster Bay. Este es el exclusivo club náutico de Long Island, uno de los complejos costeros preferidos por los vips de la Ciudad de los Rascacielos. 

Un hombre y una mujer caminan juntos tomados del brazo mientras conversan, rodeados de otras personas en un ambiente al aire libre.
La infanta Elena y Juan Carlos I | José Ramón Hernando / Europa Press

En este evento náutico, Juan Carlos I y la infanta Elena se codearán con la élite internacional de la vela. Además, el Emérito y Elena de Borbón competirán a bordo de sus respectivas embarcaciones. Juan Carlos I se enrolará en el 'Bribón 500' y su primogénita en el yate 'Alibaba II'. 

Es vox populi que el rey Emérito y su primogénita comparten diversas aficiones. De igual manera, una relación muy estrecha y especial.  Tanto es así que, tal y como publicamos en Elcierredigital.com, "la infanta Elena habría estado tras las últimas decisiones que ha tomado Juan Carlos I".

El proceso judicial contra Revilla: Un frente abierto para Juan Carlos I

Una de ellas fue la interposición de la querella al expresidente de Cantabria Miguel Ángel Revilla. Cabe recordar que el pasado 16 de mayo, Juan Carlos I 'plantó' al político cántabro en el acto de conciliación que iba a tener lugar en los Juzgados de Santander. Finalmente, esta cita judicial concluyó sin ningún tipo de acuerdo. 

Este proceso judicial se ha convertido en uno de los frentes abiertos del rey Emérito.

Dos hombres de traje se saludan sonrientes en un ambiente formal con un cuadro al fondo
Juan Carlos I y Miguel Ángel Revilla | Europa Press

"Juan Carlos I está muy molesto. Considera que ha sido engañado y que la querella inicial por injurias y calumnias —planteada en la vía penal— se topó con un cambio legal que entró en vigor justo después de interponer la demanda. Eso obligó a una conciliación previa, que terminó sin acuerdo", sostienen fuentes del entorno monárquico consultadas por Elcierredigital.com.

Posteriormente, "los abogados de Juan Carlos I comprobaron que la vía penal estaba descartada y que únicamente quedaba abierta la civil, por protección al honor e intimidad", puntualizan.

Cabe destacar que "esa demanda aún no se ha presentado.  Aunque el plazo es de un año desde la fecha de la conciliación, celebrada en primavera. La incógnita es si realmente llegarán a formalizarla", afirman estas mismas fuentes. 

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