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Una mujer con un vestido blanco frente a un edificio de piedra, junto a una botella de vino.
INVESTIGACIÓN

Giro radical en Amaya Arzuaga, la diseñadora reconvertida hoy en bodeguera de fama

Amaya Arzuaga, segunda generación de los bodegueros vallisoletanos, dirige hoy el Hotel Arzuaga y el restaurante Taller

En julio de 2017 la diseñadora Amaya Arzuaga anunciaba su marcha de las pasarelas. Las pérdidas económicas y la escasez de beneficios provocaron la retirada de la diseñadora burgalesa. Lo hacía tras más de dos décadas en el mundo de la moda. 

Fue entonces cuando Arzuaga regresó al negocio familiar, las bodegas Arzuaga Navarro. Uno de los  'emporios vinícolas' de Castilla y León. También gastronómico. 

Casi una década después de su adiós de la industria de la moda, Amaya Arzuaga se ha consolidado en el sector del enoturismo. 

Pero ¿cómo es la nueva vida de la que es considerada una de las diseñadoras vanguardistas de la moda nacional?

El ‘emporio vinícola y gastronómico de Amaya Arzuaga

Castilla y León es una de las 'cunas' del vino en España. También origen de una de las denominaciones de origen de mayor popularidad en el sector vinícola. También es la región donde en 2017 incursionó la diseñadora burgalesa Amaya Arzuaga. 

En el marco de la Ribera del Duero, en la localidad vallisoletana de Quintanilla de Onésimo, están ubicadas las Bodegas Arzuaga Navarro. Y junto a ellas, el Hotel Arzuaga, uno de los últimos proyectos profesionales de la diseñadora Amaya Arzuaga. 

Al frente de la dirección de este hotel que combina tradición, vanguardia y modernidad se encuentra la diseñadora. Un exclusivo alojamiento en plena 'milla de oro' de la Ribera del Duero. El precio de las habitaciones del Hotel Arzuaga oscila entre los 170 y los 255 euros. 

Pero su nueva vida empresarial no queda en la dirección del Hotel Arzuaga. Amaia Arzuaga también ejerce como responsable del restaurante Taller Arzuaga.  Un 'templo gastronómico' que puso en marcha tras su marcha de las pasarelas.

Junto al chef Víctor Gutiérrez y la chef Sara Ferreras,  la diseñadora aúna caza, vino y huerta. Los precios de los exclusivos menús de Taller Arzuaga varían desde los 120 hasta los 255 euros. 

En este proyecto la diseñadora también apostó por la sostenibilidad. Reconociendo su labor, el pasado mes de noviembre el proyecto gastronómico de Bodegas Arzuaga recibió su primera Estrella Michelín.

Pero la diseñadora no ha aparcado del todo el mundo del diseño. Cada 'añada',  la diseñadora burgalesa firma la etiqueta del 'Amaya Arzuaga', uno de los vinos de la bodega castellano-leonesa. 

Una persona con cabello oscuro y flequillo está de pie frente a un fondo con logotipos y el texto
Amaya Arzuaga. | Europapress

La diseñadora también ostentaba cargos en otros negocios familiares. En Ibiler SA, empresa dedicada a la hostelería y en la que su padre ocupaba el cargo de presidente, ella aparecía como consejera delegada con su hermano Ignacio.

También en Elipse María Luisa Navarro SA,  cuya actividad económica estaba orientada a la restauración y, por último, en Arzuaga Shops SL, en la que la diseñadora ejercía de administradora. 

La historia familiar de Bodegas Arzuaga

Amaia Arzuaga forma parte de la segunda generación de Bodegas Arzuaga. Estas bodegas castellano-leonesas fueron fundadas en la década de los noventa por Florentino Arzuaga. Un guipzcoano que, seducido por la oleicultura y el sector vinícola, aterrizó en tierras burgalesas.

A las 150 hectáreas que adquirió, se sumó 'La Solana'. La finca donde comenzó a plantar viñedos en Ciudad Real. Y, posteriormente, 'La Planta', en Quintanilla de Onésimo, donde emergen las Bodegas Arzuaga. Tal y como ha podido saber Elcierredigital.com, la exquisitez del vino de las bodegas Arzuaga Navarro llegó al Vaticano. De hecho,  Florentino Arzuaga le regaló uno de los vinos de las bodegas al Papa para la última cena del 31 de diciembre. 

En este proyecto, Florentino no estaba solo. Su mujer Maria Luisa Navarro, también se unió. Por aquel entonces, Maria Luisa era un nombre de sobra conocido en Castilla y León y, en especial, en Burgos.

Emprendedora nata, Maria Luisa fundó la fábrica textil Elipse.  En 2022 la saga recibió un duro golpe al fallecer Maria Luisa, a la edad de 87 años. 

Un grupo de personas posando al aire libre, algunas sosteniendo copas de vino y trofeos, con un edificio de piedra y más personas al fondo.
Ignacio y Amaya Arzuaga junto a sus padres Maria Luisa Navarro y Florentino Arzuaga. | Bodegas Arzuaga

En sus inicios, la familia Navarro también formó parte de la bodega. Uno de ellos fue el enólogo Óscar Navarro, uno de los sobrinos de María Luisa Navarro.

Posteriormente, Ignacio Arzuaga, el único hermano de Amaya Arzuaga, asumió la  gestión completa del complejo, aportando su formación en vitivinicultura y comercio exterior. En la actualidad, la producción anual de Bodegas Arzuaga es de 2 millones de botellas, que exportan a más de 50 países. 

El hijo de Florentino Arzuaga  dirige hoy el complejo. Mantiene intacto el espíritu familiar, clave en la consolidación de Arzuaga como una de las bodegas más destacadas de la Ribera del Duero. 

Amaya Arzuaga, la diseñadora española más internacional

Amaya Arzuaga Navarro es uno de los nombres que ha hecho historia en el mundo de la moda nacional e internacional.

La diseñadora nació en 1970 en la localidad burgalesa de Lerma. En 1992 finalizó sus estudios en la UPM y comenzó como diseñadora en la empresa familiar Elipse.

Dos años después creó su propia empresa, Amaya Arzuaga SL. Con ella presentó sus colecciones en ferias internacionales como París, Nueva York y Milán.

Una persona vestida de negro sonríe y saluda mientras está de pie en un escenario iluminado.
Amaya Arzuaga. | Europapress

Debutó en pasarelas como Gaudí y Cibeles en 1995. Entre 1996 y 2001 desfiló en la London Fashion Week, siendo la única española en hacerlo. En la semana de la moda londinense, la diseñadora burgalesa triunfó con una colección marcada por el uso del punto, formas geométricas y vestidos sensuales así como sugerentes.

Entre el 'desfile' de modelos, la presencia de la topmodel Naomi Campbell  hizo su aparición estelar para cerrar la muestra de Arzuaga. La modelo lució uno de los vestidos más recordados de la historia de la firma. Una pieza en color negro con transparencias y unas letras anunciando el brandy colocadas estratégicamente en el pecho que neutralizaban el efecto de desnudo. 

Entre sus colecciones más emblemáticas se encuentran  Reserva, Voyage au centre de la terreAA de Amaya Arzuaga.  También la que lanzó en septiembre de 2016, con la que realizó un repaso por dos décadas de trayectoria en el mundo de la moda con sus diseños más icónicos. 

La diseñadora burgalesa ha realizado colaboraciones con firmas como  Solán de Cabras o Coca Cola. Con esta última, Amaya Arzuaga se sumó a los muchos diseñadores que homenajearon a la marca en su 25º aniversario y 'vistieron' a las botellas de una edición limitada de la firma.

Los diseños de Amaya Arzuaga eran vanguardistas y tenían un estilo propio, marcado por volúmenes y elegancia. La actriz Marta Etura o la exministra de Cultura Ángeles González Sinde han lucido estilismos de la burgalesa. 

Sus desfiles eran un cónclave de celebrities o personajes de la jet set. Desde Rosauro Varo a Álvaro Muñoz Escassi.  También Gonzalo Miró, Almudena Fernández, Marta Torné o Toni Acosta, que asistía acompañada de su excuñada Alejandra Martos y su exsuegra Natalia Figueroa. 

Tres mujeres sentadas juntas, la del centro lleva una bufanda verde y las otras dos tienen el cabello castaño.
Toni Acosta, Natalia Figueroa y Alejandra Martos en un desfile de Amaya Arzuaga. | Europapress

Con la llegada de la crisis, el sector de la moda nacional no escapó a las consecuencias de la recesión económica. Fueron muchas las firmas que sufrieron pérdidas económicas. Una de ellas fue la de la burgalesa.

Amaya Arzuaga 'echó el cierre' a su tienda de la calle Lagasca (Madrid). En 2015 su empresa obtuvo unos beneficios de 585.000 euros. A esta cifra se sumaban las pérdidas de los dos años anteriores: 284.000 euros en 2014 y 393.000 en 2013. 

Una circunstancia por la que en 2017 la burgalesa dejó Madrid y puso rumbo a su tierra. Donde se centró en el cuidado de su hijo Bastián, fruto de su relación con el fotógrafo  Gerardo Custance

Casi una década después, es imposible no hablar del legado que Amaya Arzuaga dejó en la industria. Un legado que también empieza a forjarse en el sector enoturístico y gastronómico. 

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