La nueva treta de Gil Marín: Reconvierte el Centro Acuático del Atleti en zona de ocio

El viejo sueño olímpico de Madrid, que dejó a medio construir infraestructuras millonarias, va a servir ahora como trampolín para que  Miguel Ángel Gil Marín (Madrid, 1963), consejero delegado y máximo accionista del Atlético de Madrid, se convierta en uno de los grandes beneficiarios de uno de los mayores desarrollos urbanísticos de los últimos años en la capital. 

El Centro Acuático, una mole de hormigón inconclusa desde hace más de una década, será transformado en un recinto multifuncional para conciertos y grandes eventos. Los colchoneros se harán con este negocio en alianza con dos gigantes del entretenimiento: Live Nation y Oak View Group.

El proyecto del Atlético de Madrid

El consistorio ha dado ya los últimos pasos administrativos para abrir la licitación pública de este espacio. Que se encuentra ubicado junto al Estadio Metropolitano, en el distrito de San Blas-Canillejas.

El periodo de información pública ya ha concluido sin que se hayan presentado alternativas viables que compitan con la propuesta liderada por el club rojiblanco, a través de la sociedad Barsento. Los pliegos de condiciones ya están en redacción. Y se espera que la concesión definitiva se adjudique antes de final de año.

El proyecto ha sido admitido a trámite desde abril por el Área de Obras y Equipamientos del consistorio madrileño. Esta área ha comprobado que cumple con el planeamiento vigente y que existen razones de interés general para su impulso. La parcela afectada es la ES-01 del Ámbito de Ordenación Especial (AOE) 00.08, conocido como 'Parque Deportivo del Este'.

Esta zona aglutina más de un millón de metros cuadrados de suelo público. La concesión, una vez firmada, otorgará a la sociedad del Atlético de Madrid la gestión del espacio durante los próximos 75 años. A cambio, pagará un canon anual al Ayuntamiento.

La ambiciosa propuesta transformará los 66.800 metros cuadrados del antiguo Centro Acuático en un complejo de usos múltiples valorado en 405 millones de euros. El plato fuerte será un auditorio con capacidad para 20.000 asistentes. Este recinto aspira a competir directamente con los grandes recintos europeos de música en vivo.

El centro incluirá además una plaza cultural para eventos al aire libre, un campus de formación profesional y universitaria, un hotel de destino y un centro deportivo para 9.000 abonados. Live Nation se encargará de la programación musical. Mientras que OVG aportará su experiencia en la gestión operativa del recinto.

Otro gran negocio que se une a la Ciudad del Deporte

Más allá del viejo Centro Acuático, Gil Marín también prepara el 'asalto definitivo' al este de Madrid con la nueva Ciudad del Deporte. Este macroproyecto urbanístico abarca cinco parcelas y más de 250 hectáreas. Allí se construirá un moderno centro de alto rendimiento, un estadio secundario para 5.000 espectadores, nuevas instalaciones médicas, áreas de descanso y rehabilitación, pistas de atletismo, tenis y pádel, y hasta una playa artificial para deportes acuáticos.

Todo este desarrollo estará conectado directamente con el Metropolitano. La intención es consolidar una suerte de ciudad-estado deportiva bajo la marca Atlético de Madrid.

La inversión inicial del club en esta Ciudad del Deporte se estima en unos 350 millones de euros. Aunque desde Sumar critican que apenas 60 millones irán destinados a dotaciones públicas de uso compartido.

El proyecto cuenta con el respaldo económico de LaLiga y los fondos de CVC, que  a través del programa LaLiga Impulso han aportado al Atlético más de 192 millones de euros. De esta cifra, el 70% se destinará a las infraestructuras de la Ciudad del Deporte. Lo cual supondrá un crecimineto patrimonial sin precedentes para el club.

Esta apuesta por convertir un área semiabandonada en el epicentro del entretenimiento y el deporte en Madrid también se ve favorecida por las circunstancias. El nuevo recinto de conciertos, ubicado a pocos metros del Metropolitano, se aprovechará directamente de los problemas que arrastra el estadio Santiago Bernabéu para programar grandes eventos musicales. El pinchazo de Florentino Pérez tras la rebelión vecinal convierte al nuevo proyecto rojiblanco en una alternativa muy apetecible para promotores y artistas.

Así, el Atlético de Madrid no solo refuerza su posición como actor clave en el deporte. Sino que se adentra de lleno en el negocio del entretenimiento con una infraestructura capaz de competir con arenas como el O2 de Londres o el Accor Arena de París. 

Todo ello ha sido posible gracias a un cambio normativo aprobado por el propio Ayuntamiento, que ha reconfigurado el uso de la parcela del Centro de Deportes Acuáticos. De estar limitada al uso de equipamiento deportivo público, ahora se permite edificar hospedajes, oficinas, comercios y espacios recreativos.

El PSOE madrileño ya ha mostrado su desacuerdo. Y presentó alegaciones, advirtiendo que este tipo de recalificaciones encubren una privatización de suelo público con beneficios desproporcionados para el promotor.

La transformación del fallido proyecto olímpico en un nuevo polo de riqueza para Gil Marín resume a la perfección la nueva etapa que vive el Atlético. Fuentes cercanas al entorno rojiblanco señalan a elcierredigital.com que "el club ha pasado del negocio deportivo al urbanístico. Con las puertas abiertas por el Ayuntamiento y el apoyo económico de LaLiga, el mandamás rojiblanco se ha convertido en urbanizador, al igual que su padre Jesús Gil y Gil. No hay que olvidar que Gil y Gil entró en el Atlético de Madrid en los tiempos de Vicente Calderón para hacerse con la ciudad deportiva del equipo rojiblanco", aseguran.