
La nueva era de la Princesa Leonor: De 'sublevarse' en Elcano a ser 'Top Gun'
La hija de Felipe VI superó una exigente formación naval y hoy se va al Ejército del Aire con el coronel González Asenjo
La princesa Leonor avanza en su formación militar con paso firme. Tras haber superado en julio una exigente etapa en la Armada, se prepara ahora para abrir un nuevo capítulo en su carrera. Su paso por la Academia General del Aire y del Espacio (AGA) en San Javier (Murcia).
Este reto arrancará oficialmente el 1 de septiembre, cuando se incorpore como alférez alumna. Todo en igualdad de condiciones académicas con el resto de compañeros de su promoción.

El pasado 16 de julio, Leonor puso fin a su etapa naval con una emotiva ceremonia en la Escuela Naval Militar de Marín (Pontevedra). Allí, en presencia de sus compañeros y mandos, fue ascendida a guardiamarina de segundo y recibió de manos de su padre, el rey Felipe VI, la Gran Cruz del Mérito Naval. Se trata de un reconocimiento que simboliza el esfuerzo y la constancia demostrados durante los meses anteriores.
Con ese acto, la heredera cerró un periodo intenso. 114 días embarcada en el buque escuela Juan Sebastián de Elcano, un mes previo de instrucción en la fragata Blas de Lezo y la travesía final hasta Galicia. Una etapa que deja atrás para enfrentarse ahora a los retos del Aire.
La nueva etapa de Leonor en el Aire
El 23 de julio se oficializó su nombramiento como alférez alumna en la especialidad de vuelo dentro del Ejército del Aire y del Espacio, lo que le permitirá integrarse en la LXXVIII promoción de la AGA.
La responsabilidad de guiar esta nueva fase recae en Luis Felipe González Asenjo. El coronel es el actual director de la AGA y jefe de la Base Aérea de San Javier. Su currículum es amplio: más de tres décadas de experiencia, formación en centros internacionales, puestos de representación diplomática y dirección del Mando del Espacio en Torrejón de Ardoz. Desde diciembre de 2024 lidera la academia murciana, un destino clave para la formación de los futuros oficiales del aire.

El coronel ha sido contundente: Leonor no tendrá concesiones especiales. Se enfrentará al mismo programa que sus compañeros, con instrucción teórica exigente, prácticas en simuladores y vuelos en aeronaves como el Pilatus PC-21. Este último es el mismo avión con el que recientemente voló el rey Felipe VI en el festival 'Aire 25'. Además, deberá superar el entrenamiento físico de alto nivel que caracteriza a esta academia.
Aunque no será su tutor en el sentido más cercano, González Asenjo asumirá la supervisión de su integración académica, operativa y social en la AGA. “Será tratada con la misma exigencia y disciplina que sus compañeros”, aseguró.
Este paso por el Aire completa un itinerario que la princesa viene siguiendo desde 2023. Primero en Zaragoza con el Ejército de Tierra. Después en Marín con la Armada -donde navegó en el Juan Sebastián de Elcano y en la fragata Blas de Lezo- y ahora en Murcia. El recorrido culminará en 2026, cuando reciba la Gran Cruz del Mérito Aeronáutico, también de manos de su padre.
“Sublevación” simbólica en el Elcano: Una travesía complicada
Durante los 114 días de crucero en el Elcano, Leonor vivió una experiencia tan enriquecedora como difícil. Tal y como publicamos en elcierredigital.com, la princesa sufrió episodios de cinetosis: mareos, vértigos y vómitos frecuentes desde los primeros días de navegación.
En algunos momentos llegó a presentar moratones en los brazos, consecuencia del malestar físico. El propio jefe de Relaciones Públicas de la Armada Nacional de Uruguay, Alejandro Pérez, confirmó que la heredera estaba “teniendo dificultades significativas relacionadas con los mareos típicos de la vida en alta mar”.

Como también informamos, en Zarzuela incluso se llegó a valorar que la reina Letizia pudiera visitar a Leonor. Concretamente en una de las escalas -en Chile o Perú- para comprobar de primera mano cómo se encontraba su hija y darle apoyo personal.
También se barajó la opción de que Leonor abandonara temporalmente el barco para asistir al 18º cumpleaños de su hermana Sofía. Aunque finalmente se mantuvo a bordo.
Más allá de los mareos, la adaptación a la vida en un buque escuela no resultó sencilla. Para alguien sin formación náutica previa, el choque fue inevitable.

De ahí que se hable de una especie de “sublevación simbólica”. No un conflicto real, sino la expresión de las dificultades de adaptación a un entorno tan rígido. Una prueba de resistencia que, sin embargo, acabó superando.
El verano de los Borbones en Mallorca
Tras cerrar esa etapa, Leonor ha pasado parte del verano junto a su familia en Mallorca. Aunque desde Zarzuela apenas se han difundido detalles, trascendió que tanto ella como su hermana Sofía participaron en actos oficiales y disfrutaron de momentos de descanso al lado de los Reyes. Una combinación de agenda institucional y vida privada que se ha convertido en tradición para la Familia Real durante el mes de agosto.
Este verano, no obstante, ha estado marcado por un tono más serio. La recuperación de un amigo cercano tras un accidente y la delicada situación de salud de la tía paterna, Irene de Grecia, añadieron un matiz de preocupación a las vacaciones familiares.
Mientras Leonor se prepara para sumergirse en el mundo de la aviación militar, la infanta Sofía también inicia su propio camino. El próximo septiembre comenzará sus estudios universitarios de Ciencias Políticas en una institución europea de carácter internacional.
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