
Cambio radical en Ikea: Los retos del español Juvencio Maeztu para mantener su fuerza
El fabricante sueco de muebles se pone en manos de este CEO gaditano de 57 años con desafíos en su venta física y online
Ikea inicia una nueva etapa en su liderazgo global. A partir del 5 de noviembre de 2025, Juvencio Maeztu se convertirá en el nuevo CEO de Ingka Group, el mayor franquiciado de la compañía en el mundo. Sucede a Jesper Brodin, quien dejará el cargo a finales de febrero de 2026.
Maeztu (Cádiz, 1968) conoce bien la compañía y será su primer presidente no sueco. Comenzó su carrera a principios de los 2000 como director de tienda en Alcorcón. Desde entonces ha ocupado varios cargos estratégicos. Su experiencia cubre desde la gestión de tiendas hasta áreas clave del negocio global. Ahora se enfrenta al reto de liderar una marca que navega por una economía inestable y un consumidor más exigente.
El directivo, que es licenciado en Economía por la Universidad de Cádiz y posee un MBA del IESE, pretende mejorar los resultados financieros. En el ejercicio fiscal 2024, la multinacional registró un beneficio bruto de 13.900 millones de euros. Este resultado no se celebró al compararse con los 14.700 millones del año anterior. Las ventas minoristas bajaron un 5,3%, alcanzando los 45.100 millones. Aunque la compañía insiste en mantener precios bajos, esta caída obliga a revisar su estrategia.
En España, el beneficio cayó un 9.6%, situándose en 134 millones. Aun así, las ventas online crecieron un 4% y las visitas a la web y la app alcanzaron los 228.1 millones.
Los retos en tiendas física y online
La integración entre lo físico y lo digital será clave. Bajo el liderazgo de Brodin, Ikea avanzó hacia un modelo omnicanal. Pero queda mucho por hacer. Las grandes tiendas siguen siendo su base, pero el cliente actual busca rapidez y cercanía. La empresa ha probado nuevos formatos urbanos en varias ciudades. Sin embargo, aún debe evaluar su impacto real. Maeztu tendrá que decidir cómo escalar estos modelos sin comprometer la experiencia de marca.
La sostenibilidad será otro foco importante. En los últimos años, Ikea ha hecho algunos avances para integrar esta visión en su negocio. Ha apostado por la economía circular y la reducción de emisiones. Pero el reto sigue siendo equilibrar estos objetivos con el compromiso de mantener precios asequibles. Esto implica decisiones complejas sobre materiales, logística y procesos.

Identificar áreas con potencial de crecimiento y escalar lo que funciona será fundamental. La marca busca conectar emocionalmente con los clientes para diferenciarse de competidores que ofrecen solo precio. Y es que Coca-Cola vende más que Pepsi no solo por el sabor, sino porque la marca pesa a la hora de competir.
Otro aspecto a tener en cuenta será la transformación tecnológica. El retail evoluciona rápidamente. Ikea pretende avanzar en automatización, inteligencia artificial y análisis de datos. Aunque ha dado algunos pasos, todavía está lejos de la madurez digital de otros grandes del sector. Esto requiere inversión. Maeztu tendrá que acelerar esta transición sin romper con la esencia de la compañía.
La plantilla
El factor humano no puede quedar fuera. Con casi 170.000 empleados en todo el mundo, Ikea podría vivir tensiones por los cambios tecnológicos y sociales. Es cierto que Maeztu ha sido valorado por su liderazgo cercano. Este estilo puede ser útil para preservar el espíritu de equipo en tiempos de cambio. Además, contará con una transición progresiva. Brodin permanecerá en la empresa hasta febrero y luego como asesor de la Fundación Ikea. Esto asegura continuidad.
Otro reto importante será la reorganización de la cadena de suministro. El contexto global es más incierto. Hay tensiones comerciales, subida de costes y nuevas regulaciones. Ikea ha funcionado históricamente con una red global optimizada. Pero ahora necesita más flexibilidad. Adaptarse a estas nuevas condiciones sin perder calidad ni aumentar precios será una tarea compleja.

Juvencio Maeztu tiene una ventaja clara. Conoce Ikea desde adentro. Lleva más de 25 años en la empresa. Conoce sus operaciones, su cultura y su visión. Pero el entorno actual exige algo más. Los cambios son rápidos, los márgenes son más estrechos y el cliente es menos predecible.
La oportunidad también es grande. Ikea es una marca sólida. Si Maeztu logra avanzar en sostenibilidad, eficiencia, digitalización y cercanía con el cliente, puede construir una nueva etapa de crecimiento. Apostará por la máxima de que el desafío no es solo adaptarse, sino liderar el cambio.
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