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Hombre con barba y traje oscuro frente a un edificio de cristal con el logo de Meliá Hotels International.
INVESTIGACIÓN

Meliá se cae del Ibex: La hotelera se desploma con una deuda de más de 2.000 millones

El precio de la acción de la cadena, controlada por Gabriel Escarrer Jaume, ha caído un 27 por ciento desde 2016

El principal indicador del país del turismo ha perdido la única empresa del sector, Meliá Hotels. La compañía hotelera ha sido relevada por Puig y se cae del parqué tras desplomarse su capitalización desde los 3.000 millones de 2007 a los menos de 1.600 actuales. 

La acción del principal grupo hotelero de España (con 141 establecimientos y 35.000 camas) y tercero de Europa ha caído un 27% desde 2016, lo cual ha contribuido a que baje al índice Ibex Medium Cap en sustitución de Talgo (que se encuentra inmersa en un proceso de venta). 

Meliá asegura que su salida del Ibex35 no afecta a su plan estratégico y en unos días dará cuenta de los resultados del segundo trimestre de 2024 tras haber vuelto en el primero a la senda los beneficios con 7,5 millones de euros en positivo (frente a 500.000 que perdió en el mismo periodo del ejercicio anterior). 

"Las perspectivas para el conjunto del periodo se han cumplido en los diferentes mercados, destacando en España la excelente evolución de las Islas Canarias y resto de costas, que ha permitido un inicio más temprano de la temporada en los hoteles vacacionales, así como en América, donde el primer trimestre es temporada alta, destacó el desempeño de México, consolidando tarifas y creciendo en volumen, y de la República Dominicana, con una temporada récord en llegada de turistas que se plasmó en excelentes datos de ocupación y tarifas", señaló su CEO, Gabriel Escarrer Jaume

Hombre con barba y traje oscuro hablando frente a un fondo con el logotipo de
Gabriel Escarrer Jaume, CEO de Meliá. | EP

El hijo de Gabriel Escarrer Juliá —fundador del grupo, con 89 años— asumió pasado año la presidencia de la compañía con el reto de lidiar con la deuda de la multinacional (que creció en 17 millones en el primer trimestre del curso hasta encaramarse por encima de los 2.630). 

Los inicios del gigante

En 1956 Gabriel Escarrer Juliá tenía 21 años y había abandonado su pequeña localidad balear de Porreras por Palma de Mallorca, en la que abrió un establecimiento de 60 habitaciones que, a partir de las siguientes décadas, contó con numerosos hermanos en España. 

Meliá se fue haciendo fuerte hasta que dio el golpe definitivo al hacerse en subasta pública con Hotasa, red hotelera de 32 establecimientos que había pertenecido a la quebrada y expropiada Rumasa de José María Ruiz-Mateos.

Aquel 'triunfo' despertó algunas lenguas, que especulaban con una supuesta cercanía con los socialistas, al igual que en 2015 Meliá fue objeto de numerosas críticas por aceptar el encargo de una cena en un hotel madrileño que organizaba la Fundación Francisco Franco en honor al dictador. 

Meliá Hotels International, que este año se ha colado en el Top 25 de las empresas con mejor reputación de España según la última edición del ranking Merco Empresas 2024,  intenta recobrar el pulso de la mano de la joint venture que ha emprendido con la Banca March.

Esta alianza firmada el pasado año conllevó la compra de dos hoteles en Fuerventura (uno de los cuales va  a recibir una inyección de 20 millones de euros) y uno en Ibiza. Además, Meliá intenta sortear los problemas de abastecimiento que sufre Cuba con la apertura de una importadora que provea a sus 35 hoteles en la isla caribeña. 

Sobre la alianza con la Banca March, Escarrer junior aseguró que "esta operación representa por excelencia nuestra estrategia de alianzas corporativas con partners del mayor prestigio y solvencia y con intereses en el desarrollo del sector". 

"Gracias a la calidad de los activos involucrados, a nuestra fortaleza de marcas y nuestra capacidad de gestión y distribución, estamos seguros de que Meliá es el socio ideal para seguir creciendo junto a Banca March mediante fórmulas asset-light, que encajan también a la perfección con su orientación a la coinversión en economía real y, en especial, en el turismo, una industria que ambos, como empresas de origen mallorquín, llevamos en nuestro ADN", aseguró. 

Un hombre mayor en traje y corbata habla en un podio con varias banderas en el fondo.
Gabriel Escarrer Juliá. | EP

Para Meliá, añadió, "es un gran orgullo consolidarnos como un referente global, capaz de inspirar y marcar el camino hacia una industria más innovadora, sostenible y centrada en el cliente, en el talento de nuestros colaboradores y en la sociedad"

Pisos turísticos y turismofobia

Escarrer Jaume ha hecho balance en la publicación temática Hosteltur sobre los últimos 30 años del turismo en España. Y asegura que han evolucionado "mucho": "Hemos salido a bolsa, hemos comprado marcas y cadenas hoteleras, hemos seguido creciendo y consolidándonos en los principales destinos vacacionales del mundo, y entrado con fuerza en las grandes capitales europeas como Londres, París, Milán, Roma, Berlín, o tantas otras. También hemos sobrevivido a las dos mayores crisis que ha vivido el sector desde que existen registros: la crisis financiera de 2008 y la disrupción provocada por la pandemia de 2020, que paralizó la industria turística global durante casi dos años". 

Sobre los pisos turísticos, explica que  "mientras la oferta hotelera apenas ha crecido en las últimas décadas,  la oferta de estas plataformas, desregulada y sin planificación alguna, no para de aumentar (60.000 nuevas plazas en el 1er trimestre de 2024), agudizando los impactos ya conocidos de saturación puntual —o no tan puntual— en los destinos, sobrecarga de los recursos y servicios públicos o las dificultades casi-insalvables en el acceso a la vivienda, entre otros"

Y con relación a la creciente turismofobia desatada en España dice que "cualquier crecimiento debe incorporar valor añadido y una mejor redistribución de la renta generada por el turismo entre las sociedades locales, que recuperarán la aceptación y aprecio ciudadano por el turismo si perciben la mejora que éste promueve en su calidad de vida",. 

El directivo afirma que "las actuales protestas contra el 'sobreturismo' pueden convertirse en un punto de inflexión hacia un nuevo modelo más empático, rentable, mejor empleador, inclusivo, sostenible y regenerativo, si consiguen concienciar a nuestras autoridades sobre la necesidad de definir una estrategia turística de país que apueste por la calidad y la sostenibilidad, y de controlar toda la oferta ilegal y regular todos los tipos de oferta alojativa en base a una planificación adecuada, que cumpla las mismas regulaciones y controles que la oferta hotelera". 

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