Joan Ollé: La historia de presunto acoso sexual e inocencia del profesor de teatro

Febrero de 2021. El diario catalán 'ARA' publicaba un reportaje de investigación con testimonios de antiguos alumnos del Institut del Teatre de Cataluña que acusaban de acoso sexual y abuso de poder a tres docentes de la institución: Jorge Vera, Berty Tovías y Joan Ollé. Los dos primeros ya se encontraban jubilados cuando el diario difundió estas acusaciones y el último fue apartado inmediatamente de su cargo cuando comenzó la investigación.

Joan Ollé declaró ante los medios justo después de la publicación del artículo, unos meses más tarde —en noviembre, concretamente— y ahora ha vuelto a hacerlo en una entrevista para el diario El Mundo, en la que ha confesado que  “la Fiscalía no vio delito”. “La justicia me ha exonerado de los delitos que me atribuían”, confiesa.

Para el director teatral, las acusaciones de los alumnos recogidas por el diario catalán  “no tienen ningún valor” debido a que en los testimonios recogidos no figura el nombre completo de las supuestas víctimas. “Doce teóricos testimonios, la mayoría anónimos, cuando el código deontológico periodístico dice que cualquier aportación desde el anonimato no tiene ningún valor”.

En la entrevista confiesa, además, que se vio rodeado por “un muro de silencio civil y cobardía colectiva”, que se convirtió en el “chivo expiatorio” y que la “lógica reduccionista” de la sociedad le ha hecho quedar como “un acosador sexual a pesar de que, tras un año y medio de investigación, las acusaciones” que le hicieron quedaron “en nada”.

La acusación del diario ARA a Joan Ollé

La investigación del diario ARA, según se recoge al final del artículo, fue el resultado de “cientos de entrevistas realizadas durante un año y medio para radiografiar lo que pasa en el mundo de las artes escénicas y audiovisual en Cataluña”. Y en esta radiografía, según documentan, se encontraba el supuesto abuso de poder por parte de los profesores del Institut del Teatre.

Aunque solo tres nombres fueron los señalados como presuntos perpetuadores de acoso sexual, además de maltrato psicológico, afirmaban que había más docentes involucrados. Sin embargo, Joan Ollé se mencionaba como el docente que había sido acusado en más ocasiones por sus alumnos.

Una de las fuentes citadas por el periódico, afirmó que llegó a quedar fuera del horario de clases con el profesor, que le “pedía besitos” y llegó a insistirla para que dejara a su novio, también alumno de Ollé. La actriz llegó a pensar que tenía que aguantar su acoso “para tener trabajo”, ya que la prometió, supuestamente, “cogerla para un espectáculo”.

Otra de las fuentes admitió haber denunciado a la dirección del centro lo sucedido con el profesor y, posteriormente, a la Escuela Superior de Arte Dramático (ESAD), que rompió “la instancia” porque “él se comprometió a cambiar de actitud y explicó que había pedido disculpas”.

Estas situaciones de acoso sexual, en las que el profesor, presuntamente, hacía diversos comentarios sexuales y degradantes a sus alumnas, quedaban reflejadas en el artículo junto a otro tipo de acusaciones. Entre ellas, figuran que Ollé bebía alcohol en el trabajo y que “era muy violento, echaba broncas a todo el mundo”.

Joan Ollé se defiende de las acusaciones de acoso sexual

Antes de la entrevista anteriormente mencionada de El Mundo, Ollé ya había hecho alegaciones a diversos medios. Un mes después de que el artículo viera la luz, envió un comunicado a 'El periódico', después de haber declarado en la Comisión para la Prevención del Acoso Sexual en la sede de la Diputación de Barcelona.

“Nunca he mantenido ningún tipo de relación sentimental ni sexual con ninguna alumna ni alumno, en ningún caso ni bajo ninguna circunstancia. Nunca he usado mi posición académica para asediar a nadie ni para sacar provecho de otra manera”, se defendía el director de teatro, afirmando que esa siempre “ha sido una línea roja” que nunca pisó.

En el comunicado se mostraba en contra de “cualquier tipo de abuso” y agresión, tanto por su parte como por la de sus alumnos y reafirmaba no haber cometido ningún delito.

Sin embargo, había dos situaciones de las expresadas en la denuncia del diario ARA que confirmó. En este comunicado, admitió haber “confraternizado con los alumnos fuera de las horas de clase” y usar un “lenguaje distendido, coloquial, irónico, libre y provocador propio de un marco de familiaridad y confianza” con el que, afirmaba, nadie le hizo saber “que se sintió molesto”.

En la reciente entrevista de El Mundo admitió también cometer “conductas impropias de un profesor, como entrar con un vaso de whisky en clase. Pero eso no significa ir borracho, como se dijo. Puedo también admitir que durante los ensayos expresé algún que otro grito”.

A causa de todas estas acusaciones de las que se defiende Ollé, habría perdido, presuntamente, tres proyectos teatrales y “otras actividades profesionales”. Su jubilación, sin embargo, estaba prevista para ese mismo año. A finales de 2021, además, inició un nuevo espacio teatral denominado Canuda 26 —denominado así por la calle en la que se sitúa— y anunció su intención de escribir un libro con todo lo sucedido.