Las macrofiestas de los jeques árabes en España: La supuesta violación de Penélope H.

Como venimos informando en elcierredigital.com, la costa catalana se ha convertido en una de las joyas estratégicas del Mediterráneo para las monarquías del Golfo Pérsico. Lo que comenzó como una inversión puntual en la marina de Tarragona se ha transformado en un entramado de intereses cruzados. Una red que involucra a fondos soberanos árabes, al rey Emérito y a figuras clave del deporte y la empresa catalana.

Mientras megayates como el del emir de Catar fondean en aguas tarraconenses donde celebran lujosas fiestas, detrás se mueven operaciones millonarias, diplomacia no oficial y una creciente presencia inmobiliaria.

No todo en torno a los jeques y magnates del Golfo en España ha traído buenas noticias. En sus recurrentes visitas al país, especialmente en temporada estival, algunos emires, empresarios y miembros de casas reales árabes organizan fiestas privadas. En estas es habitual la contratación de servicios de compañía, muchas veces integrados por modelos profesionales.

Sin embargo, en algunos casos han trascendido señalamientos de comportamientos abusivos, incluida violencia sexual. Uno de estos testimonios es el de Penélope H., una joven modelo que accedió a compartir su experiencia con elcierredigital.com.

La modelo hispano-alemana  Penélope H., de 35 años,  vive un calvario desde el verano de 2008. Por entonces fue presuntamente abusada sexualmente en Ibiza por uno de los jeques que forma parte de la casa real saudí. Según ella, se trata del jeque árabe[Alwaleed Bin Talal], uno de los íntimos amigos del rey emérito Juan Carlos I. Por aquel entonces, la top model tenía 20 años y era una de las grandes promesas de la moda internacional. Había trabajado en reconocidas 'mecas' de la moda como Nueva York, Milán o Londres.

La modelo hispano-alemana era muy conocida entonces. Había colaborado con United Colors of Benetton o GAP y participado en varios concursos. Era el rostro protagonista de reportajes para cabeceras de moda como Vogue, Telva, Lucía se Casa o Glamour. "Yo comencé en el mundo de la moda con dos años. Aunque mi madre había sido una modelo muy importante, su profesión no infundió en mí el deseo de dedicarme a este trabajo. A mí me descubrió una fotógrafa con tan solo dos años porque yo era muy rubia, muy guapa. Mis padres me vestían siempre a la última, yo llamaba la atención", sostiene Penélope a elcierredigital.com. 

Después del calvario en Ibiza tras el supuesto suceso,  denunció en su día el desinterés en investigar a fondo la verdad de lo sucedido. Y es que influía indirectamente en el caso Urdangarin.  El abogado de la modelo presuntamente violada por el magnate saudita indicaba en su escrito que nadie quería investigar estas relaciones –a través de una empresa inmobiliaria de capital saudí– entre las casas reales española y saudí, que elcierredigital.com desvela en esta publicación.

Cronología de los hechos 

El infierno que vivió la modelo hispano-alemana Penélope H. comenzó en agosto de 2008. "Tenía 20 años y viajé a Ibiza porque me invitó una amiga que conocí durante la etapa que estuve trabajando en Milán. No conocía la isla y mi amiga me dijo: 'vente un día conmigo y con mi novio, que justo son nuestros últimos días. Nos vemos en la discoteca Space'. Me lo pasé muy bien con ella, pero fue una pena porque les adelantaron los vuelos y se volvieron al día siguiente a Madrid. Me quedé sola en la isla", afirma Penélope a elcierredigital.com.

"Me tuve que ir a un hostal y, aunque conocía a gente, no eran verdaderamente mis amigos", afirma la modelo a elcierredigital.com. "Me busqué un hotel y me veía súper vulnerable e inocente. Yo no sabía lo que era realmente Ibiza", puntualiza Penélope. "Me veía muy sola y cuando hablé con mi madre le dije que no sabía qué hacer, si volverme. Pero a ella se le ocurrió venirse con el resto de la familia, pues aún no tenían planes de vacaciones. Así que vino mi madre, mi padrastro y mis tres hermanos. Se alojaron en el mismo hostal que yo y fuimos a ver el puerto", afirma Penélope.

Mientras paseaban por el puerto, a Penélope se le acercó un joven que le habló en inglés: “Don't fall into the water, o algo parecido. Pero noté por el acento que no era su idioma, así que le pregunté si era español. Me dijo que sí, y le respondí que podíamos hablar en español", relata Penélope a elcierredigital.com.

"Pensé que quería ligar conmigo. Era el chófer de esta gente. Intercambiamos teléfonos, pero yo estaba con mi familia, iba con otra mentalidad, y no tenía mucho interés en los chicos. Él me sugirió que podíamos quedar un día y yo le comenté que iba a estar con mi familia. De hecho, luego se lo dije a mi madre porque él era bastante mayor que yo. A los pocos días, me escribe para comentarme que la familia real Saudí iba a dar una fiesta y que me quería invitar. Le hice saber que yo no tenía ropa para asistir a una fiesta de tal calibre. Pero él le quitó importancia y me dijo que las chicas, supuestamente princesas,  me acompañaban y me compraban lo que hiciera falta. Luego me enteré que eran scorts", apostilla Penélope. 

"Yo estaba bastante sorprendida porque por aquel entonces trabajaba y tenía dinero, pero el chico insistía e insistía. En un primer momento le dije que no podía. Pero cuando me propuso ir a la zona de las Salinas de día, dudé y mi madre quiso hablar con él por teléfono. Él le aseguró que todo iría bien y que no se preocupara. Me vino a buscar en un Mercedes blindado, en ese momento yo no sabía que era uno de los chóferes, así que solo pensé que era un chico con dinero. Fuimos a las Salinas, comimos con unos amigos… todo idílico", afirma Penélope en conversación con elcierredigital.com. 

"Sí que me llamó la atención cuando me dijo que tenía que ir al puerto por trabajo. Allí estaba el jeque[Alwaleed Bin Talal], que se fijó en mí. Me pidió que subiera a su yate, pero yo no quería subir sola, prefería que el chófer subiera conmigo. Finalmente subí, me presenté y me quité las sandalias que llevaba. Estaban las chicas que supuestamente eran princesas, intercambié los teléfonos con ellas y ya está. Pero cuando estaba allí, algo llamó mucho mi atención. Una de las camareras del barco se equivocó de copa y se la tiraron a la cara. Comenzaron a hablar en árabe, aunque no lo entendí porque no hablo ese idioma. En ese momento me empecé a percatar del lugar donde estaba y de la situación en que me encontraba", afirma Penélope. 

"Recuerdo que subimos a la parte de arriba del yate, donde había un mini jacuzzi. Me invitó a champagne y me dijo que podía darme todo lo que quisiera. Se puso violento porque quería enseñarme las estrellas y yo no quería. Así que acabé tirándole al jacuzzi con todas sus cosas… comenzó a hablar árabe y por como sonaba, era de todo menos bonito. Yo me quería ir de allí y el chico que supuestamente era chófer me dijo: '¿tú sabes lo que acabes de hacer?'. A mí me daba igual, yo no quería ver las estrellas. Y me fui". 

"Le conté a mi madre lo que había pasado y, casualmente, al día siguiente me escribieron las princesas asegurándome que no debía preocuparme. Quedé con ellas y me lo pasé bien. Al día siguiente mi madre se iba de Ibiza y antes de irse me pidió que tuviera cuidado. Cuando salimos yo llevaba un conjunto rosa muy corto, y me extrañó cómo iban las supuestas princesas a la fiesta. Porque mostraban escote, vaqueros… y con ellas fui a la discoteca Divino, lo que ahora es  Lío Ibiza". 

"La imagen era dantesca"

"Yo siempre que salgo me fijo en la manera que tienen de poner las copas, cómo las ponen y qué ponen. Pero en ese momento la droga venía ya en la botella. Tomé un poco y empecé a marearme, no me encontraba bien. Escribí a un montón de gente, pero nadie contestaba. Estaba en la Zona VIP y recuerdo que bajé a la parte baja y uno de los hombres de seguridad me dijo que tenía que volver a la zona VIP. Me di cuenta de que tenían a todo el mundo comprado. Las chicas tampoco me quisieron ayudar, yo no sabía en qué puerto estaba y tenía mucho miedo. Me dijeron que íbamos a ir a un barco y yo no quería ir. Me obligaron a subir y me hicieron apagar los dos móviles que tenía. Se pusieron muy agresivas conmigo y ya me di cuenta de que eran chicas que se dedicaban a captar a otras niñas". 

"Yo no sabía dónde estaba, solo recuerdo que subí en un ascensor y vi una imagen dantesca. Era el desmadre. Chicas desnudas bailando, todas las drogas que puedas imaginarte, yo me quería ir de allí… no me gustaba ese ambiente. Esa noche fue cuando me violaron. Yo aún no había mantenido relaciones sexuales con ningún chico. Recuerdo que me desperté por un beso que me dio el jeque, que abusó de mí. Cogí mis cosas e intenté marcharme, pero la puerta estaba cerrada y yo no era capaz de abrirla". 

"Estaba llorando y me ofrecieron droga que no acepté. Una de las chicas me dijo que todo lo que había visto esa noche no se lo podía decir a nadie. Porque si no, habría consecuencias. Literalmente me dijo que  si se lo contaba a alguien yo y mi familia estaríamos muertos. Recuerdo que encontré a una chica española que por aquel entonces salía con un cantante árabe bastante famoso, pero no me pudo ayudar". 

"Fue en ese momento cuando logré escaparme, pero me topé con otro de los árabes que estaban por allí y quiso llevarme a su suite. Otro llegó y le dijo: “esta es nuestra”. Logré irme y estaba esperándome un chófer que me quería llevar a mi casa, aunque yo le dije que me llevara al puerto. Él me dijo que no, porque al día siguiente volverían a por mí. Era extraño porque me hacía muchas preguntas y me decía: “¿Te han hecho mucho daño?”. Ahí me di cuenta de que serían muchas las niñas a las que les habrían hecho lo mismo que a mí". 

"Tenía mucho dolor dentro de mí y quería acabar con mi vida. Es más, llegué a tomarme un bote de pastillas. Me costó contarle a mi madre lo que me había pasado. En realidad, lo hice porque una amiga me obligó. Mi madre rápidamente se cogió un vuelo y fuimos a denunciar. En el hospital me dijeron que de la alta cantidad de drogas que tenía en el cuerpo podría haber muerto. Posteriormente fuimos al forense y no fue muy agradable con nosotras", explica Penélope H. a Elcierredigital.com. 

"El caso fue archivado"

"Aquello pasó en 2008 y yo lo he pasado muy, muy mal. En 2013 los medios anunciaron que hubo juicio, pero eso es mentira, recalco que es mentira. A mí nunca me han citado para declarar en ningún juicio. Tengo que pagar las costas de un juicio que no se celebró", afirma a elcierredigital.com.

Por aquel entonces, el letrado Maximino Turiel Ibáñez, abogado de la modelo Penélope H., presuntamente violada en Ibiza, según ella, por el magnate saudí[Al Waleed Bin Talal] en el yate Turama durante la madrugada del 12 de agosto de 2008, mediante penetración vaginal con eyaculación, previa ingesta inducida de productos sedantes y turbantes –según se recogía en la denuncia interpuesta en su día en el Juzgado de Instrucción Nº 3 de Ibiza y que fue archivada-, denunció en su día que ni el juez José Castro ni los fiscales anticorrupción de Mallorca quisieron investigar a fondo toda la verdad de lo sucedido que influía indirectamente en el caso Urdangarín.

Tanto la modelo como su madre intentaron personarse sin éxito en el caso Noós sobre las actividades del yerno del rey de España como acusación particular y popular. Aunque recurrieron incluso esta decisión judicial ante la Audiencia Provincial de Mallorca.

En su escrito de petición de personación como acusación, que obra en poder de elcierredigital.com, el abogado de la modelo era claro. Indicaba textualmente que “la causa seguida contra el Sr. Urdangarín no parece querer alcanzar toda la verdad y esa pasividad perjudica los intereses de nuestra mandante. Puesto que si el asunto se lleva hasta sus últimas consecuencias, la víctima obtendría las pruebas necesarias para reabrir su caso. Ahora bien, si el Sr. Instructor y la Fiscalía impulsan la instrucción nosotros nos retiramos”.

Un escrito de acusación fulminante

Según la defensa de la modelo, “la sociedad Aizoon, propiedad del Sr. Don Ignacio Urdangarín y su esposa (Cristina de Borbón), es propietaria de al menos un 0.09 del capital social de otra empresa llamada Mixta África en la que el Sr. Al Waleed Bin Talal, denunciado en Ibiza por nuestra mandante, posee el 30%. A través de una sociedad propia, la Kingdom Holding Company (…) Entre 2006 y 2009, Aizoon SL percibió unos 400.000 euros de Mixta África por asesoramientos inmobiliarios y adquiere en 2007 acciones de Mixta África por 150.001 euros. Cobra de Mixta África y, con menos de lo que gana en sus operaciones, compra el 0.09 %. De esa misma entidad (…) Estos datos están contrastados, son reales y el Juzgado y la Fiscalía los conocen. (…) Si se investiga a fondo en el asunto de Mixta África saldrán hechos que apoyarán la versión de nuestra mandante. Eso es indudable. Y para eso, si el impulso no lo da ni el Instructor ni la Fiscalía lo tiene que dar una Acusación Particular. A partir de estos datos creemos probable y sostenemos que nuestra poderdante puede ver cortadas todas sus expectativas de obtener justicia. Por intromisiones intolerables del poder político y económico. Que la instrucción y la fiscalía parecen querer eludir, presuntamente, una investigación que crucifique a miembros inestigmatizables de las Casas Reales española y saudí ”.

Quedaba así clara la relación de Iñaki Urdangarin con esta empresa inmobiliaria de capital saudí. Empresa que en su día estuvo presidida en España por el exministro del PP Josep Piqué. También quedaba reflejada la relación con los jeques sauditas, amigos del rey Juan Carlos, con los que hoy mantiene una estrecha relación personal. 

El abogado de la modelo presuntamente violada en Ibiza por el magnate saudita Al Waleed  indicaba en su escrito que nadie quería investigar estas relaciones entre las casas reales española y saudí. Y afirmaba ante el Juzgado de Instrucción nº 3 de Palma de Mallorca que “el perjuicio[para la modelo]deriva de la falta de investigación en lo concerniente a Mixta África. La falta de investigación en Ibiza no se tiene en pie y parece obedecer a componendas políticas. La falta de investigación de hechos relevantes en el Caso Noos y que podrían destapar cuestiones espinosas relativas a casa reales, tampoco”.

El escrito de personación ante el juzgado palmesano como acusación en el caso Urdangarin se basó en estos detalles que hoy da en exclusiva elcierredigital.com:

“1.- Poco después del archivo provisional en Ibiza, S.M. el Rey felicita al hasta entonces imputado, negando conocerlo personalmente. Este hecho es desmentido por la propia oficina del Sr Al Waleed. Ese eximputado le había pedido ayuda. El archivo es provisional y la felicitación inentendible, a no ser que haya presiones ignotas. Llega a recomendarle a unos abogados, o a otros, del tipo descrito “ut supra”.

2.- Obtenemos información de que los servicios secretos españoles conocían el asunto de la violación desde sus inicios. Lo relacionamos con la falta de impulso de la investigación.

3.- Obtenemos información de que el Sr. Alwaleed, además de pedir ayuda, presionó a las más altas instancias de la nación para que se archivara el caso o que habría consecuencias directas sobre el contrato del AVE entre Medina y La Meca.

4.- Obtenemos información de que la sociedad Aizoon, propiedad del Sr. Urdangarin y su esposa es, a su vez, propietaria de al menos un 0.09 del capital social de otra empresa llamada Mixta África en la que el Sr. Al Waleed Bin Talal a través de Kingdom Holding posee el 30%.

5.- Obtenemos información de que la causa de Ibiza, el caso Urdangarin, las relaciones de las familias reales, el Ave y Mixta África están relacionadas. Y que el archivo se debe a razones políticas.

6.- Obtenemos información de que el Sr. Alwaleed y el Sr. Urdangarin comparten presuntamente abogados cuyo puño siempre lo sostiene una rosa sub rosa: No visten togas puñeteras, pero controlan las puñetas. El secreto está siempre bajo la rosa”.

Tras el archivo del caso, "mi madre escribió a la reina Sofía y ella hizo todo lo posible para ayudarnos. Pero el rey Juan Carlos I, por su parte, hizo todo lo posible para que se cerrara el caso rápidamente. Todo por los lazos de amistad que le unen con [Alwaleed bin Talal], el hombre que me violó", afirma Penelope a elcierredigital.com.

"Yo me sentí muy avergonzada y muy mal. Tuve que recurrir a ayuda psicológica. Y aunque he seguido trabajando, me han llegado a hacer boicots. Así que me fui a Brasil, a Nueva York… tuve que buscarme la vida. He pasado muchísimo miedo porque su idea no era dejarme ‘en libertad’, sino sacarme del país y llevarme a otro sitio donde mi familia no supiera donde estaba. Ellos, muchas veces, tienen inmunidad diplomática y les da igual. Yo tuve suerte de poder escapar, pero muchas otras niñas no corrieron esa suerte. Recuerdo que en 2016 me lo encontré en un resort de Cancún porque estaba con mi familia y tuve que enfrentarme a la situación de volverle a ver con pistolas, guardaespaldas...".

"Muchas agencias son conocedoras de la situación"

"Yo sufrí muchísimo y se me han cerrado muchas puertas. Todo por haber sido abusada por un alto cargo de la familia real árabe. Vivo con el miedo de que me pase algo a mí o a mi familia. Mis padres han tenido que lidiar con el hecho de que le haya pasado eso a su hija. Es más, a mi madre le llegaron a decir que había una cinta con grabaciones de aquella noche. Se la ofrecieron por un millón de euros", sostiene Penélope.

Penélope denuncia a elcierredigital.com que "en muchas ocasiones las agencias de modelos hacen oídos sordos y la vista gorda. O se lavan las manos cuando ocurren situaciones de este tipo. E incluso lo encubren. Eso es horroroso". Y afirma que algunas "son conocedoras de todo lo que pasa y si se llevan una comisión, pues adelante. Ellos no piensan en las consecuencias que puede acarrear una experiencia como esa… Que puedan violarlas o que las maten, que de tanto mantener relaciones sexuales, ellas tengan consecuencias físicas. Es horroroso, pero es que este tipo de redes existe". 

"Yo recuerdo que, al empezar a trabajar, fui a una prueba al hotel Radio ME en Madrid, el que antes era el Reina Victoria. Allí había como 40 o 50 niñas, todas muy nerviosas. Me pidieron que fuera vestida de noche y que cantara. Pagaban 10.000 euros por una semana de trabajo en una isla paradisíaca. Hasta ese momento, quizás lo normal, pero posteriormente me enteré de que aquella prueba era para formar parte de un grupo de chicas que trabajaría como esclavas para un jeque árabe. Es más, recuerdo que una chica me dijo que una de las niñas que fue allí sufrió daños físicos", denuncia Penélope.