Ladrones de libros: Aumentan los casos de robos en España en las bibliotecas públicas

En el marco de la operación Gredos la Policía Nacional detuvo el 20 de enero a dos individuos, uno de 19 años y otro de 32, por el robo de 212 libros en la Universidad de Extremadura. La investigación se prolongó durante seis meses y el 21 de julio de 2021 la universidad presentó una denuncia por la desaparición de estos libros. Tras la denuncia el grupo de delitos patrimoniales de la brigada provincial de la Policía judicial de Cáceres logró identificar a los presuntos autores por medio de las declaraciones de los testigos y las grabaciones de las cámaras de seguridad.

Los ejemplares estaban valorados en 14.000 euros y pertenecen a la colección de la biblioteca clásica Gredos. De los ejemplares sustraídos se recuperaron 71 libros gracias a las investigaciones y la colaboración de jefaturas de gran parte de la geografía nacional de Asturias, Galicia, Castilla León, País Vasco, Cataluña y Andalucía. A los detenidos se les acusa de la venta de los ejemplares a compradores de toda la geografía nacional y además están acusados de un delito de hurto continuado.

Otros robos de libros

Este hecho destaca por la gran cantidad de libros sustraídos, pero la realidad es que en todas las bibliotecas desaparecen libros. Muchos de estos libros cuentan con un gran valor histórico y económico, motivo por el que los ladrones deciden robar este tipo de objetos. 

En enero de 2019 un hombre de 53 años fue detenido en Valencia tras robar 222 libros de una biblioteca de la ciudad. El individuo solicitaba préstamos de los libros y los devolvía en la máquina de autopréstamos habiendo fotocopiado previamente el código de barras de los libros. El valor de los libros robados ascendió a los 10.000 euros. 

Ese mismo año un hombre del condado de Sacramento, Estados Unidos, fue arrestado por robar más de 2.689 libros de la Biblioteca de Fair Oaks, que sumaron un valor total de más de 100.000 dólares. Además este hombre robó también 3.849 DVDs, que fueron encontrados en su domicilio. 

Los libros más importantes robados de bibliotecas públicas

Cuando se habla del robo de libros la lógica lleva a pensar que uno de los libros más robados fuera de William Shakespeare o el Quijote, pero el libro más robado de las bibliotecas públicas es el ‘Libro Guinness de los récords’ seguido de la Biblia. Son varios los ejemplares de gran valor que son sustraídos, estas son varias de las obras más importantes robadas en bibliotecas públicas. 

En 2017 desapareció una copia de ‘Apostolos’, que fue el primer libro impreso en la actual Ucrania. Junto al libro también desapareció un artista que trabajaba en su restauración, su mujer llamó a la biblioteca asegurando que este hombre regresaría con el libro pero esto nunca ocurrió. Sin embargo, no se trataba de la primera vez que una versión de este tomo del siglo XVI desaparecía. Otro ejemplar de 'Apostolos', valorado en unos 150.000 dólares, fue robado en 2016 de la Biblioteca Nacional Vernadsky por un hombre que decía ser una autoridad supervisora.

Una Biblia de 400 años de antigüedad, publicada en Ginebra en 1615, desapareció de la biblioteca Carnegie de Pittsburgh, Estados Unidos. La biblioteca sufrió numerosos robos por parte de trabajadores internos. De estos robos se recuperaron tan solo 40 libros, aunque la Biblia se encontraba entre los ejemplares recuperados. Esta Biblia fue vendida al Museo de Peregrinos Americanos de Leiden ubicado en Países Bajos. 

El ladrón Forbes Smiley fue arrestado en 2006 tras acumular el robo de al menos 97 mapas raros con un valor de más de tres millones de dólares. Uno de sus objetivos preferidos era la Biblioteca Pública de Boston, de esta biblioteca desapareció el mapa de Nueva Francia de Samuel Champlain del siglo XVII, que representa una zona que va desde el actual Maine hasta Quebec y Terranova. Smiley nunca asumió el robo del mapa pero según los registros de la biblioteca fue la última persona en verlo.

La madre de Alan Turing donó la Orden del Imperio Británico de su hijo a la Biblioteca Pública de Dorset, Inglaterra. Allí se conservaba la gran mayoría de material que él matemático dejó tras su muerte. En 1984 Julia Schinghomes escribió a la biblioteca para transmitir su alegría por tener en sus manos varios artículos y objetos en su poder. De estos artículos y objetos se quedó la medalla OBE de Alan Turing, una carta del Rey Jorge VI y el diploma de Princeton del matemático. En 2018 esta mujer ofreció los artículos a la Universidad de Colorado bajo el nombre de Julia Turing. Tras el robo esta mujer comenzó afirmar que era pariente del matemático, pero el Departamento de Seguridad Nacional confiscó estos artículos.