Mohamed VI cumple un cuarto de siglo en el trono de Marruecos: Sus avances y 'sombras'
A sus 60 años el monarca alauita ha frenado el radicalismo, pero sufre tensiones internacionales como la del Sáhara
El pasado 23 de julio se cumplieron 25 años de la llegada de Mohamed VI al trono de Marruecos, una figura que ha dejado una profunda huella en la historia moderna del país. Desde su ascenso real en 1999 tras la muerte de su padre Hasán II, Mohamed VI ha impulsado una serie de reformas económicas y sociales que han transformado el paisaje de Marruecos.
De igual manera, su reinado también ha estado marcado por una serie de controversias y críticas que han generado un debate constante tanto dentro como fuera del país.
Uno de los aspectos más destacados del reinado de Mohamed VI ha sido su enfoque en la modernización de la infraestructura del país. Bajo su liderazgo Marruecos ha experimentado un desarrollo significativo en sectores como el transporte, la energía y la tecnología. La construcción de la línea de alta velocidad Al Boraq, que conecta Tánger y Casablanca, es un ejemplo emblemático de este progreso. Esta línea no solo ha mejorado la movilidad interna, sino que también ha fortalecido el posicionamiento de Marruecos como un centro logístico clave en África.
El puerto de Tánger Med, inaugurado en 2007, se ha convertido en el puerto más grande de África en términos de tráfico de contenedores, manejando alrededor de 8,6 millones de TEUs (la capacidad de carga que tiene un contenedor estándar de 20 pies) y 122 millones de toneladas de tráfico en 2023. Este proyecto, junto con otros desarrollos en la infraestructura portuaria, ha sido fundamental para la estrategia de Marruecos de diversificar su economía y reducir su dependencia de la agricultura.
En el ámbito energético Marruecos ha apostado fuertemente por las energías renovables. El complejo solar Noor Ouarzazate es uno de los proyectos más grandes de su tipo en el mundo, con una capacidad instalada de 582 MW. Este proyecto es parte de un plan más amplio para que las energías renovables representen el 52% de la capacidad instalada para 2030.
A pesar de estos logros el reinado de Mohamed VI no ha estado exento de críticas y controversias. Una de las áreas más críticas ha sido la situación de los derechos humanos. Aunque inicialmente se percibieron avances con la creación de la Comisión de Equidad y Reconciliación y una mayor libertad de prensa, estos esfuerzos han sido criticados por ser insuficientes y selectivos. Organizaciones como Human Rights Watch y Amnistía Internacional han señalado casos de represión contra la libertad de expresión y la detención de activistas y periodistas.
El conflicto en el Sáhara Occidental es otro tema espinoso. La gestión de este conflicto ha sido un punto de controversia internacional, con acusaciones de violaciones de derechos humanos y represión de movimientos independentistas. Marruecos ha defendido su propuesta de autonomía para la región, obteniendo cierto apoyo internacional, pero las tensiones con el Frente Polisario continúan, afectando la imagen del país en la arena global.
Otra área de controversia es la considerable riqueza personal de Mohamed VI. Como ya informó elcierredigital.com, el rey de Marruecos es uno de los monarcas más ricos del mundo, con un patrimonio neto estimado entre 6 y 9 mil millones de dólares. Dentro de su fortuna personal se incluyen propiedades lujosas tanto en Marruecos como en Francia, además de una colección de coches de lujo y aviones privados. Esta acumulación de riqueza ha generado críticas, especialmente en un país donde la pobreza y el desempleo siguen siendo problemas persistentes. La percepción de una disparidad creciente entre la élite gobernante y el ciudadano promedio ha sido un tema recurrente de crítica y descontento social.
La gobernanza bajo Mohamed VI también ha sido objeto de escrutinio. Aunque se han realizado algunas reformas para modernizar las instituciones del país, la falta de una verdadera alternancia en el poder y la concentración de la toma de decisiones en torno a la figura del rey y su círculo cercano han sido puntos polémicos.
Esta situación ha llevado a cuestionamientos sobre la sinceridad de las reformas democratizadoras y el compromiso de la monarquía con un cambio real.
El pasado y el futuro de Mohamed VI
En 1999, cuando Mohamed VI asumió el trono, Marruecos salía de un largo período bajo el mando de Hassan II, un régimen autoritario con frecuentes violaciones de derechos humanos, conocido como "los años de plomo".
Así, Mohamed VI afrontaba desafíos significativos, incluyendo altos niveles de pobreza, analfabetismo, y una economía dependiente de sectores tradicionales como la agricultura. El acceso a la educación y a los servicios de salud era limitado y las desigualdades de género estaban profundamente arraigadas en la sociedad.
El entorno político estaba marcado por la centralización del poder en la figura del rey y una restricción considerable de las libertades civiles, algo que no ha cambiado mucho. El sistema judicial y los medios de comunicación continúan aún bajo una supervisión estricta, lo que ya en tiempos de Hassan II limitaba el desarrollo de una sociedad civil robusta.
La juventud marroquí, que constituía una parte significativa de la población, tenía pocas oportunidades económicas y educativas, lo que contribuía a un clima de descontento y frustración.
Durante el reinado de Mohamed VI Marruecos ha experimentado cambios significativos en su estructura social, aunque una buena parte de ellos no han surtido el efecto esperado. El monarca introdujo una serie de reformas, incluyendo la modernización del Código de Familia, conocido como 'Moudawana', que mejoró los derechos de las mujeres en áreas como el divorcio, la custodia de los hijos y el matrimonio. Estas reformas fueron vistas como un paso hacia una mayor igualdad de género, aunque se han encontrado con resistencia en algunos sectores conservadores de la sociedad.
En términos de educación y salud Marruecos ha realizado progresos, aumentando la tasa de alfabetización y mejorando el acceso a la atención médica. La infraestructura educativa ha sido ampliada y se han lanzado programas para reducir la pobreza y mejorar el acceso a los servicios básicos. Sin embargo, persisten desafíos como el desempleo juvenil y la calidad de la educación, que sigue siendo una preocupación importante.
El contexto social actual de Marruecos también ha visto aumentar la participación de la sociedad civil y un mayor debate público sobre temas como los derechos humanos y las libertades civiles.
A pesar de estos avances, el país sigue sufriendo críticas por la represión de las libertades de expresión y de prensa y por la falta de transparencia en la gobernanza. Las tensiones en el Sáhara Occidental continúan siendo una fuente de conflicto interno y de críticas internacionales, cuestiones que aún siguen sin resolver por Mohamed y que puede que queden en el tintero, reservadas para su heredero.
Respecto al futuro de la corona marroquí, el heredero de Mohamed VI es su hijo, el príncipe Moulay Hassan, nacido en 2003. Como ya informó este medio, Moulay Hassan ha sido preparado desde joven para asumir las responsabilidades de la monarquía, representando al rey en varios eventos oficiales y acompañándolo en viajes diplomáticos en los últimos años, ganando protagonismo progresivamente.
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