
El lado oculto de Cristina Narbona, la poderosa socialista que está al mando de Ferraz
Exministra de Medio Ambiente y hoy presidenta del PSOE, está casada con Josep Borrell, el socialista con poder en Europa
La dimisión de Santos Cerdán ha desencadenado una fase de transición en la estructura interna del PSOE. Para evitar una parálisis en la Secretaría de Organización, la dirección federal del partido repartirá sus funciones entre cuatro miembros de la Ejecutiva.
Un equipo colegiado que actuará hasta el Comité Federal del próximo 5 de julio. Entre ellos figura Cristina Narbona, actual presidenta del PSOE, que se encargará junto a Ana María Fuentes, Montse Mínguez y Borja Cabezón de mantener en funcionamiento la coordinación organizativa del partido.
La fórmula adoptada no implica un relevo definitivo, sino una gestión provisional a la espera de decisiones más amplias sobre la estructura de la Ejecutiva. La ruptura del PSOE con Cerdán, vinculado al caso Koldo sobre presuntas mordidas en contratos públicos, ha obligado al partido a adoptar medidas inmediatas.
En esta etapa de interinidad orgánica, la participación de Cristina Narbona en el equipo no solo responde a su condición de presidenta del partido. También plantea interrogantes sobre su posicionamiento dentro de la futura estructura que saldrá del Comité Federal del 5 de julio. Formalmente, su cargo tiene una función representativa.
Sin embargo, su implicación directa en la gestión interna sugiere un movimiento táctico que podría ampliar su margen de influencia. En un momento en que la dirección necesita recuperar autoridad tras la salida de Santos Cerdán.

La designación de Narbona como parte de este núcleo provisional revela la voluntad de la actual cúpula de blindarse con perfiles afines y predecibles. Queda por ver si Narbona se limitará a un papel de transición o si buscará consolidar su peso en la toma de decisiones estratégicas.
Cristina Narbona nació en Madrid en 1951, aunque gran parte de su juventud transcurrió en Roma, ciudad a la que su familia se trasladó. Lo hizo cuando su padre, Francisco Narbona, fue nombrado corresponsal de Radio Nacional de España. Su madre, Francisca Ruiz, también trabajaba en el ámbito del periodismo. En la capital italiana cursó estudios de Ciencias Económicas en la Universidad LUISS, donde completó su formación hasta obtener un doctorado.
De regreso a España, comenzó su carrera profesional en el ámbito académico. Entre 1975 y 1982 fue profesora de Economía Internacional en la Universidad de Sevilla. Su vinculación con Andalucía se consolidó en esa etapa. De hecho, en 1982 pasó a formar parte del equipo de gobierno de la Junta de Andalucía, recién constituida tras las primeras elecciones autonómicas.
Desde 2018, Narbona, divorciada y con un hijo, es la mujer del político y diplomático socialista Josep Borrell (1947, La Pobla de Segur). Fue entonces cuando se casaron en 'secreto', tras 20 años de relación. El matrimonio vive en una casa de 140 metros cuadrados en Valdemorillo, una localidad de la Sierra Norte de Madrid, con vistas al embalse de Valmayor.

Su historia juntos empezó en 1998, cuando Borrell era portavoz del PSOE en el Congreso. A pesar de que su relación ha sido constante en el tiempo, no lo ha sido tanto su tiempo de convivencia juntos por motivos profesionales. Entre 2010 y 2012, mientras Borrell ejercía de presidente del Instituto Europeo de Florencia en Italia, Narbona vivía en París. La socialista fue embajadora jefa de la delegación española ante la OCDE hasta 2011 en la capital gala.
Borrell ha sido hasta 2024 alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, lo que convierte al matrimonio en una pieza fundamental en la toma de decisiones del PSOE de Sánchez. Y, como consecuencia, del rumbo político que ha seguido España en los últimos años.
Los primeros pasos de Narbona
Ese mismo año fue nombrada viceconsejera de Economía del Gobierno andaluz. A partir de entonces, su carrera se desarrolló principalmente en el ámbito de la administración pública. Durante los gobiernos de Felipe González ocupó varios puestos.
Fue directora general del Banco Hipotecario, directora general de Vivienda en el Ministerio de Obras Públicas y, también, secretaria de Estado de Medio Ambiente y Vivienda entre 1993 y 1996.
Aunque estuvo vinculada ideológicamente al PSOE desde los primeros años de la democracia, no se afilió formalmente al partido hasta 1993, cuando ya ocupaba puestos relevantes en la administración central.

En las elecciones generales de 1996, Narbona obtuvo un escaño en el Congreso de los Diputados por la provincia de Almería. En un momento en el que el PSOE pasaba a la oposición tras la victoria del Partido Popular. En 1999 fue elegida concejala del Ayuntamiento de Madrid, cargo que ejerció hasta 2003.
Ese mismo año, José Luis Rodríguez Zapatero la incorporó a la Ejecutiva Federal del PSOE, tras haber sido elegido secretario general. Con la victoria del PSOE en las elecciones generales de 2004, fue nombrada ministra de Medio Ambiente en el primer Gobierno de Zapatero.
Su etapa como ministra y posteriores responsabilidades
Como ministra, Narbona tuvo entre sus competencias la gestión del agua, la política energética y la aplicación de los compromisos internacionales en materia ambiental. Durante su mandato se paralizó el trasvase del Ebro previsto por el anterior Gobierno y se apostó por la construcción de plantas desaladoras. También se impulsaron medidas para el cumplimiento del Protocolo de Kioto.
En 2007, tras la dimisión de Rafael Simancas, asumió temporalmente la dirección del PSOE madrileño como presidenta de la gestora. Un año más tarde, tras una remodelación del Gobierno, fue sustituida al frente del Ministerio y designada embajadora ante la OCDE en París.

En 2011 regresó al Congreso, esta vez como diputada por Madrid. En 2012 fue designada consejera del Consejo de Seguridad Nuclear, puesto que ocupó hasta 2017.
La presidencia del PSOE
En el 39.º Congreso del PSOE, celebrado en junio de 2017, Narbona fue elegida presidenta del partido, tras la victoria de Pedro Sánchez en las primarias frente a Susana Díaz. La presidencia del PSOE es un cargo de tipo institucional que no forma parte del núcleo ejecutivo operativo. Sin embargo, implica participación en los principales órganos del partido y representación en actos públicos y orgánicos.
Fue reelegida en el cargo durante el 40.º Congreso, celebrado en 2021. A lo largo de estos años ha mantenido una presencia activa en la vida orgánica del partido, aunque alejada de los debates tácticos o del día a día del Gobierno.

En las elecciones generales de abril de 2019, encabezó la lista del PSOE al Senado por Madrid. Fue la candidata más votada en su circunscripción. Posteriormente fue elegida vicepresidenta primera del Senado y miembro de la Diputación Permanente.
Tras las elecciones del 23 de julio de 2023, volvió al Congreso de los Diputados, esta vez como cabeza de lista por Madrid. En la actual legislatura, es miembro de la Comisión de Transición Ecológica y Reto Demográfico y de la Comisión de Asuntos Exteriores.
Funciones actuales tras la dimisión de Cerdán
Con la salida de Santos Cerdán, la Ejecutiva ha optado por evitar un nombramiento inmediato. Ha repartido las funciones organizativas entre cuatro dirigentes del partido. Narbona, como presidenta del PSOE, asume un papel en esa estructura colegiada, que se encargará de las funciones de coordinación interna y gestión del día a día hasta que se celebre el Comité Federal del 5 de julio, donde previsiblemente se reestructurará la dirección orgánica.
Esta fórmula no está contemplada de manera explícita en los estatutos del partido. Pero se enmarca dentro de las competencias de la Comisión Ejecutiva Federal, que puede organizar provisionalmente su funcionamiento hasta la celebración de un órgano deliberativo.

La dimisión de Santos Cerdán se produjo tras la publicación de una investigación periodística que vinculaba a su entorno con adjudicaciones de contratos públicos a cambio de comisiones.
La responsabilidad que ahora asume Narbona en esta fase provisional no implica, al menos por ahora, una redefinición de su papel dentro del partido. Su presidencia sigue teniendo un carácter institucional, y su integración en este equipo responde a criterios organizativos acordados por la Ejecutiva.
El Comité Federal del 5 de julio será el espacio donde se definan los nuevos nombramientos. Además de posibles cambios en la estructura de la Ejecutiva y la hoja de ruta del partido para los próximos meses.
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