
Izquierda Unida marca distancias con Yolanda Díaz: Qué dicen sus encuestas internas
Varios sondeos señalan que Sumar, con Yolanda Díaz en solitario, tendría menos apoyos que Alvise con Se Acabó la Fiesta
El sector más progresista de Izquierda Unida ha querido marcar distancias con Yolanda Díaz (Fene, 1971). Así lo han dejado patente su coordinador general, Antonio Maíllo, y su portavoz parlamentario, Enrique Santiago —también secretario general del PCE—. Según algunas encuestas que maneja la coalición, Díaz está "amortizada".
A la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo la califican de "cadáver político" en algunos ámbitos de IU. No obstante, esta semana recobrará oxígeno. Y es que el Consejo de Ministros aprobará la reducción de la jornada laboral a las 37,5 horas semanales.
Díaz pretende exprimir la conquista gubernamental para levantar cabeza. Según sondeos que maneja IU, el partido de la vicepresidenta no alcanzaría siquiera el 2% del voto si se presentase sin sus aliados. Tanto, que podría quedar por detrás de la polémica plataforma Se Acabó la Fiesta de Alvise Pérez.
Giro de Izquierda Unida
La familia de IU ha roto algunos vínculos que la unían a Díaz, rescatada por el PSOE. Los socialistas han dejado anotarse algunos tantos a la dirigente gallega.
Sánchez ha decidido que el Salario Mínimo Profesional siga exento fiscalmente, tal y como exigían sus socios. La decisión fue anunciada horas antes de que arrancase la Asamblea del Movimiento Sumar, que celebró la conquista.
El PSOE también ha decidido romper el célebre contrato de 5 millones de euros de munición que iba a vender Israel a España, tal y como pedía Sumar.
Esta ruptura se produce al mismo tiempo que Díaz se ha puesto de perfil ante la decisión de Pedro Sánchez de rearmar España. Se sube el gasto en Defensa en 10.000 millones de euros sin que el Congreso de los Diputados tenga posibilidad de pronunciarse.
Podemos está empujando desde la izquierda para inquietud de IU. Este fin de semana ha explicado el partido que o hay una coalición similar a la que se llevó a cabo en 2023 o se presentará en solitario.
La formación morada ha considerado este anuncio como un "farol". Duda del carácter de los de Maíllo y de la veracidad de su amago de abandonar el Gobierno.
IU asegura que desea la puesta en marcha de un "un bloque histórico". Sin vetos cruzados ni elecciones monárquicas del candidato, en clara referencia a la negativa de Díaz de someterse a primarias en 2023.
Sin urgencias
Izquierda Unida quiere ayudar a confeccionar un Frente Amplio de unidad de la izquierda. Y aseguran que "llegar a acuerdos electorales cinco minutos antes de que finalice el plazo es garantía de fracaso".
Su propuesta concreta es la de "un bloque histórico" basado en la "unidad de acción", y no tanto en estructuras orgánicas compartidas, que sea "nítidamente transformador y anticapitalista".

"Consideramos, en primer lugar, que el objetivo unitario debe ir más allá de lo electoral e ir progresivamente consolidando una mayor unidad de acción. Sabemos que lo determinante es la movilización social. La unidad de acción de los sindicatos de clase es un buen modelo", dice el documento aprobado este sábado por IU.
"Estos años, en los que IU ha formado parte de las coaliciones Unidas Podemos o Sumar hemos aprendido que sin un programa político emancipador, sin reconocimiento mutuo entre organizaciones, métodos democráticos de decisión, espacios compartidos de dirección política, visibilidad compartida, descentralización territorial y política, o sin unidad de acción, no existe capacidad transformadora, ni incorporación de la gente a los espacios organizados, ni capacidad de prender la chispa de la movilización", añade el texto.
Izquierda Unida celebró una reunión monográfica de su Coordinadora Federal para culminar el proceso de debate federal sobre política de alianzas. Esta jornada llegó tras la ruptura del contrato de munición con Israel, que prosigue con su genocidio contra el pueblo palestino.
"No se puede armar ni financiar a la entidad terrorista de Israel que comete un genocidio contra el pueblo palestino. Tampoco se pueden incumplir los acuerdos en el seno del Gobierno, contraviniendo las resoluciones del Tribunal Internacional de la Haya", aseguró IU.
Alberto Cubero pone en aprietos a Maíllo y Santiago
El concejal zaragozano y aspirante en 2022 a la secretaría general del PCE, Alberto Cubero, ha comprometido a la cúpula de IU. El edil explicó este sábado, en declaraciones a El Mundo, que dudaba que la coalición fuese a abandonar el Ejecutivo.
"Por la mañana, Izquierda Unida planteó una posible salida del Gobierno, que es lo que se tiene que hacer. Y por la tarde acabó imponiéndose la realpolitik, la inercia por mantenerse en el Gobierno y la incapacidad de imaginarse un futuro fuera de él. Sin embargo, creo que, más allá del cambio que pueda darse en nuestra posición, el principal cambio de opinión lo ha tenido el PSOE. Siempre habían dicho que no se le iban a comprar ni vender armas a Israel y se ha acabado haciendo", aseguró.
Cubero lamenta que en los últimos años "en los partidos de la izquierda del PSOE se ha tenido el Gobierno de coalición como un objetivo y un fin en sí mismo. Además del pensamiento de que ahora no se puede sobrevivir sin él".
Errejonismo, carmenismo y yolandismo
Un sector de Podemos desea la recomposición de Unidas Podemos, que supondría reunirse con IU y Catalunya en Comú. Pero duda de la valentía de ambas formaciones a abandonar la linde marcada, según Pablo Iglesias, por los enemigos de los morados.

El carmenismo, errejonismo y yolandismo, tan bien tratados desde grupos como Atresmedia (sin un solo tertuliano afín a Podemos), complican la reconfiguración de la izquierda. También lo hacen algunas rencillas que el pablismo tiene con Izquierda Unida, los Comunes en Cataluña o Compromís en la Comunidad Valenciana.
La creación de Sumar, liderada por Yolanda Díaz, parecía un punto de inflexión. Sin embargo, la organización de su lanzamiento y la posterior negociación de listas para las elecciones de 2023 generaron resentimiento en sectores de Podemos. Y acusaron a Díaz de excluir al partido de decisiones clave.
El veto a Irene Montero en las listas y la negativa a conceder un ministerio al partido al que le debía la vicepresidencia levantaron ampollas.
Además del enfrentamiento entre Sumar y Podemos, hay otros actores que buscan su lugar en la izquierda. Es el caso de partidos regionalistas progresistas, o formaciones ecologistas y municipalistas. Esta multiplicidad de proyectos ha generado una lucha por el espacio político que no tiene fácil solución.
Pedro Sánchez sabe que solo tendrá una opción de repetir milagro en 2027 si hay una unión a su izquierda. Y el PSOE quiere ejercer de pegamento. Pero las posturas de dos personas que formalmente no lideran sus espacios, pero lo hacen de facto (Díaz e Iglesias), parecen antagónicas a día de hoy.
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