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Portada de una revista con el logo de Lecturas y el titular Las fotos del verano, en primer plano aparecen tres mujeres sonriendo
INVESTIGACIÓN

Isabel Pantoja y María del Monte, 30 años de sus fotos: Así actuó Encarna Sánchez

El productor Pedro Pérez narra en 'Encarna en carne viva' cómo la locutora se hundió hasta su muerte al ver estas fotos

La tonadillera Isabel Pantoja (Sevilla, 1956) acaba de cumplir 69 años. Pero no es el único aniversario que se celebra estos días alrededor de la vida de la cantante.

Este mes de agosto de 2025, hace 30 años que salían publicadas en el número 2293 de la revista Lecturas las fotos más comentadas de la artista junto a su amiga María del Monte (Sevilla, 1962). La segunda semana de agosto de 1995, este semanario entonces dirigido por Julio Bou, publicó un reportaje en su portada con el titular: “Isabel Pantoja y María del Monte paseando por la playa”.

En Marbella, Isabel Pantoja había estrenado escasos días antes su nueva casa de “La Gaviota”, en una zona privilegiada de Los Monteros. Fue en esos días cuando la revista Diez Minutos, dirigida entonces por Isabel Escalona, publicó también un scopp en su portada: “La Pantoja y María del Monte, juegos y mimos en la playa”, titulaba su edición número 2295.

Portada de una revista Diez Minutos con dos mujeres en bañador jugando en la playa y varios titulares de noticias del mundo del espectáculo
La portada de 'Diez Minutos' con las fotos de Isabel Pantoja y María del Monte. | Diez Minutos

Allí se veía una foto en la que la cantante María del Monte pateaba el trasero de Isabel Pantoja. Un reportaje que fue comprado por esta revista a los paparazzis Diego Antonio Arrabal y Jorge Ogalla por seis millones de pesetas.

El productor Pedro Pérez, que trabajó mano a mano con la periodista Encarna Sánchez (1935, Carboneras-1996, Alcobendas), asegura que estas fotos fueron "el hundimiento definitivo de la almeriense". Así lo expresa en su libro con Juan Luis Galiacho, Encarna en carne viva (La Esfera de los Libros).

"A partir de entonces, la locutora se apagó completamente. Se vino abajo de una manera drástica. No soportó esa humillación pública. Me contó Josefina Calle, su por entonces ama de llaves que estaba en Marbella acompañándola, que la locutora no podía entenderlo. No daba crédito. Ella, que había luchado tanto por salvaguardar su intimidad y su vida privada. Que había protegido a Isabel a capa y espada. Que había pagado con su dinero la ocultación de fotos y cintas. Que se había enfrentado a los medios de comunicación por ella. Y que se estaba muriendo, según ella, por esos disgustos ocasionados… Ahora veía que su esfuerzo no había servido de nada…", escribe Pedro Pérez.

Mujer rubia sonriente sentada frente a un micrófono en una cabina de radio
Encarna Sánchez en el estudio de 'Cope'. | El Cierre Digital

“No puede ser… Isabel junto a María del Monte en varias revistas... no me lo creo…no…no…eso no se me hace a mi…”. Encarna balbuceaba y lloraba desconsolada. Paseaba descontrolada de habitación en habitación por su nueva casa marbellí. No paraba de dar vueltas por ‘La Gaviota’ con la revista de Diez Minutos en la mano. Y solo decía en voz alta: “….Por qué a mí …Por qué esto a mí… porqué… si la he tenido como a una reina … le he dado todo… No…no me lo merezco…  no me lo puedo creer… además solo pensar que a María del Monte le di yo la oportunidad de cantar en mi programa… me vuelvo loca …no me lo merezco…no…”. Efectivamente, Encarna tenía razón. Podía sentirse traicionada.

El primer encuentro de María del Monte y Encarna Sánchez

Corría el año 1988 cuando en los estudios de Cope en la capital de España se presentó una mujer joven, de 26 años, con su guitarra al hombro. Era María del Monte Tejado Algaba, nacida en Sevilla un 26 de abril de 1962, conocida artísticamente como ‘María del Monte’. La chica pedía una oportunidad. Quería que la dejaran cantar para que toda España se enterara de lo que valía. "Recuerdo perfectamente lo vivido aquel día. Me llamaron desde la recepción de Cope indicándome que había una joven que quería ver a Encarna. Fui a recibirla. Tras escucharla en una salita me dirigí al despacho de Encarna para contarle lo sucedido. La locutora me dijo que la hiciera pasar a su despacho", describe el productor.

Nada más recibirla y saludarla le dijo: “…chica…cántame algo…”. Y aquella joven, con atrevimiento y desparpajo, le cantó su conocida canción “Cántame”. Algo vio Encarna en aquella joven sevillana que de entrada le ensimismó. La locutora tenía ese don de saber con prontitud quién era bueno o quién no en la carrera artística. Una habilidad que le venía de su infancia.

Dos mujeres vestidas de gala sonríen mientras caminan juntas en un evento social
María del Monte e Isabel Pantoja. | Cedida

Jamás olvidó sus orígenes, aquellos que le llevaron de festival en festival con el fin de intentar ser una gran artista bajo el nombre de “Encarnita de Almería”. Por eso, quizá, vio de pronto algo en aquella joven sevillana. Y no tardó en decirme: “… Pedruski, que esta misma tarde venga al estudio y actúe en directo…”. La canción “Cántame” se convirtió desde ese momento en todo un éxito en el mundo de las sevillanas. Encarna le dio la notoriedad.

Por eso, ahora no paraba de atormentarse. Su buena memoria le gastó una mala pasada en aquellas fechas. Su cabeza, “bien puesta siempre”, no paraba de dar vueltas. “Cómo es posible… Isabel y María del Monte … María del Monte e Isabel…eso no puede ser verdad…no… “. Poco a poco se consumía en su interior. No lo podía soportar. Cómo era posible que dos personas a las que había ayudado le hicieran eso. Consideraba que era una traición en toda regla. Otra más en su vida, que ya se apagaba lentamente.

El final de la relación de Encarna Sánchez con Isabel Pantoja

Esas fotos fueron el detonante de la ruptura total y abrupta entre Encarna e Isabel. A partir de ahí, se acabó. Era el final de una etapa de cinco años de una estrecha amistad. Se pasó desde ese día del todo a la nada. De una relación íntima y personal que comenzó a finales de noviembre de 1990, en un plató de televisión, a una guerra brutal iniciada en agosto de 1995 con la publicación de esas fotos en la playa gaditana de Caños de Meca.

Precisamente en un lugar que le traía grandes recuerdos, como también malos momentos en su vida. Allí, en esa playa, se hicieron las fotos de Encarna con Isabel en bikini, que la comunicadora tuvo que comprar por tres millones de pesetas a la revista Hola.

Dos mujeres sonríen mientras posan juntas en una fotografía tomada en un ambiente nocturno
Isabel Pantoja y Encarna Sánchez. | Europa Press

Y también el lugar donde Encarna acudió “a salvar” a Isabel de las exigencias del productor José Luis Moreno, con un duro enfrentamiento añadido. Por eso no lo entendía. “… cómo es posible eso… en Caños de Meca…. la playa favorita de Isabel… nunca se lo perdonaré…lo que me han hecho nunca se lo voy a perdonar…nunca jamás… ”, gritaba desconsolada la locutora. Y así fue.

En el mes de septiembre, a la vuelta de esas dolorosas vacaciones, con el cáncer también creciendo, la comunicadora almeriense comenzó la que sería su última temporada en la radio. "La vi descentrada y pérdida. Hundida. Sin rumbo alguno. No olvidaba esas fotos. Las tenía en su retina de forma permanente. El paso del tiempo no amortiguaba su dolor interno", reflexiona el productor Pedro Pérez.

Portada de revista Lecturas mostrando a dos mujeres en bañador caminando por la playa con el texto las fotos del verano en letras amarillas
La portada de 'Lecturas' de agosto de 1995. | Lecturas

Así, un día del mes de noviembre de 1995, Encarna invitó a una comida en el restaurante Portobello, situado muy cerca de la plaza Castilla de Madrid, a las componentes de su conocido espacio “Mesa Camilla”. Allí estaban Maruja Díaz, Paquita Rico, Mari Carmen Yepes y Carmen Jara. Necesitaba divertirse. Olvidar todo.

Pero a los postres, Maruja Díaz vio una foto que se encontraba colgada en el salón del local. Era precisamente una fotografía de Isabel Pantoja y María del Monte. Las dos juntas. “Marujita” descolgó la foto de la pared y la depositó, con el marco incluido, sin decirle nada, dentro del bolso de la locutora. Al abandonar el restaurante, ya en la calle, Encarna abrió su bolso y se encontró la foto. La hizo pedazos. La destrozó y luego la pisoteó. Miró fijamente a Maruja Díaz y lanzó como una especie de maldición contra Isabel: “…Nunca serás tan feliz como lo fuiste a mi lado…”. La mirada atónita de las integrantes de la “Mesa Camilla” servía de atrezzo a esta insólita y triste situación.

Y fue la abrupta ruptura entre Isabel Pantoja y Encarna Sánchez lo que hizo que Nuria Abad volviera a la actualidad. La joven catalana, que había estado en un segundo plano, en la sombra, por deseo expreso e impuesto por Isabel, recuperó otra vez un lugar preferente en la vida de la locutora. Nuria acababa de regresar de sus vacaciones de Nueva York. A su llegada se encontró con todo el pastel. A partir de ese instante, nunca más dejaría de estar ya fija en la vida de Encarna Sánchez, a la que acompañó hasta su muerte día tras día.

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