Incógnitas desaparición Antonio Ruiz en Granada en 2018: Su expareja cobró su pensión
LA FAMILIA DE ESTE HOMBRE DENUNCIÓ SU FALTA EN 2018, SIN EMBARGO, NO SABEN NADA DE ÉL DESDE 2016 CUANDO VIVÍA CON NOVIA
A menudo salen a la luz casos de desapariciones que irrumpen en el foco mediático. Sin embargo, no todos los casos reciben la atención que requieren y eso da lugar a que queden olvidados y nunca lleguen a resolverse. Uno de estos casos es el de Antonio Ruiz López, en el que los investigadores ven importantes indicios de presunto delito. Sin embargo, el caso se encuentra archivado sin que haya aparecido el cuerpo y se hayan conocido las causas de su desaparición, así como de una posible responsabilidad.
Antonio Ruiz López desapareció en Granada a sus 57 años. Vivía en Huétor Tájar en Granada con su familia hasta que se fue con su pareja, Josefa, a vivir a Baza, también en Granada. Su familia denunció la desaparición el 16 de julio de 2018, aunque el último registro que se tiene del desaparecido es del 1 de julio de 2016. Ese día acudió al médico por problemas estomacales. Pero no era la primera vez, ya que en un año Antonio fue un total de 14 veces al médico por estos problemas.
Fue un familiar suyo quien acudió al pueblo donde vivía con su pareja y los vecinos le dijeron que hacía dos años que no sabían nada de él ni le veían. Este familiar fue a su casa, pero Antonio no estaba y su pareja no sabía nada de él. Desde que comenzó una relación con Josefa, el desaparecido empezó a separarse de su familia y el último contacto con ellos tuvo lugar en 2015 en un entierro.
La familia del desaparecido siempre ha mantenido que fue asesinado y las autoridades consideraron que no se trataba de una desaparición voluntaria. Pese a todas las incógnitas que rodean a lo ocurrido, el caso fue archivado en 2019 sin conocer qué le sucedió a Antonio. Desde un primer momento, todos los focos apuntaron a Josefa, la que era su pareja en el momento de la desaparición.
El cobro de la pensión y las contradicciones de Josefa
Como contexto previo es importante señalar que Antonio estaba prejubilado y cobraba una pensión de unos 800 euros. En 2018 los investigadores se dispusieron a investigar el caso de Antonio y las investigaciones apuntaban a Josefa, que hasta el momento ha dado tres versiones diferentes sobre la desaparición de Antonio.
La primera explicación fue que Antonio y ella habían tenido una fuerte discusión en la que el desaparecido la golpeó y posteriormente se fue a vivir con su madre a Huétor Tájar, pero las autoridades descartaron esta versión porque la madre de Antonio no sabía nada de él. También aseguró que había denunciado la agresión y le interpusieron una orden de alejamiento a Antonio. No obstante, no consta ningún tipo de denuncia y Josefa en su relación anterior interpuso varias denuncias falsas por violencia de género. De hecho, esta pareja anterior declaró que Josefa "intentó envenenarle".
En su segundo testimonio mantuvo el hecho de la discusión, pero señaló que ella se fue del domicilio dejando allí a Antonio, pero esta versión también fue falsa. La última versión dada por Josefa hasta la fecha es que se trataba de una desaparición voluntaria debido a que Antonio había conocido a otra mujer rumana por redes sociales y se había ido con ella al extranjero. Sin embargo, no había registros que certificase que Antonio había salido del país.
Respecto a esto, es relevante recalcar que tras registrar la vivienda donde ambos residían se encontró el DNI, el pasaporte y la tarjeta sanitaria de Antonio. Además, ninguna de las tres identificaciones ha sido renovada por Antonio.
A estas contradicciones hay que sumarle dos factores que resultan claves: Antonio recibía una pensión debido a un accidente que sufrió y durante cierto tiempo Josefa estuvo sacando dinero de su pensión de unos 800 euros durante dos años hasta que los investigadores lo descubrieron y avisaron al banco. Josefa señaló que fue el propio Antonio quien le dijo que se quedara con la paga. Además, Josefa no denunció la desaparición de Antonio ni alertó a sus familiares.
A pesar de las contradicciones de Josefa y su contexto previo, el caso fue archivado. Sin embargo, siempre se ha mantenido la teoría de que existen tres sospechosos. La primera sería Josefa, que se llegó a considerar que había envenenado al desaparecido. Los otros dos son la hermana y el cuñado de Josefa que la habrían ayudado a deshacerse del cuerpo.
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