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Un tranvía amarillo y negro en un taller con un logotipo rojo y blanco superpuesto.
INVESTIGACIÓN

'Guerra' en el Grupo CAF: Sus negocios con Israel provocan un conflicto sindical

La ferroviaria vasca participa en el Tranvía de Jerusalén y podría firmar un contrato de 3.500 millones en Bélgica

El Grupo CAF vive momentos históricos pese a los problemas reputacionales que sufre en Euskadi y Navarra. Todo por la decisión de su cúpula de no apartarse de la construcción del Tranvía de Jerusalén pese al genocidio al que Israel está sometiendo al pueblo palestino. 

La compañía con sede en Beasain goza de muy buena salud tras elevar en 2024 sus ingresos un 10%, hasta los 4.212 millones de euros. Sus beneficios fueron de 103 millones de euros, un 16% más que en el ejercicio anterior. 

CAF ha batido récord de ventas y pedidos en el pasado ejercicio. Y se encuentra en disposición de hacerse con un contrato de hasta 3.500 millones de euros para fabricar trenes al operador ferroviario belga SNCB. 

Su filial de autobuses Solaris también ha engordado su cartera de pedidos. Entre ellos, los 107 trolleybus para el operador de transporte canadiense TransLink de la ciudad de Vancouver por 120 millones de euros. Y ha firmado contratos con los operadores polacos MZA Varsovia y MPK Poznań para el suministro de 50 y 17 autobuses eléctricos respectivamente. Estos dos encargos suponen más de 50 millones de euros. 

Enfado entre la plantilla por Israel

Hace unos días el comité de empresa de CAF denunció que "todos los crímenes en los que colabora CAF han sido reconocidos también por la Corte Internacional de Justicia en 2024. Lo hizo en un dictamen que declara ilegal la ocupación israelí de Palestina y obliga a los Estados (por omisión también a las instituciones de ese Estado) a  impedir entablar relaciones económicas o comerciales con Israel en relación con el territorio palestino ocupado o partes del mismo que puedan afianzar su presencia ilícita en el territorio". 

Un autobús articulado rojo y blanco circula por una calle frente a un edificio de apartamentos de varios pisos.
Autobús de CAF. | EP

Y continúan diciendo que "quienes en Euskal Herria firmamos este manifiesto pedimos una vez más que CAF cumpla con el derecho internacional. Se retire del proyecto del Tranvía de Jerusalén y así deje de ser cómplice de la ocupación de Palestina. Y exigimos que las instituciones vascas, principalmente el Gobierno en calidad de accionista de CAF, retiren su apoyo a CAF mientras ésta no cumpla con la legalidad internacional".

Problemas reputacionales

CAF está preocupada por el agujero reputacional a cuenta de sus negocios en el país presidido por Benjamín Netanyahu. "El conflicto Israel-Palestina supone un riesgo de incertidumbre en los mercados en los que opera el grupo. Por distintos aspectos como la ejecución de los contratos a largo plazo y su seguimiento", reconoce la multinacional vasca.

Estos problemas a corto plazo derivarían de "posibles embargos o sanciones que se puedan implantar a las empresas en dichos mercados. O por posibles interrupciones adicionales en la cadena de suministro".

"El conflicto actual está afectando a los ritmos de ejecución de ambos proyectos. Si bien manteniéndose las operaciones en la línea del tren ligero de la ciudad de Jerusalén". CAF asegura que mantiene "comunicaciones continuas con sus clientes". "Trabajamos de forma colaborativa en abordar los problemas derivados de esta situación", añaden. 

A cuenta de este conflicto, el campus gipuzcoano de la Universidad del País Vasco (UPV) declinó firmar el pasado año un acuerdo con CAF. La intención del centro educativo y la multinacional era establecer un centro de innovación en la provincia vasca. La institución académica tomó esta medida tras dar su "apoyo a Palestina ante la catástrofe humanitaria en Gaza". 

Interior de un taller de mantenimiento de trenes con varios vagones estacionados sobre las vías.
CAF. | EP

El campus pidió "el cumplimiento inmediato de la decisión de la Corte Internacional de Justicia de las Naciones Unidas". Esta iba dirigida a que Israel tomara las medidas necesarias para evitar actos de genocidio. "La entrada de ayuda a la franja de Gaza. O el cese de los ataques y el asedio a la población civil, el fin de envío de armas a Israel. Así como la liberación de todas las personas secuestradas y encarceladas injustamente", decía.

Otros colectivos vasconavarros también han criticado a CAF por su papel en Israel. 

No a Talgo

Las maniobras de La Moncloa y el Gobierno vasco para que el Grupo CAF se hiciera con Talgo han resultado estériles. El presidente del Grupo CAF, Andrés Arizkorreta, ha descartado que la centenaria compañía que lidera negocie siquiera llevar a cabo la operación. 

El empresario premiado hace unos meses con la Medalla de Oro de Gipuzkoa ha hecho valer su peso para descartar la intentona política. 

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