
Así era Fidel San Román, el constructor de la Malaya y los 'pelotazos' de los Franco
Muere el empresario que edificó la finca de los Franco en Valdefuentes y gestionó Las Ventas con Esperanza Aguirre
El pasado 3 de junio fallecía el empresario taurino y constructor vinculado a la 'Operación Malaya' Fidel San Román Morán, a los 85 años. Lo hizo 'en silencio', ya que la noticia de su muerte ha pasado desapercibida para la mayoría de medios. Uno de los pocos registros públicos que hay sobre el suceso es la esquela con su nombre en una de las ediciones de ABC.
Según esta publicación, el funeral del magnate zamorano se celebrará el próximo 24 de julio en Boadila del Monte (Madrid). Precisamente, fue en la capital donde Fidel San Román y su hermano Antonio construyeron un imperio multimillonario desde la década de los años 70. Levantaron propiedades repartidas por toda la Comunidad madrileña, sobre todo en urbanizaciones lujosas de la sierra.

Una de estas propiedades es la conocida finca de Valdefuentes, que Fidel San Román edificó para sus amigos los Franco. Cabe destacar que sobre esta importante saga del dictador se publica próximamente una edición actualizada del libro La familia Franco S.A. de Mariano Sánchez Soler. El nuevo lanzamiento saldrá a la venta el 5 de septiembre.
Los Franco, el ladrillo y los San Román
La incursión de los descendientes del General Franco en el mundo inmobiliario se produjo al inicio de la década de los años setenta, antes de morir el “Generalísimo”. Lo hizo de la mano de la familia constructora San Román y a través de la empresa Edificaciones Tifán SL.
Los hermanos Fidel y Antonio San Román, muy amigos de los Franco, manejaban más de treinta sociedades inmobiliarias. Llegaron a gestionar también la plaza de toros de Las Ventas, que les fue otorgada por la expresidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre. Su marido, Fernando Ramírez de Haro, conde de Murillo, estaba vinculado a ellos en la urbanización que iban a construir en las tierras de su familia tiene en la localidad alcarreña de Yebes.
Los hermanos San Román también se convirtieron, gracias al apoyo de sus amigos aristócratas y liberales, en ganaderos de reses bravas de lidia. Varias ganaderías llevaban su propio nombre. Además contaban con la ganadería de El Ventorrillo, que adquirieron en la primera mitad del año 2005 para darles alguna luz taurina. El Ventorrillo dejó de lidiar en 2021 tras la pandemia de la Covid, aunque Fidel San Román se quedó con los derechos.

Su socio en varios de sus negocios fue el abogado Ramón Calderón, que fuera directivo del Real Madrid y letrado de la tonadillera Isabel Pantoja.
A la muerte de su padre Cristóbal Martínez-Bordiú y Ortega, los siete hijos de Carmen Franco Polo también heredaron en 1998 muchas de las propiedades inmobiliarias del marqués de Villaverde.
De este modo, junto a sus hermanos y su madre, se hicieron con la propiedad de una finca de más de 28 hectáreas en La Hacienda Arroyo-Vil, en Baeza (Jaén). Así mismo pasó a controlar varias parcelas en la urbanización madrileña de La Florida, en el término municipal de El Pardo.
Precisamente, algunas de ellas fueron vendidas luego a la familia constructora San Román y a la empresa Inversiones Refinsa S.L. Gracias a estas “pequeñas” operaciones inmobiliarias, los Franco consiguieron, según declaración registral, unas ganancias de unos cinco millones de euros. Otras suculentas operaciones inmobiliarias de Carmen y sus hermanos fueron la venta de una parcela en la Colonia “El Bosque”, en Pozuelo de Alarcón (Madrid). Además de la venta de una finca rústica de seis hectáreas de olivares de secano en Mancha Real (Jaén) y unos apartamentos en la Playa de Campoamor, en Alicante.
Sus principales negocios son los inmobiliarios, incluido la compraventa de propiedades con inquilinos. Así, Francis Franco, el nieto varón mayor del dictador, aparece como director general de Promociones del Suroeste SA. Esta promotora inmobiliaria edificó en parte de la finca familiar que heredó Carmen Franco de ‘Valdefuentes’, en el término de Arroyomolinos (Madrid).
La finca 'Valdefuentes'
La finca 'Valdelafuentes' fue adquirida por el General Franco en 1954 y se convirtió en una de sus propiedades favoritas. Aunque pertenece al ayuntamiento de Arroyomolinos, está inscrita en el registro de la Propiedad del pueblo madrileño de Navalcarnero.
El costoso mantenimiento de esta finca causó problemas al marqués de Villaverde, Cristóbal Martínez-Bordiú. Esto le obligó a vender varias parcelas y a alquilar otras tantas dentro de esta vasta propiedad que tiene una superficie de 850 hectáreas, inicialmente declaradas rústicas, y un valor edificable que puede llegar a los sesenta millones de euros.
A la muerte del “Generalísimo” Franco, la finca fue heredada por su hija, la duquesa de Franco, aunque debido al deterioro progresivo en su explotación agraria y ganadera pronto dejó la gestión a sus hijos para su posterior recalificación urbanística. Finalmente fueron recalificados 3,3 millones de metros cuadrados para construir en ellos más de cinco mil viviendas, un centro comercial y otro deportivo.

En este negocio del ladrillo de Valdefuentes, los Franco se asociaron a sus amigos de siempre, los constructores Fidel y Antonio San Román Morán. La sede de esta empresa, Promociones del Suroeste SA, se trasladó inicialmente desde la finca Valdefuentes a la Avenida de la Coruña, número 68, en Las Rozas (Madrid). Figuraban inicialmente como accionistas de ella, Carmen Franco Polo y las empresas de los hermanos San Román: Edificaciones Tifán S.L. y Sanedi S.A.
Los protagonistas de esta historia también son Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, uno de los padres de la Constitución y ex miembro del Partido Popular. Y Gabriel Camuñas, el que fuera vicepresidente de Alianza Popular (AP). La información la reveló el periodista Antonio Rubio en El Mundo en el año 2003 y en ella se cuenta como ambos ex altos cargos populares influyeron en la Comunidad de Madrid para conseguir la recalificación de la finca de Valdefuentes, así como de un paraje próximo a la finca que ellos mismos habían comprado a la hija del dictador en febrero de 1998.
Debido a los intentos fallidos, los Franco dieron con una de las piezas clave que los llevaría a materializar el pelotazo urbanístico: Juan Rivera. Se trata del hermano de Jaime Rivera, que fue durante muchos años novio de Carmen Martínez Bordiú. A través de él se acercarían a Gabriel Camuñas, también fundador de la Plataforma de los Independientes de España (PIE) y a Miguel Herrero de Miñón. Los dos ex políticos conseguirían la recalificación definitiva mediante la utilización de sus contactos.

Tal y como lo contó el periodista Antonio Rubio, el documento que demuestra la influencia de los estos políticos en el negocio procedía del despacho de abogados de Jesús A. Madalena y estaba dirigido a Gabriel Camuñas. En él se explicaban los pasos a seguir por cada integrante del grupo, haciendo hincapié en la labor de Herrero de Miñón ante los consejeros de la Comunidad de Madrid para lograr el objetivo urbanístico.
En el informe se muestran las indicaciones para llevar a cabo el plan, asegurando que se necesita el consenso entre los tres grandes propietarios, la Comunidad y el Ayuntamiento.
De la nota se deducía que había algún amigo de Miguel Herrero de Miñón que tenía la capacidad dentro de la Comunidad de Madrid como para conseguir la recalificación de la finca de Valdefuentes. Y a través de esa influencia consiguieron llevar a cabo el negocio.
De los 9,8 millones de metros cuadrados que poseía la finca que los Franco adquirieron a Luis Figueroa, nieto del Conde de Romanones, 3,3 millones fueron recalificados de rústicos a edificables. Esto favoreció la explotación del terreno para fines comerciales.
Pero estas actividades inmobiliarias no eran las únicas que mantenían a Fidel San Román en el foco.
Fidel San Román y la Malaya
La sentencia de la Audiencia Provincial de Málaga sobre el 'caso Malaya' puso de manifiesto la fragilidad de la Justicia en España. El juicio del caso finalizó el 30 julio de 2012 e impuso 'micropenas' en una macrocausa con 95 imputados. La mayoría salieron absueltos o con penas menores. Tomás Olivo, Sandokan, Fidel San Román, González de Caldas, Ávila Rojas estaban entre los condenados.
Se trata de los promotores que más viviendas habían levantado en Marbella durante la década de gobiernos del GIL. Y los que más colaboraron con la corrupción, según la Justicia. El gilismo era sinónimo de construcción y riqueza y de llenarse los bolsillos unos pocos privilegiados.
El promotor y empresario Fidel San Román ya saldó las penas que le impuso la Audiencia Provincial de Málaga por el caso Malaya. Le condenó por un delito continuado de cohecho a ocho meses de prisión y a una multa de 750.000 euros.
En el caso de San Román, según la sentencia, la pena de ocho meses de prisión era sustituida por una multa de 4.800 euros. Todo a razón de una cuota diaria de diez euros, que abonó en su totalidad antes de su muerte.

También ha pagado íntegramente la multa de 750.000 euros mediante transferencia. Además de 14.000 euros en que se estima la parte proporcional de las costas que le corresponden. San Román reconoció que pagó 3 millones de euros en sobornos a Juan Antonio Roca, "sirviendo su actitud procesal", según el tribunal. “O me cuelgo de la soga o tengo que acceder a pagar dinero”, fueron las palabras de confesión del empresario.
Fidel del San Román fue detenido a finales de junio de 2006 en Madrid durante la segunda redada de la operación Malaya. Su arresto se produjo junto a otros 26 presuntos implicados en la trama de corrupción en el Ayuntamiento de Marbella.
San Román fue un importante constructor y promotor en la capital de España, con intereses en Las Rozas y otras conocidas localidades madrileñas. Entre las compañías que dirigió, figuraban Edificaciones Tifán S.L., Sanedi, Urbanización y Obras Civiles, Promociones Afinsa, Promociones Mosan, Rozas Industrial, Zoco Centrp, Promotora Monte Lomas, Residencial Los Torreones, VillaRozas, El Cantizal o Navalaencinilla.
Además, constituyó a finales de 2002 una fundación dedicada a la asistencia social que presidía él mismo.
La vida de los San Román
Muy jóvenes, los hermanos San Román abandonaron Lagarejos (Zamora). Como tantos otros emigrantes de la comarca sanabresa, emprendieron el camino hacia Madrid.
En su pueblo natal se conservaba, hasta hace unos años, la casa familiar, que posteriormente cayó. Por la localidad apenas se volvió a ver a Fidel y a sus hermanos, que, sin embargo, sí mantenían vinculación con Sanabria. En Asturias seguía cerrada la casa que compartió con su primera esposa, situada frente a la gasolinera del pueblo. También era frecuente verles por la fiesta de la patrona de la comarca, la Virgen de los Remedios, que se celebra cada primer domingo de octubre en Otero de Sanabria.
La vida les fue bien a los hermanos San Román Morán en Madrid. Construyeron más de 40 promociones. Al empresario sanabrés se le ha llegado a vincular a más de una treintena de sociedades repartidas también por Marbella y Puerto Banús, Murcia o Alicante.
En la investigación de la Malaya se mencionaban Promotora Monte Lomas, Promociones Anfisa, Manrosan, Zoco Centro, Residencial Los Torreones, Madoal, FR Promociones del Suroeste, Proyectos y Análisis de Mercados y Construcciones Elemar.
Ahora, la reciente muerte del empresario sanabrés Fidel San Román recuerda a uno de los mayores episodios de corrupción de la historia de nuestro país.
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