
El exmilmillonario Fernando Romero y sus problemas con la Justicia: Multas y condenado
El expresidente de la energética EiDF busca anular la multa de la CNMV de 2 millones de euros por 'manipular' el mercado
Fernando Romero, fundador y expresidente de EiDF Solar, ha vuelto a la escena legal. El controvertido empresario ha presentado un recurso contencioso-administrativo ante la Audiencia Nacional. Su defensa busca anular la multa de dos millones de euros impuesta por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Este paso representa un nuevo episodio en la carrera de Romero. Su trayectoria pasó del éxito con Energía, Innovación y Desarrollo Fotovoltaico (EiDF) al colapso, en medio de polémicas, condenas y sanciones.
El recurso se basa en lo que su equipo legal considera una actuación "irresponsable" del regulador bursátil. El 9 de agosto de 2024, un año antes, Romero y su firma Prosol ya habían reclamado daños patrimoniales. Aseguraban que la suspensión de cotización de EiDF perjudicó gravemente a sus accionistas.
Multas por manipulación del mercado
El recurso de Romero responde a una de varias sanciones. En mayo de 2024, la CNMV impuso 6,4 millones de euros en multas por manipulación del mercado. Los hechos están relacionados con operaciones con acciones de EiDF en 2022.
Romero recibió la sanción más alta: dos millones de euros. Las empresas Liquidaciones Vizcaya y Albujón Solar 81 fueron multadas con 1,5 millones cada una.

Su hermano Óscar Romero recibió una multa de un millón. También fueron sancionados Arkaitz Lozano Hurtado (300.000 euros) y Enrique Noya Santos (100.000 euros).
La CNMV consideró estas infracciones como "muy graves", según la Ley del Mercado de Valores y la normativa europea contra el abuso de mercado.
De millonario Forbes a imputado en varios procesos
Romero vivió un ascenso espectacular. En 2022, las acciones de EiDF se dispararon un 2.171%. La compañía alcanzó los 1.619 millones de euros de capitalización. Romero fue incluido en la lista Forbes como una de las 40 mayores fortunas de España. Se estimaba que su patrimonio se acercaba a los 1.000 millones de euros.
Todo cambió el 14 de abril de 2023. La CNMV suspendió la cotización de EiDF. PwC, nuevo auditor de la empresa, se negó a firmar las polémicas cuentas. La suspensión duró hasta el 28 de agosto. Ese día, al volver al mercado, las acciones se hundieron un 70%.
En octubre de 2023, Romero renunció a todos sus cargos. Fue reemplazado por Eduard Romeu. Desde entonces, su nombre ha estado vinculado a escándalos financieros y procesos judiciales.
Largo historial de condenas
Romero también ha sido condenado en vía penal. En junio de 2025, fue sentenciado a tres años de prisión. El Juzgado de lo Penal n.º 2 de Pontevedra lo declaró culpable de un delito continuado de falsedad documental. La sentencia indica que participó en una red que emitía facturas falsas entre 2013 y 2015. El objetivo: maquillar las cuentas de sus empresas.
En abril de 2024, fue condenado por alzamiento de bienes. Vendió acciones embargadas para eludir deudas. Esta condena está recurrida por su defensa.
En mayo de 2024, la CNMV le impuso otra multa de un millón de euros. Esta vez por operaciones sospechosas relacionadas con Laurion Group y Prosol Energía. Un mes después, el regulador abrió tres nuevos expedientes que podrían derivar en nuevas sanciones.
Inversores organizados y querellas colectivas
El colapso de EiDF afectó a cientos de inversores minoristas. Una plataforma nacional de afectados ha presentado querellas contra Fernando y Óscar Romero. Los acusa de estafa, falsedad documental, administración desleal y organización criminal.
El colectivo logró el embargo preventivo de bienes de ambos hermanos. También pide unificar todas las causas en la Audiencia Nacional. El motivo: la magnitud del presunto fraude. Muchos inversores han perdido sus ahorros y desconfían del mercado bursátil.
Uno de los elementos clave del caso es la contabilidad de EiDF. Según la CNMV, Romero ocultó un informe de Deloitte. El documento advertía de serias irregularidades contables. Presuntamente, se encontraron contratos falsos, facturas sin justificar, servicios inexistentes y materiales inventados. Todo servía para inflar artificialmente el valor de los activos.

La CNMV afirma que Romero tenía un control casi absoluto sobre las decisiones de la empresa. También hay indicios de falsificación de documentos para encubrir la gestión de los vehículos de inversión (SPV).
Un proyecto prometedor que terminó mal
EiDF nació con una idea ambiciosa: democratizar el autoconsumo solar. Su objetivo era ofrecer instalaciones solares a pymes y grandes empresas. La compañía gallega llegó a tener más de 3.000 clientes bajo la promesa de ahorrar hasta el 60% en el consumo energético.
En su mejor momento, EiDF se presentaba como un ejemplo de sostenibilidad y eficiencia. Su modelo integraba toda la cadena del negocio: desde la generación hasta la venta de energía. Su filial Prosol cerraba el ciclo con un modelo de autoconsumo 100% renovable.
Pero todo se desmoronó. Las supuestas malas prácticas contables, las sanciones y la larga lista de polémicas destruyeron el proyecto.
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