Logo El Cierre Digital
Fachada de una tienda Carrefour con el logotipo visible en la parte superior del edificio
INVESTIGACIÓN

Crisis en Carrefour: Su etiquetado de tomates, denunciado por 'incumplimientos'

La cadena de supermercados francesa está en problemas por 'etiquetado engañoso', pérdidas de cuota y caída de beneficios

La multinacional francesa Carrefour atraviesa uno de sus peores momentos en España. Durante años ha sido un actor relevante en el sector de la distribución alimentaria. No obstante, los últimos datos económicos y la creciente presión social están mostrando el deterioro progresivo de su posición en el país

No solo está perdiendo cuota de mercado frente a competidores como Mercadona y Lidl, sino que además ha sido recientemente denunciada por presuntas prácticas fraudulentas en el etiquetado de productos agrícolas. La acusación pone en entredicho su compromiso con la transparencia y el respeto a los consumidores.

Resultados preocupantes: bajan los beneficios y las ventas

Según las cuentas depositadas en el Registro Mercantil por Centros Comerciales Carrefour, la filial que gestiona sus operaciones en España, la empresa cerró el ejercicio 2024 con un beneficio de 268,6 millones de euros. Esta cifra supone una caída del 17,5% respecto al año anterior, cuando obtuvo 347,8 millones de euros. En paralelo, las ventas también descendieron un 1,5%, hasta situarse en 9.176 millones de euros.

Esta caída no puede entenderse como un hecho aislado. Porque parece el síntoma de un proceso más amplio de pérdida de relevancia en el mercado español. Según los últimos datos de Worldpanel by Numerator analizados por el diario Expansión, Carrefour ha reducido su cuota de mercado. Lo ha hecho hasta el 9,2% en junio de 2025. Estos números suponen la caída de un 0,7% respecto al año anterior. 

En contraste, Mercadona consolida su liderazgo con un 26,7% (un crecimiento de 0,3 puntos). Y Lidl se posiciona como el tercer jugador, alcanzando un 6,7% tras subir 0,4 puntos.

Denuncia por etiquetado engañoso: el caso de los tomates cherry

A la difícil situación económica de Carrefour se suma un nuevo escándalo que podría dañar aún más su imagen pública. La Federación de Consumidores y Usuarios CECU, junto con la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), ha presentado una denuncia formal. Lo ha hecho ante la Dirección General de Consumo del Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030.

El motivo de la denuncia es grave: se acusa a Carrefour de comercializar tomates cherry procedentes del Sáhara Occidental. Los mismos habrían sido etiquetados incorrectamente como si fueran de origen marroquí. Esta práctica, de confirmarse, supondría una violación directa de la legislación europea en materia de etiquetado y derechos del consumidor.

Mano sosteniendo un racimo de tomates cherry en diferentes etapas de maduración en una planta
Tomates cherry. | YouTube

Los tomates en cuestión son producidos por la empresa Azura, que cuenta con más de 400 hectáreas de invernaderos en el Sáhara Occidental. A pesar de ello, los productos se presentan en los lineales de Carrefour como procedentes de "Marruecos", ocultando su verdadero origen.

Un engaño que ya fue condenado por la justicia europea

Este tipo de 'manipulación' no es nueva y ya ha sido objeto de análisis judicial. El pasado 4 de octubre, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) dictó una sentencia. En la misma establecía que los productos agrícolas originarios del Sáhara Occidental no pueden etiquetarse como procedentes de Marruecos. Porque, según explican, se trata de un territorio distinto y no autónomo bajo el derecho internacional.

La sentencia ha sido clara: "La indicación del país de origen que debe figurar en los tomates y melones producidos en el Sáhara Occidental únicamente podrá designar el Sáhara Occidental". Cualquier otra denominación, como "Marruecos", supone una forma de engaño al consumidor. El mismo puede creer que está comprando un producto con un origen geográfico distinto al real.

Voces críticas: consumidores y agricultores en pie de guerra

Desde CECU, Eduardo Montero, experto en alimentación, ha exigido que se cumpla la legislación vigente: "Las personas consumidoras tenemos derecho a saber de dónde vienen realmente los alimentos que compramos. Especialmente cuando afecta a un tema tan importante para la sociedad española como el Sáhara Occidental". 

Por su parte, Andrés Góngora, miembro de la Comisión Ejecutiva de COAG, ha denunciado la competencia desleal que esta práctica supone para los agricultores españoles. "No hemos encontrado nunca una etiqueta de tomates de esta empresa que indique que se han producido en el Sáhara Occidental. La trazabilidad y las certificaciones son claves para conocer el punto exacto de producción. Esto perjudica gravemente a nuestros productores nacionales". 

Un daño a la confianza de los consumidores

La denuncia no solo afecta la legalidad de los productos vendidos por Carrefour, sino que erosiona la confianza de los consumidores en la cadena. En un contexto donde cada vez más personas exigen información precisa sobre el origen de los productos que consumen, por razones éticas, sanitarias o ambientales, este tipo de prácticas pueden tener un impacto devastador en la reputación de una empresa.

Entrada a un evento al aire libre organizado por Carrefour con varias personas caminando y diferentes carpas de colores en el fondo
Carrefour. | EP

Además, el uso de productos agrícolas de territorios en disputa como el Sáhara Occidental plantea implicaciones políticas y éticas que muchas personas consumidoras no están dispuestas a ignorar. El etiquetado engañoso priva a los ciudadanos del derecho a tomar decisiones informadas.

Un modelo en crisis

Carrefour no solo está enfrentando un retroceso económico en España, con pérdidas significativas en beneficios y cuota de mercado. Y es que también debe hacer frente ahora a una crisis reputacional de gran envergadura. La denuncia por parte de organizaciones de consumidores y agricultores pone de relieve las carencias de un modelo que, lejos de avanzar hacia la transparencia, parece haber optado por la opacidad.

La compañía está perdiendo terreno, tanto en términos financieros como éticos. La empresa francesa tiene por delante el desafío de replantear su estrategia, mejorar su relación con productores locales. Y, sobre todo, recuperar la credibilidad ante los millones de personas que cada día deciden dónde hacer su compra. 

➡️ Empresa ➡️ Internacional ➡️ Finanzas ➡️ Juzgados ➡️ Alimentación ➡️ Investigación

Más noticias: