Crimen Nerea Añel: El acusado de su muerte en 2020 asegura ser inocente

Este 19 de febrero ha arrancado el juicio por el crimen de Nerea Añel en la Audiencia Provincial de Ourense. La joven de 26 años desapareció en enero de 2020 y fue encontrada sin vida en una aldea de Orense. La policía acusó en junio de 2021 a quien era su novio en el momento del crimen, Julio González Sierra. Sin embargo, Julio ya se encontraba en la prisión provincial de Pereiro de Aguilar por delitos contra la propiedad. 

En este juicio Julio está acusado de un delito de homicidio, por el que tanto la acusación particular y como la Fiscalía solicitan una pena de 14 años de prisión. La familia considera que Julio no solo mató a Nerea, sino que también ocultó el cadáver para que no fuese encontrado. Cuando fue detenido por la policía, Julio negó su implicación en los hechos y este lunes ha reiterado que es inocente. El acusado asegura que no estaba con Nerea cuando falleció. Por ende, su defensa, representada por Cristina Rial, ha solicitado su absolución al afirmar que no se puede acreditar la vinculación del acusado con el crimen. 

En su relato, el acusado ha señalado que ambos pasaron la noche juntos en un motel de Barbadás después de atracar a un taxista. Tal y como señala La Voz de Galicia, Julio ha recalcado que al día siguiente no les dejaron coger un taxi porque la empleada del motel advirtió de que habían robado a otro taxista. Por ese motivo, el presunto homicida ha sostenido que se fueron caminando del motel y que al cruzarse con un coche de la Guardia Civil Nerea se asustó y le dijo que quería entregarse. Por ello, ha señalado que pensaba que Nerea estaba detenida.

Según su versión, en ese momento ambos se separaron y ya no volvió a ver a Nerea. Cabe recalcar que el cadáver de Nerea apareció en un río que se encuentra cerca de un camino que da al motel donde ambos se alojaron. Julio ha negado categóricamente conocer ese camino ni haber andando por el mismo con Nerea.

De acuerdo con el medio citado anteriormente, la acusación particular, representada por la madre de Nerea y ejercida por el letrado Jorge Temes, sospecha que el acusado atacó a Nerea para causarle la muerte cuando ambos iban por el camino. Sin embargo, para la Fiscalía ambos huyeron por el camino y la joven sufrió un golpe que, de recibir ayuda, no hubiese fallecido, ya que su muerte no fue instantánea. “Julio estaba con ella, pudo prestarle ayuda, pero no lo hizo y eso provocó su muerte”, ha indicado el fiscal.

Los hechos ocurridos

En septiembre de 2020 unos senderistas que caminaban por Os Muiños, una aldea abandonada de la parroquia de Barbadás, en Galicia, encontraron el cadáver de una mujer en avanzado estado de descomposición. Tras la intervención de las autoridades, la autopsia y el estudio de los restos por parte del Laboratorio de Criminalística de la Dirección General de la Guardia Civil en Madrid confirmaron que se trataba del cuerpo de Nerea Añel, la joven de 26 años que llevaba desaparecida desde enero de 2020.

Tal y como explicaba La Voz de Galicia en 2021, el sospechoso, al que se le imputaba un delito de homicidio, contaba con un amplio historial delictivo a sus espaldas. De hecho, en aquel entonces se encontraba en prisión por otras razones. La noche de Reyes de 2020 fue la última vez en la que se vio a Nerea con vida. La joven acudió a cenar con su madre y sus familiares pero, tras esa reunión, su familia no supo nada más de ella.

Según apuntaban fuentes de la investigación, los hechos por los que se detuvo a Julio y que provocaron el fallecimiento de la joven tras romperse el cuello después de que alguien la empujase, tuvieron lugar cerca de un motel de Barbadás en el que ambos estuvieron alojados en la noche de su desaparición. La reconstrucción realizada en junio de 2021 resultó clave para descubrir qué sucedió en los alrededores de ese motel, lugar del que, según los testimonios recabados por los investigadores, ambos salieron juntos pero al que Nerea nunca regresó. Una testigo afirmó que, al volver al motel sin la joven, Julio estaba nervioso y dijo que no usaría más la habitación.

Pese a que Nerea estaba pasando por momentos duros, la joven había recuperado la relación con su madre, quien trató de encontrarla desde el primer momento, repartiendo carteles con su foto por toda la ciudad. De hecho, su familia denunció en su día que, en los últimos años, Nerea frecuentaba ambientes marginales de la ciudad y se relacionaba con personas a las que la familia no conocía, siendo una de ellas Julio.